once again || huang renjun

ciento seis.

"Mira, sé perfectamente que ese chico no tiene ninguna buena intención contigo, como mucho te tratará bien y poco después te dejará sola. No quiero que eso pase, y, quieras o no, voy a impedirlo." me miró seriamente, pero sabía que se preocupaba por mí. Aquello era demasiado para procesar en un momento. Entendía lo que decía, pero no era capaz de responder. Asentí con la cabeza, perpleja. Era todo lo que podía hacer. "Tsk." chasqueó la lengua. "Lo siento, sé que estarás confusa en este momento." me miró con sinceridad. Aquella simple mirada hizo que me calmara un poco. "No vayas a clase ahora. Te vendrá bien descansar un poco y entender lo que acaba de pasar." ¿Cómo era capaz de saber exactamente mis sentimientos y lo que necesitaba en ese momento?

Me tomó de la mano y me llevó al baño de chicas. Entró conmigo sin importarle que cualquier chica que entrara pudiera mirarlo mal.

"Ven." dijo, y caminé hacia él. Me cogió de las manos y puso mis muñecas debajo del grifo de un lavabo. Lo abrió y el agua empezó a caer, estaba muy fría. "Así evitamos que te marees. A lo mejor tu cara vuelve a coger un poco de color." rio levemente. Lo miré extrañada, pues no sabía a qué se refería. "Estás pálida." explicó.

Asentí con la cabeza.

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Renjun

A pesar de que Yina había comenzado a hablar un poco más y ya no parecía estar tan sorprendida como antes, pude notar que se sentía desprotegida y asustada sin darse cuenta. Cada vez que sonaba el timbre y había un cambio de clase, iba hacia mi aula y me esperaba para caminar junto a mí. Al principio pensé que le daba miedo estar sola, pero luego me di cuenta de que sólo parecía sentirse más segura cuando estaba conmigo. Me gustaba mucho caminar con ella, y a ella parecía gustarle caminar conmigo y hablar de cualquier cosa aprovechando los cinco minutos entre clase y clase, pero ahora la notaba rara y no me gustaba, porque Yina no parecía ser alguien que se asustase fácilmente.

Esto continuó por unos días más.

Estábamos en la cafetería, era la hora del desayuno y Yina no estaba. Había ido a buscarla a su clase, pero ya se había ido, así que no sabía dónde se encontraba.

"¿Sabéis dónde está?" preguntó Sohyun. Los últimos días, el tema más hablado cuando Yina no estaba, era ella misma. Todos estábamos preocupados, así que tuve que contarles lo que había pasado, pero les pedí que no hicieran nada al respecto.

"No. Fui a buscarla a su clase, pero no estaba. Quizás se haya ido a casa." respondí. Pero, poco después, la vi caminando hacia nosotros.

Se sentó a mi lado y, sorprendiéndonos a todos y sobre todo a mí, apoyó su cabeza en mi hombro.

"Estoy muy cansada." dijo, sabiendo que todos la mirábamos esperando a que dijera algo.

"Tienes unas ojeras horribles, ¿cuánto has dormido?" preguntó Sohyun, preocupada.

"Casi nada. Llevo días sin poder dormir bien." dijo, con un tono muy normal, como si no se preocupara.

Todos nos miramos mutuamente. No sabíamos qué responder. Queríamos hacer algo al respecto, pero no podíamos.