Narra Mason
Desde que Morgan y yo comenzamos a hablarnos otra vez sentí como un peso se quitó de mis hombros. No iba a negarlo, maldición, ella estaba haciendo algo conmigo y no sabía si eso era bueno pero cuando estábamos juntos se sentía realmente bien. Me gustaba, demasiado. Y no iba a alejarme de ella a pesar de sentir lo que siento.
Pero tenía miedo. Miedo a confundir las cosas y volver a alejarla de mí. Por eso, por más que me costara, debía seguir ignorando cómo mi cuerpo reaccionaba cuando ella estaba cerca de mí.
Pero de vez en cuando me permitía dejar volar mi imaginación e intentar idealizar una Morgan y yo juntos, de ESE modo. Y no sabía si era bueno o malo. De todos modos lo veía un poco inalcanzable; Moh estaba con el idiota de Chase y por más que ella no lo amara -lo cual me hacía sentir mal porque me hacía sentir bien- no iba a dejarlo. Y eso me molestaba, pero yo no podía obligarla a nada y sólo tenía que conformarme viéndola de lejos.
Tan lejos y tan cerca... Justo como ahora. Ella estaba entre mis brazos. Sonreí, porque había pasado mucho tiempo desde la última vez y ahora siendo consciente de mis sentimientos se sentía de otra forma. Y me gustaba mucho.
—Creo que ya deberíamos irnos. —dijo Meghan cuando observó las ramas de los arboles sobre nosotros mecerse con fervor. El cielo azul oscuro iba tornándose de rosa lentamente anunciándonos una tormenta que se aproximaba. Esa fue nuestra señal para marcharnos. Lo peor de todo es que yo era el encargado de dejar a cada uno en su hogar porque había sido el conductor asignado.
—Oigan, esperen. —habló Reese aunque todavía ninguno de nosotros habíamos hecho el amague de movernos. —Cuando les dije de que podía ayudarlos a vengarse lo decía en serio.
—¿Y cómo pretendes vengarte de ellos? Tú eres parte, debes conocer cuáles son sus debilidades. Debes ayudarnos. —dijo Chris preocupado.
No iba a negar que el que todos contaran con su ayuda me molestaba un poco porque mi mejor amigo no se equivocaba, él era el único que podía ayudarnos y el ver que yo no podía hacer más que obedecerlo me enfurecía. Porque quería ayudar pero no sabía cómo.
—¿Y por qué no simplemente los dejamos en paz y ya? —propuso Meghan su rostro pintó una expresión de miedo.
—No me digas que le temes a esos idiotas... —Michie se cruzó de brazos en una pregunta más bien retórica que molestó a la morena.
—Oye, ni siquiera fui parte de esa vez que provocaron a los universitarios. Ninguno de ustedes lo fue. —dijo refiriéndose a Michie, Paul y Chris. —Es más pienso que la culpable es la única que debería hacerse cargo.
Morgan se removió de mis brazos y dio un paso al frente hacia Meghan.
—Tienes razón. Ustedes no deberían siquiera estar considerándolo, podría llegar a ser peligroso. Yo me metí en esto.
—Yo también estuve allí, Morgan ¿Lo recuerdas? —dije un poco molesto. —No tienes que echarte toda la culpa tú sola. —tomé su mano. —Y ustedes, chicos, tampoco tienen porqué estar haciendo esto.
—Mason, ¿Qué estás diciendo? Tú...
—¿Cuál es tu jodido problema, Meghan? —le grité cuando noté que en realidad todo era en contra de Moh y ya se trataba de algo más personal. Era mi mejor amiga, sí, pero no tenía derecho a ser mierda con ella.
Su rostro molesto cayó, segundos después corrió hacia el auto, encerrándose dentro. Al instante me sentí como la mierda. No debí gritarle así.
—Mason... —ya veía venir el sermón de Chris.
—Sí, lo sé. Fui rudo. —resoplé. —Luego me disculparé con ella.
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Un Plan Desastroso ©
Novela JuvenilA ver... ¿Cómo reaccionarías si, en un momento de sospechas decides seguir a tu padre y, en ese destino te encuentras con lo que será el encargado de arruinar tu vida? Y no, no hablo sólo del hecho de descubrir que tu padre tenía una novia secreta y...