once again || huang renjun

siete.

Renjun

"¿Puedo hacerte una pregunta?" dije, algo nervioso. No me vendría nada mal alguien más con quien estar; Winwin siempre estaba ocupado con sus videojuegos.

"Sí... supongo." respondió la chica. Desde luego, ¿quién diría que no?

"¿Podrías..." hice una pausa, intentando no meter la pata... como siempre. "...darme tu número de teléfono?" bien, no cometí ningún fallo al decir aquello.

Siempre solía decir alguna estupidez sin darme cuenta. Debía aprender a controlar mis nervios si quería hacer nuevos amigos. Solo esperaba que ella no pensara que quería algo más que una amistad, debido a mi tono de voz tembloroso.

"Lo siento... no creo que pueda hacerlo." respondió. Bueno, entendía que dijera aquello, yo solo era un pringado, o eso decía la gente.

Genial, Renjun, ya has fastidiado otra oportunidad para hacer amigos. ¿Qué pasará la siguiente vez? ¿Les vomitarás encima?

"Yiyang, tenemos que ir a clase." dijo, y agarró del brazo a su amiga.

"Sí, sí. Ahora voy." respondió ella. El otro chico que iba con ellas se fue también, quedando solo la tal Yiyang y yo. "Dame tu teléfono de nuevo." dijo, extendiendo su mano hacia mí, esperando a que le entregara mi móvil. No sabía qué hacer, ¿debería hacer lo que me dijo?

"¿Para qué?"

"Voy a apuntar el teléfono de Yina, como pediste. ¿Acaso pensabas que iba a quitártelo?" dijo. Sí... había pensado eso.

Nervioso, le entregué el móvil y ella apuntó el número de su amiga.

"¿Por qué haces esto?"

"Porque no quiero que mi amiga siga evitando a la gente. Tómatelo como un favor mutuo. Dios, qué mal ha sonado eso." dijo, aquello último susurrando, pero pude oírla igualmente.

Ella se fue y yo entré al aula, donde todos los demás ya estaban sentados en sus respectivos sitios. Ni siquiera me tomé la molestia de prestar atención al profesor, tenía demasiadas cosas que pensar.

Debía dejar de ser un perdedor, un objeto de risa. La mayoría de los chicos me llamaban pringado, y los entendía; ¿quién iba a juntarse con alguien como yo? Bueno, mi mejor y único amigo, Sicheng. También conocía a otro chico, Yixing, pero él estaba muy viciado a los videojuegos, justo igual que Sicheng.

Los chicos de mi clase, los no-perdedores, decían que yo atraía a las chicas porque era atractivo, pero a la hora de hablar las espantaba. Siempre había supuesto que tenían razón, ¿por qué si no iban a decirlo?

Después de todo este tiempo, me había dado cuenta de que tenía que parar de dejarme llevar por los demás, de hacerles caso a las personas como ellos, los cuales no valían la pena; solo querían insultar a alguien para sentirse mejor consigo mismos.

Debía dejar de ser como siempre había sido, de tener aquella asquerosa reputación. Pero ahora, aquí, era imposible. En esta escuela siempre había tenido esta fama, así que decidí esperar. Seis meses, solo seis meses, no sería tanto... ¿no?

Al día siguiente intenté hablar con Yina de nuevo... pero no funcionó. Justo en el momento en que iba a decirle algo importante, algo que seguramente cambiaría su forma de comportarse conmigo, me ignoró. Pasó de mí. Olímpicamente.

Holis! Para los que no lo sepan, un pringado es una persona que se deja mandar por los demás, y hace todo lo que otros dicen. Es algo así como... un loser. Solo quería aclararlo ♡

¿Qué tal va la historia? ¿Os está gustando?