once again || huang renjun

doce.

¿Él daba por hecho que íbamos a ser amigos? Vaya, qué sorpresa, me gustaba aquello.

"¿Tienes un amigo chino?" pregunté.

"Sí, es un año menor que yo, pero igualmente nos llevamos bien. ¿Qué hay de ti? ¿Tienes algún amigo aquí?"

"No, acabo de llegar."

"Bien, entonces espero que no te moleste que me siente aquí." dijo.

"Ya lo has hecho." bromeé.

"Por cierto, no te dije mi nombre, es-"

"Buenos días." entró el profesor por la puerta.

La clase fue algo aburrida, pero lo peor fue el momento en que el profesor me presentó delante de toda la clase. Odié que todas las miradas estuvieran puestas en mí, pero intenté no parecer agobiado e incómodo. Aunque, claro, no pude evitar sentirme así, aún seguía teniendo algunos rasgos de antes.

No pude evitar pensar sobre todo lo que acababa de pasar, en tan solo un par de minutos.

Primero, había encontrado a Yina en el mismo instituto al que yo iba. ¿Cómo era posible? Una casualidad tan grande no podía ocurrir muy a menudo. Vamos a ver, aquello era como que dos meteoritos cayeran en el mismo sitio dos veces seguidas. ¿Como una persona a la que conocí pudo mudarse a la misma ciudad que yo? Aquello me sorprendió gratamente, pues había estado un largo tiempo pensando en qué decirle, aunque sin esperanza de poder hacerlo, pues no esperaba volver a verla. Ahora podría decirle lo que pensaba, y hacerle sentir igual que ella me hizo sentir aquel día y hace un par de minutos. Porque supongo que eso es lo que hace la gente de mi edad... ¿no?

Por otra parte, me había pasado algo bueno, puede que hubiera hecho un amigo nuevo. No tuve la oportunidad de saber su nombre, pero se lo preguntaría después.

Sonó el timbre y me sentí un poco confundido al no saber dónde ir. Saqué un papel con los horarios y miré el número de aula junto con la clase que se daría ahí: Ciudadanía. Nunca entendí para qué servía aquella asignatura.

"¿A ti también te toca ir a Ciudadanía?" le pregunté al chico. Él asintió con la cabeza.

Caminamos hacia el aula de Ciudadanía.

"¿Cómo es que hablas coreano si vienes de China?" preguntó, mirándome. "Lo siento, llevo toda la clase de Lengua con esta duda." rió.

"Bueno, vivo en la frontera con Corea del Norte. No es lo mismo que vivir aquí, pero... se habla coreano."

"Ah, entonces ya entiendo el porqué de tu acento." dijo. "Por cierto, me llamo Jeno, no pude decírtelo antes."

"Jeno... me gusta tu nombre." dije. Entramos en la clase. "¿Conoces a alguien en esta clase?"

"Sí, a la mayoría. Llevo en este instituto cuatro años, he hablado con ellos." respondió. "No te sientas mal, nadie se fija demasiado en los nuevos. Simplemente serás el nuevo hoy, mañana será todo normal."

Agradecía sus palabras, pues evitaban que me sintiera inseguro, como antes. Quizás hacer amigos no era tan difícil.