once again || huang renjun

cuarenta y seis.

Aunque lo daba por perdido de nuevo, corrí hacia el lugar en el que había ido a parar aquello, y justo en el momento en que iba a cogerlo, me di cuenta de que era una bola de papel. Suspiré con pena y la cogí de todas formas, levantándome.

"¡Hey!" me saludó una chica que no conocía de nada. "He visto que has recogido ese papel para tirarlo a la basura. ¡Muy bien! Más personas como tú se necesitan en el mundo."

"Sí... supongo que sí." no sabía qué decir.

"¿Te gustaría venir a ayudar con los decorativos de otoño? Todos los años algunos alumnos vienen a ayudarnos con los decorativos de otoño. Hacemos carteles que incitan al reciclaje y al cuidado del medioambiente."

"Bueno, tengo algunos deberes que hacer, y..." levanté la mirada y la vi, su sonrisa se desvanecía poco a poco. "Bueno, por un día... sí, iré."

"¡Genial! Es a las cinco de la tarde, en la clase de Imagen y Comunicación. Te estaremos esperando." sonrió. "Por cierto, mi nombre es Hina."

"Ahí estaré, Hina."

¿En qué berenjenal me había metido?

Por suerte no tenía demasiada tarea que hacer y, si me daba prisa, podía acabar rápido, aunque no tenía demasiadas ganas de ir.

Pero ahí estaba, justo a las cinco de la tarde me presenté en el aula que me habían dicho, y allí estaban todos. ¿Por qué llegaban tan pronto?

"¡Yina! Has venido, me alegro mucho de verte por aquí." la chica vino corriendo hacía mí. ¿Cómo sabía mi nombre? "¿Prefieres comenzar con el decorado o con los carteles?"

"Supongo que los carteles."

"Ven conmigo."

Hina me llevó al fondo de la sala, donde había varias personas dibujando frases que no alcanzaba a ver. Lo que me sorprendió (y no me agradó en absoluto) fue ver que Renjun también estaba ahí. ¡Mierda! ¿Acaso me perseguía? Si hubiera sabido que él iba a estar aquí me hubiera ido a los decorativos. O quizás ni hubiera venido.

"¿Qué estás haciendo aquí?" preguntó.

Preferí no responderle.

Una chica me dijo qué debía hacer y comencé a dibujar frases decoradas con rotuladores, antes de darme cuenta de que todos se estaban yendo, así que me extrañé mucho.

"Hina, ¿por qué todos se van?"

"Verás. La mayoría de los que están aquí es porque les enviaron aquí por obligación como castigo, entonces ya han cumplido el tiempo que deberían estar aquí." explicó. "Puedes irte tú también si quieres, pero realmente agradecería que te quedaras, ya somos pocos."

Miré hacia atrás, donde estaban Renjun y un chico más, solamente ellos dos. Suspiré y asentí.

"Me quedaré un rato más."

Volví a mi sitio y seguí con mi trabajo un rato más, hasta que el último chico se fue y Hina me dijo que podríamos irnos, así que recogí mis cosas y me levanté, pero me cogieron de la muñeca.