Fanfic ganadora en el concurso #yoursawards2022
❝Kim Seok Jin es un omega que acaba de ser trasladado luego de haber pasado la mayor parte de su vida en el extranjero; y Min Yoon Gi es -para muy mala suerte suya- el nuevo compañero de cuarto con el...
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Un día recibimos un llamado. ''El profesor está con licencia así que deberán compartir clase de educación física con el maestro de pedagogía en música'' al escuchar eso, todos saltaron eufórico, locos de felicidad. El maestro era un asco, siempre sentándose a comer sándwiches mientras nosotros veíamos. Éramos el tipo de alumnos que trabajaban duramente más de dos horas consecutivas y él... Era la clase de maestro que no movía ni un solo dedo para enseñarnos correctamente. A pesar de no tratarse de la preparatoria, era nuestra obligación como estudiantes mantenernos en buen estado físico ya que pasábamos la mayor parte del tiempo encerrados en los condominios. Además se sumaba a una nota y si no estabas en una buena proporción a tu medida, serías recetado por la enfermera durante siglos.
Así fue como empecé a compartir clases de gimnasia con Min Yoon Gi.
—¡Eso, Seokjin! ¡Lo haces muy bien, muchacho! —asentí, sonriendo como nunca en la vida. Me encantaba ser halagado. Si había algo que deseaba con todas mis fuerzas era ser constantemente alabado por mis acciones hasta el día de mi muerte. En esa ocasión, mi acción era la de usar como saco de boxeo a uno de la clase de música. Me veían horrorizados, como si fuera un ogro en vez de un adorable omega con tendencia a lo agresivo— Caray, mocoso; ¿no has pensado en inscribirte en alguna academia deportiva? ¡Tienes el cuerpo! Con alguien como tú la voz sería necesario —regañó juguetonamente, golpeándome el hombre de una forma que no llegué a sentir. Después hizo lo mismo con el chico que se hallaba medio desmayado en el suelo, pero éste a diferencia de mí, jadeó entre alaridos. Suspiraba entrecortado.
El maestro no era rudo en lo absoluto, ¿por qué se quejaba?
—¡Aprendan de esto, gallinas! ¿¡Alguien que tenga los huevos para incluirse?! —y todos dieron un paso hacia atrás, aterrados. Sonrojado, agaché la cabeza.
Sólo un chico de mirada aburrida fue capaz de mantenerse en el mismo lugar. Quizá por flojera, quizá por desinterés o quizá porque no prestaba atención a la clase.
—¿Vas tú, Min? ¡Como se esperaba de mi estudiante estrella! Venga, a los golpes —y me palmeó la espalda. Sí, ése era Yoongi. Sonreí forzoso y asentí, poniéndome en posición defensiva y rehuyendo a cualquier movimiento que pudiera preparar el contrario. El problema era que no quería verlo. Y si no lo veía, más de un golpe me atolondraría.
Me avergonzaba mostrarle esta parte de mí. Últimamente me cohibía de sólo pensarlo odiándome por ser como era. Yo, ¿se entiende? ¡Yo, que me había autodenominado príncipe! Kim Seok Jin al que las opiniones ajenas le eran irrelevantes. Me sentía como un cachorro asustado, sí, como Exterminador.