10. ❛Surprise❜

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—¡Hyung!

Me tensé. Detuve mi andar y volteé hacia Jungkook, sonriendo cálidamente.

—Kookie, qué sorpresa. ¿Cómo va todo en tu facultad? —interrogué, amable. Continuamos nuestro camino. Bueno, el mío. No sabía qué hacía el menor aquí y tampoco estaba muy interesado en investigarlo, necesitaba encontrar el peluche rápido.

—Todos han estado muy metidos en sus asuntos —musitó dulcemente. Asentí, mirándolo de reojo—. Hyung... Namjoon quiere hablar contigo —explicó, nervioso. Enarqué ambas cejas, silbando.

—¿Cómo dices? Eso es raro, ¿qué necesita? —pregunté tranquilo, tratando de sonar lo menos emocionado posible. Después de todo, mi eterno amor por él... Mi compañero de vida, jamás podría borrar tal mágico sentimiento.

—Pues... Necesita arreglar las cosas contigo, eso es lo que creo. Además, llegó alguien muy importante para ambos a la Universidad, ya sabes, por la festividad... Y dudo que te guste tener que explicarle la situación en la que están. Pero todo eso debería explicártelo él, no yo —argumentó con cansancio. Suspiré, deteniéndome bruscamente. Le sonreí y tiré juguetonamente de sus mofletes, recibiendo un sonrojo de su parte. Sin embargo, noté su entristecida mirada y algo dolió dentro de mí.

No quería ser el causante de la tristeza de mi niño. Ya había tenido suficiente con todos estos años de mierda. Me negaba a verlo mal.

—Lo lamento, Kookie. Sé que estás intentando ser lo más considerado conmigo pero, no tengo ganas de estar pensando en él ahora. No sé cuál será su punto y tampoco quiero saberlo. Ahora debo buscar las piezas para la competencia, así que, ¿hablamos luego? —y antes de terminar nuestra charla, me marché.




—¿Dónde podría este imbécil esconder algo con tanto valor? —mascullé, pasando a un lado de la secretaría por, ¿séptima vez? Sí, me había esmerado en hacer un buen trabajo. Llevaba un conejo de plástico y la dichosa pintura de Arte. Me faltaban muchos objetos y, entre ellos, estaba el estúpido peluche de negro con rojo.

De repente, fue como si el mundo estuviera de acuerdo en verme feliz y ganando como el príncipe del festival. Bueno, no es como si hubiera alguna clase de premio exclusivo como ése, pero me ponía enormemente satisfecho la idea de ser reconocido por mi pequeño aporte a la alianza.

Noté al director junto a la oficinista, ambos riendo a carcajada limpia. No fue exactamente eso lo que llamó mi atención. Fue el hecho de que aún se oyeran ruidos en el interior de la estancia. Y no cualquier ruido. Eran maldiciones en acompañamiento de golpes. Cerré los ojos, acercándome a la puerta y tratando de agudizar mi oreja. Nuestros sentidos le sacaban mayor ventaja a los alfas, eso era lo único que podía admirar de los de nuestra clase jerárquica.

Eso y el maravilloso sexto sentido.

Quizá mi ridículo sexto sentido me dijo: ''entra, tu alfa te espera''.

A pesar de que el idiota tras la puerta no fuera precisamente mi alfa. Incluso si su colonia, tan embriagante, se deslizaba por todo mi jodido sistema respiratorio; me negaba a aceptarlo como alfa propio. Sólo venía en busca de un objeto... Y él no estaba incluido en el paquete.



—¡Tú! —grité roncamente— ¡Te pillé con las manos en-


Y vi a Yoongi.

Un Yoongi envuelto en rosado.

❛White Night❜ 🠔 {YoonJin}ܟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora