ciento ocho.

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Desde que me había admitido a mí mismo que me gustaba Yina y ella comenzó a hablar más conmigo, me sentía mucho mejor en todos los aspectos. Las notas en mis exámenes eran mucho más altas, siempre tenía ganas de hacer cosas productivas, y siempre veía todo por el lado positivo. Me sentía mucho mejor, y todo era gracias a ella, aunque ella no lo supiera. Esa era la razón principal por la que quería protegerla por encima de todo. No iba a permitir que nada malo pasara, incluso si me arriesgaba a que me pasara algo a mí. No me importaba.

"¡Hola!" me saludó. De nuevo volvía a ser la misma de siempre, pero sabía que eso duraría unos minutos hasta que volviera a ir a clase. Deseaba que eso se quedara así y no volviera a estar asustada por un estúpido como Jaemin.

Durante el camino me había dicho que se sentía mal porque tenía que darme una vuelta a todo el instituto para acompañarla, y me dijo que dejara de hacerlo, pues ella se sentía culpable. Le dije que no, que aquello no pasaría. Me sonrió y mi corazón comenzó a latir muy rápido. Entonces llegamos a su clase y agradecí aquello, pues no quería que ella supiera que me había puesto un poco nervioso.

Pasó el resto de la mañana y tuvimos que irnos a casa. Su hermana había ido a recogerla aquel día, pues sabía que yo solía acompañarla a casa para que no fuera sola y no quería que llegara más tarde a mi casa. Me lo agradeció con una gran sonrisa cuando Yina no escuchaba, y me dijo que era una gran persona por hacer todo lo que había hecho por ella. No le habíamos contado lo que pasó, pero parecía haberse dado cuenta de que algo pasaba con su hermana.

Caminé hacia mi casa y, en el camino, volví a encontrarme con Jaemin, quien esta vez no iba solo. Desde luego, iba acompañado de su grupo de gente "maravillosa".

"Supongo que elegiste la opción de la paliza. Está bien, a nosotros no nos importa." dijo uno de ellos, uno que pareció asustarle mucho a Yina cuando lo vio la última vez.

"Aún estás a tiempo de elegir. Yo lo pensaría dos veces."

"No tengo que pensar nada." dije.

"¿En serio?" rio vacilante Jaemin. Se acercó a mí, pero yo me acerqué más a él.

Me decidí a hablar y dije todo lo que pensaba de una.

"Mira, Yina NUNCA va a salir con alguien como tú, alguien que le asusta y que tiene las malas compañías que tienes tú, alguien que no va solo a pegar a otra persona porque no tiene la suficiente valentía como para hacerlo solo, alguien cobarde como tú lo eres. Cada vez que te ve por los pasillos comienza a hiperventilar, y me veo obligado a llevarla al baño para que se calme. A mí no me importa entrar en el baño de chicas por alguien a quien quiero. ¿Te importaría a ti? Seguramente sí. Ella nunca va a querer a alguien como tú, y va a seguir pensando lo mismo, esté yo o no. Yo no soy el problema, yo no soy tú obstáculo para salir con ella; eres tú mismo. Tú eres el que se impide a sí mismo conseguir lo que quiere. Ella escapa de ti y nunca vas a conseguir nada de ella porque te tiene MIEDO. Has conseguido que la chica más extrovertida y valiente del mundo se haya convertido en alguien frágil y tímido. Pégame, ven a darme una paliza todas las veces que quieras, porque no me importa."

once again || huang renjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora