—¡Yo no soy un imbécil, Min Yoon Gi! —vociferé tenaz, interponiendo un brazo contra el otro y haciendo notar mi disconformidad—: Soy justo, que es distinto. Así que métetelo en la cabeza —rezongué, apretando las cobijas hacia mí y puliendo el afanado puchero de cuentas. Yoongi hizo un movimiento inservible, tratando de conseguir mi tacto y siendo contestado por la furia de mi palma.
—Disculpa, cielo. Pero lo acabas de joder todo impidiéndome tener a mis mocosos por tu inseguridad de mierda —sonrió coquetamente. Altanero, vanidoso..., tirano y despótico sólo como él lo sería. No era perfecto. Era un cabrón de primeras, un mandamás. Un capullo de mirada dulcinea y que simulaba encanto prologando. Exudando la rabia en capas de predilección. Era una persona dominante, que buscaba a un lindo corderito apocado y que, sin embargo, habría de terminar en las fierras garras de un dragón lanza-llamas. Yo era como un hombre molesto las veinticuatro horas del día y también podía ser el mejor de sus sueños. ¡Podía! ¿Cuánto podía...?, ¿a cuánto podíamos llegar con nuestras tremendas diferencias? ¿Cómo serían nuestros cachorros, cómo sería nuestra relación? ¿Nuestros hijos pelearían constantemente por llevarnos la contraria, tal y como nosotros frecuentamos hacerlo? Mis cachorros- no, ¡nuestros cachorros!; ¿serían afortunados de estar con padres prepotentes y excesivamente azucarados?— En caso de que NO te amara, tampoco era la mejor de las opciones alejarme de mis bebés sólo por tus caprichos —consecutivamente trenzó sus extremidades, imitándome.
Apreté la mandíbula—: Esto no habría pasado si tú no fueras un cabronazo que-
—¡Yo jamás te habría impedido estar con nuestros hijos!
Me sentí arder de rabia. ¡Lo decía así, tan fácil! ¡¿Qué sabría yo que esta bestia me quería?! ¡No sabía una mierda! Él era el culpable de todas mis perplejidades y vacilaciones. Él era el padre de ellas y ahora también era el padre de lo que habría creado en mi vientre. Dos motitas llenas de energía y voluntad crecían aquí. Y yo les daba de comer para que un día saliesen y fueran igual de contundentes como lo era la personalidad atrofiada de Yoongi. Bueno..., también la mía. Ambos estábamos mal en muchas cosas. Pero..., ¿eso significa ser humano, verdad? Eso es ser imperfectamente perfecto—. Pero te hubiese gustado. Después de todo a ti te gustaría ser un omega, ¿no? —pregunté sardónico, mordaz a cada palabra y negándome a perdonar su insolencia. Sí..., omega. Cómo olvidarlo. Cómo olvidar cuando escuché esas palabras de su boca. Él necesitaba un alfa. Un macho proveedor. La continencia de sus llantos y disparates. No a una mosca fraudulenta..., no a un zumbido socorriendo en cariño desmerecido.
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❛White Night❜ 🠔 {YoonJin}ܟ
FanficFanfic ganadora en el concurso #yoursawards2022 ❝Kim Seok Jin es un omega que acaba de ser trasladado luego de haber pasado la mayor parte de su vida en el extranjero; y Min Yoon Gi es -para muy mala suerte suya- el nuevo compañero de cuarto con el...