Fanfic ganadora en el concurso #yoursawards2022
❝Kim Seok Jin es un omega que acaba de ser trasladado luego de haber pasado la mayor parte de su vida en el extranjero; y Min Yoon Gi es -para muy mala suerte suya- el nuevo compañero de cuarto con el...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Estás bien, Jin? —escuché decir a Sandeul.
Mi celo. Carajo. No, no estaba nada bien. Quería llorar, quería agarrar mi dignidad e irme corriendo. Soportar a un omega en esta situación...
—¿Jin? —preguntó nuevamente Yoongi, luciendo más preocupado de lo que esperaba.
—Lo siento mucho —gimoteé asustado, viendo a Seungjun respirar entrecortadamente y lanzarme una afilada mirada que logró colarse hasta la boca de mi estómago. Me deseaba. Estaba deseando tomarme a causa de mis estúpidas hormonas.
Alguien máteme, la puta mierda.
—¡No lo mires así, imbécil! ¡¿No ves que lo asustas?! —trató de razonar Sandeul, golpeando a su amigo con bravuconearía y tomándolo del cabello antes de invitarlo a olisquear su propio cuello. Me estaba cuidando. Sandie estaba protegiéndome. A pesar de ser un alfa estaba usando todo su maldito sentido de la cordura para tranquilizar al mayor y, en su lugar, darle a entender que yo seguía siendo el mismo. Usó su propia fragancia para calmar al alfa. ¿Lo estaba seduciendo para que se desconcentrara y pasara de mí?
Seungjun no dudó en hacerlo, aspirando con desesperación el aroma de mi amigo y mordiendo brutalmente la zona. Deduje su inevitable dolor por la manera en que se arqueó; me sonrojé por lo sexual que se había visto aquello. Asimismo, Sandie no dudó en temblar, jadeando por lo bajo y enredando tranquilamente sus dedos en el terso cabello del más alto—. C-cuidado, bestia —susurró avergonzado, mirándome de reojo y sonriéndome con confianza al ver mi cara de susto. ¡Se estaba compadeciendo de mí! ¡A pesar de ser él la pobre criatura bajo los labios de ese monstruo que teníamos por amigo!
Pero sí, estaba preocupado, no lo negaría. No quería que le pasara nada a él por culpa de mis feromonas. ¡Ya hacía suficiente al tapar mi aroma a omega en celo!
Oí a Yoongi gruñir y pronto me hallé ronroneando sobre él, casi de manera automática. Estaba celoso. Estaba ladrándole a los chicos para alejarlos del sitio. Me sorprendía su atrasada reacción pero también lo apreciaba. Estaba controlándose para evitar un posible disturbio en medio de un lugar público, lo podía sentir con sólo tocarlo.
—Tranquilo, alfa —señalé dulcemente, mirándolo fijo—. Él está procurando protegerme, ¿no es eso ser muy buena persona? —interrogué, sonriendo abochornado. Yoongi no dudó en ruborizarse, removiéndose en gusto por la forma en que había sido llamado.