—Princesa —balbuceó de piedra, vistiéndose rápidamente mientras Jungkook me observaba asustado.
Trataba estúpidamente de taparse con la sábana.
¿Para qué? Ya le había visto el alma miles de veces y no dudaba que Namjoon también lo hubiera hecho. ¿Cuántas veces sus manos pasaron por su cuerpo sin yo saberlo? ¿Cuántas veces viví enredado en una mentira?
Me encogí como pude y di indicios de sonreír forzosamente antes de proceder a abandonar el cuarto.
Pero, ¿por qué debía hacer eso? ¿Por qué debía rendirme con tanta sutileza y fingir que nada ocurría, que podía ser humillado todo lo que los demás desearan? ¿Esa era el temperamento de diamante que solía predicar a viva voz? ¿Esa era mi reacción luego de cinco años de relación? Golpeaba a quien sea que alterara mi sitio de paz. ¿Ellos no estaban estrujando mi maldito corazón?
Ya había sido engañado, ¿no era así? Y aunque jamás me conocí por ser expresivamente agresivo esta vez estaba dispuesto a demostrar la misma sutileza que solía explotar en la sala de infantes. Si necesitaba una excusa para romperlo, una justificación para lanzarle cubiertos a la cabeza y una razón para romperle la maldita cara de deficiente que traía últimamente; éste era mi momento, ¿me equivocaba?
Tantos años arrullando mis ataques de histeria y... ¡por fin iba a concluir con dos asesinatos a sangre fría!
De acuerdo, quizá exageraba un poco y me iba por los extremos... Pero algo similar a eso se sintió tener que fianlizar esta absurda etapa de mi vida. En vez de cerrar la puerta y marcharme sutilmente, me encaminé y agarré el maldito cabello de mi dongsaeng a medida que lo lanzaba contra el suelo. Yo era su hyung y tenía todo el endiablado derecho de colocarlo en sus cabales. No había respuesta más lógica que esa ni justificación más duradera.
—¡¿Cuál es tu maldito problema, Jungkook!? ¡¿Sabes cuántos jodidos años pasé cuidando de ti!? ¡¿Y me vienes a hacer esto, mocoso estúpido!? ¡¿No tienes respeto por tus mayores, no tienes un coño de respeto por el hombre que siempre protegió cada mísera parte de ti!? —repliqué hecho una furia, las palabras siendo rápidamente encausadas a medida que observaba a Namjoon quien seguía en estado de paralización— ¡Los he visto, he visto todo desde siempre! —grité entre sollozos, mirando ahora a mi futura ex-pareja— ¡Lo peor de todo es que me pone más endemoniadamente triste la idea de pensar que nuestra amistad no significó nada para ti! ¡¿Por qué no has podido disculparte adecuadamente para volver a ser los amigos que siempre hemos sido? —jadeé, sintiendo las lágrimas caer una tras otra. Lo vi detenerse, sin ganas de seguir peleando y apartar la mirada por -seguramente- la vergüenza. O eso quería creer, porque de Jungkook no sabía qué esperarme— ¿Por qué no has podido ser honesto para así llenarte de abrazos y dar por finalizado todo este embrollo? ¿Por qué has tenido que arruinarlo tan mal? —balbucí gangoso, sintiéndome demasiado débil para siquiera seguir golpeándolo.
Eso me hacía sentir peor. ¿No tenía el coraje de cachetearlo, pegarle las bolas, algo? Nada. Nada salía de mí y nunca lo haría porque el enano se había ganado un lado sustancial en mi vida y en mi corazón. Odié ser tan sensible para ese entonces. Quería destrozar todo y a la vez me sentía temeroso de poder hacerlo, de arrepentirme después del acto. Pronto sentí a Namjoon sacándome de encima. Agradecí mentalmente el gesto y me aparté con brusquedad, dándole un puñetazo en la cara que lo dejó con las defensas bajas. Al menos tuve la audacia de arañarlo con lo mejor que pude. Mis nudillos se sintieron desgraciados y creo haber escuchado mis huesos tronar. Estúpido negro con músculos de hierro. ¡Estúpido él!
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❛White Night❜ 🠔 {YoonJin}ܟ
FanficFanfic ganadora en el concurso #yoursawards2022 ❝Kim Seok Jin es un omega que acaba de ser trasladado luego de haber pasado la mayor parte de su vida en el extranjero; y Min Yoon Gi es -para muy mala suerte suya- el nuevo compañero de cuarto con el...