Capítulo 20. Te odio.

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Narra Morgan

Nunca antes había sido de aquellas personas que ante el más mínimo roce podría llegar a despertar de algún sueño, pero esta vez había sido la excepción y cuando sentí una puerta siendo cerrada con rapidez y fuerza no pude evitar despertar. Fingí seguir durmiendo hasta que, cuando supe que ya no había nadie que pudiese descubrirme, observé a mi alrededor. Estaba oscuro. Demasiado. Lo único que podría brindarle vida a aquel lugar era el bullicio que se oía a lo lejos entonces decidí incorporarme en el asiento y así poder tener una mejor vista sobre el lugar donde me encontraba.

Entonces​ mi respiración se atascó.

Este lugar lo conocía, y no como algo de lo que me haya sentido orgullosa alguna vez visitar y poder compartirlo con los demás. La había pasado demasiado mal gracias a este lugar y lo que menos quería hacer era estar allí. ¿Por qué Mason nos trajo hasta aquí?

Más confundida que sorprendida, salí del desastre andante y a lo lejos observé una ronda de personas, estaban alentando una pelea, de eso estaba segura. Como había dicho antes, no era mi primera vez aquí.

No sabía muy bien qué hacer; si ir en busca del chico culpable de mi presencia en este lugar de mala muerte o escapar, arriesgándome a ser raptada, robada, asaltada o vaya a saber Dios qué clase de perversión podría llegar a cruzar por la mente de algún idiota.

Ingresé otra vez, con la esperanza de encontrar las llaves del auto de Mason y así poder huir sin embargo, no estaban. Busqué en la guantera algo que quizás pudiese ayudarme a contactar con él pero la búsqueda fue inútil. Su celular estaba aquí conmigo y tampoco podría haberlo llamado de no haber sido así, pues yo tampoco tenía saldo. Lo que sí pude encontrar fue un paquete de cigarrillos. Lo cual encendió mi curiosidad y entonces recordé que Mason fumaba, sólo cuando lo necesitaba.

No sé por qué razón le quité uno, seguramente no lo notaría.

Mi espera no fue mucha cuando oí unas voces que se acercaban. Era él, sin embargo me sorprendí de ver a Chris y a Michie y por lo que veía no estaban muy felices. Y más llegué a entender cuando supe de qué se trataba todo. Mi mejor amiga estaba furiosa y no la culpo, creía saber quién era aquella persona que le encantaba difamar sobre los demás y al observar la furia de la rubia pude confirmar que se trataba de ella. ¿Quién más si no? Salí del auto silenciosamente y caminé a unos metros detrás de ellos. Ahora hablaban de Chase y admito que me decepcionó que Mason haya creído aquellas palabras pero no podía decirle nada.

Porque podrían ser ciertas.

—Es Chase. —dije lo suficientemente alto como para que Mason me oyera. Su rostro mostraba indiferencia, sin embargo sabía que millones de preguntas rondaban por su cabeza, al igual que yo lo estuve hace un tiempo atrás.

—¿Qué demonios hacemos aquí? ¿Tú viniste? —observé a mi mejor amiga, la cual apretaba sus puños conteniéndose.

—Sí. —dijo sin cambiar su expresión. —Y no me iré hasta que la golpeé. —me asusté de su determinación. Michie realmente era capaz de permanecer aquí durante una semana hasta que Hanna hiciese de su presencia y así poder golpearla.

Volteó con rapidez y caminó a paso firme hacia la ronda entonces corrí tras de ella, arriesgándome a que la ex novia de mi novio me viese y era algo con lo que realmente no quería lidiar en ese momento. Mi mente estaba hecha un caos por más que no lo demostrara.

Un Plan Desastroso ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora