Tuve un amor... sí, tuve uno; lleno de cosas buenas y malas, real y sobrenatural, como pocos y común, entregado, sin interés (hasta donde aguantó), secreto como una logia, bello y crudo, ocaso de amor, con rocíos y sin sol, a veces limpio, otras veces sólo fue lo que quisimos que fuera. Tuve un amor sacrificado, lleno de dolores, más que satisfacciones, mentiroso y soñador, salpicado de pasado, pero con futuro. Tuve un amor masoquista, infeliz y presuroso, abarrotado de caricias, fuegos y otros elementos, un amor cantante, trovador, errante, sin hogar, sin espacio ni tiempo, pero impresionante. Tuve un amor estrella, pianesco, juguetón cuando se podía y serio cuando debía; un amor caramelo, cielo y amargo, un amor aguacero, sol, margarita y otoño. Tuve un amor alegre, lágrima, pensamiento y celos; un amor de kilómetros de cercanía, pero imposible de ver, tener y hacer. Tuve un amor pasión, beso y soledades acompañadas; un amor esperanza y hasta ahí, nada más que eso... Tuve un amor, si: un amor sincero y al revés, porque mentir es preciso; un amor suero, café, roble, hojas secas, nube sin forma, lluvia sin parar, mango, juventud... un amor antifaz, sonrisa fingida, mentira piadosa, rezo, sin edad, surtidor a dos manos, morada de ilusiones, iluso, como no... un amor jardín, guitarra, césped sin cortar, letra de canción sin editar, un amor mágico, irreal, pero cierto y tangible. Tuve un amor madera, luchador, revolución, toque a degüello, tambor, clarín, serenata, rosa, jazmín, clavel. Tuve un amor girasol, guerrero, soldado sin arma, un amor emperador, conquistador, persa y troya, caballero, peón. Tuve un amor motel, caricias prohibidas, besos mojados, un amor cinismo, deseo, sexo, Brown, Da Vinci y Monalisa. Tuve un amor as bajo la manga, sangre, vinagre, vino en vaso, copa con café, mil y una noches, Gabo y Cortázar; un amor, las horas y sus voces, desvelo, ojeras y silencios sin poemas. A veces bueno, más malas compañías que buenas enseñanzas. Lo cierto es que, cuando se pierde un amor así, canalla, cobarde, misterioso, Quijote, despilfarrado y careto, uno debe aprender que olvidar no es sensato, sino recordar y recordar... y seguir recordando sin que duela.
Tuve un amor sangre, vena, búsqueda, cuerpo sin espíritu. Un amor respeto, cuando convenía; un amor chocolate, flecha, pesa, castaño, piel, aire, tierra, agua y lo que sigue. Tuve un amor vulgar, egoísta, igual a todos los amores únicos, pero igual al fin y al cabo. Un amor Silvio, Serrat, Sabina; un amor rencor, pimienta, ají, ganas, mar, arena, agua salada. Tuve un amor sordomudo, vida, sax. Tuve un amor, que ya no está, que recuerdo, que añoro, que no quiero ver ni en un Monet, que no me hace falta, que ya no es amor...