cuarenta y cinco.

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Esperé a que el timbre sonara, tenía la sensación de que el tiempo cada vez pasaba más despacio. Miré mis manos mientras contaba los segundos. A pesar de que aquello hiciera que el tiempo pasara menos rápido, me servía como distracción para no pensar en quién estaba al otro lado del aula.

Cuando el timbre, indicando que una de las peores horas de mi vida había acabado, por fin sonó, cogí mi mochila y caminé lo más rápido posible, deseando llegar a mi casa para poder explicarle a Seulgi lo que había pasado.

Cuando llegué, me di cuenta de que el pequeño llavero no estaba. Era un llavero de Moomin que mi prima me regaló antes de irme de China. No me lo podía creer, era lo único que me recordaba a mi familia. Comencé a buscarlo por todas partes, pero no lo encontraba. Si no estaba enganchado a mi cartera, ¿dónde podría estar?

Solo esperaba que no se me hubiera caído en la calle, porque, si así era, debía darlo por perdido definitivamente.

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"¿Y estás segura de que no se te ha caído en la habitación?" preguntó Wendy al otro lado del teléfono. Había llegado un rato antes de que todo el mundo llegara para poder buscar mi llavero. Tal vez si no había nadie que pudiera impedirme la vista, sería más fácil. Aunque no era fácil encontrar ahí un pequeño llavero, de todas formas.

"No, lo busqué en todos los rincones. No está." respondí.

"Intentaré llegar un poco antes para ayudarte a buscarlo, pero no sé si Yeri querrá acompañarme."

"No te preocupes Wen, lo buscaré yo sola, está bien."

"¿Estás segura?"

"Segura."

"Cuídate mucho, y ten cuidado."

"Lo haré."

Alejé el móvil de mi oreja y seguí caminando hacia el aula de castigo de ayer. Tal vez allí podría estar.

Pero no, no estaba.

Pasé unos veinte minutos buscando antes de que las personas comenzaran a llegar, y entonces tuve que dar por zanjada mi búsqueda. Hasta luego, Moomin.

Con pesar, entré en el aula de la primera clase y me senté donde siempre, sola. La clase aún estaba vacía, así que continué aburriéndome.

Con suerte, dejé de pensar en aquello y me pude concentrar en las clases, las cuales pasaron algo lentas hasta que el timbre que indicaba que la última se había acabado, y podríamos irnos a casa.

Caminé por el pasillo, cuando me pareció ver una pequeña bola blanca. ¿Quizás podría ser mi llavero? Aprovechando que aún no había mucha gente, corrí hacia ella, pero no pude alcanzarla porque alguien le había dado una patada y la perdí de vista. Genial, Yina.

Una chica de instagram dijo que quería acabar con su vida y que nada podía ser peor y que iba a morirse dentro de poco, entonces me preocupé mucho porque nadie había dicho nada, así que escribí un texto hablando de mi experiencia y por qué no debía pensar en cosas así, un texto enorme. Lo único que me respondió fue "lo siento gracias" y ahora me siento fatal D:

¿Alguna vez os ha pasado algo así?

once again || huang renjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora