No es lo que parece.

Capitulo 2.

Llegué a casa y como siempre no había nadie, mamá llegaba a la noche de trabajar y Lucas se quedaba a dormir en lo de su compañero de universidad. Dejé las cosas arriba del sillón y puse música en el equipo del living mientras pensaba en qué cocinarme. Pasar tantas horas en el colegio me dejaba hambrienta así que me decidí por hacer arroz con alguna salsa. Esperaba a que hierva el agua así que agarré mi celular para entrar a mis redes sociales, en instagram me apareció una foto que subió Adele dándose un beso con Steve mientras atrás salían otros compañeros todos transpirados y con vasos en las manos. Qué asco, me repugna que hagan cosas así. Sonó el timbre de casa y me hizo sobresaltar porque no esperaba a nadie aunque ya me imaginaba quien podía ser. Elise entró como si fuera su casa apenas abrí la puerta.

-Aliméntame, mis visitas no son gratis querida.- A veces me sorprendía lo inusual que podía llegar a ser esta bestia que tengo como amiga.

-Cuando voy a tu casa no me das ni un vaso de agua y yo... ¿debo alimentarte?- Mi respuesta hizo que se le escapara una carcajada mientras se sentaba en la mesa a esperar por la comida.- Tenés suerte de que cociné bastante Lise.

-Em, me conoces, sabes que en mi casa no hago nada y a demás quería contarte bien lo que pasó anoche con Bran- Cuando yo creía que ya lo había superado, aparece el tarado dándole vuelta el mundo como siempre. Brandon es el ex novio de Elise que se aprovecha de que ella sigue enganchada con él para usarla a su antojo. Cosa que Elise no quiere admitir porque 'lo ama demasiado'.

-No quiero saber nada de lo que hayas hecho con ese tarado porque bien sabes lo que opino.- Se notó mucho la frustración en mi voz. Me apuré a apagar la cocina para que no se me pegue el arroz y ella contestó.

-No seas así Emma, estoy enamorada de él desde siempre. No es su culpa que yo sea la que le anda atrás.-

-Pero me molesta que seas así, no tenés que rebajarte tanto por un chico.- Ya estaba empezando a enojarme.

- Bueno, entonces contame vos. ¿Qué hacía el nuevo sentado en mi lugar?- Remarcó exageradamente el MI.

-Llegó unos cinco minutos tarde a la clase del profesor olor a ajo y no tuvo mejor idea que sentarse conmigo por más que se lo haya negado.- Mientras le explicaba servía la comida.

-Es lindo.- Dijo ella haciéndose la inocente y moviendo las cejas arriba y abajo.

-No empieces Lise, a vos te parece lindo todo lo que tenga dos piernas.- Nos reímos, me senté a su lado y empezamos a comer en silencio.

Durante la noche no podía dormir porque no soportaba aquellas pesadillas donde la sangre era lo que predominaba por donde mirara. Me sentía cansada, me lave la cara por tercera vez antes de acostarme, tenía ojeras que ya empezaban a molestarme por no poder descansar, corrí mi vista del espejo y fui directo a mi cama. Me convencí a mi misma que no iba a tener pesadillas aquella noche por lo que decidí dormir.

-Emma.- Susurraba aquella voz gruesa muy cerca de mi oído pero no podía ver nada.-Emma, te estoy buscando.- los susurros eran cada vez más fuertes y no lograba reconocer esa voz. Era familiar pero no sabía con exactitud de quien era.-¡EMMAAAAAAA!.- Ese grito desgarrador hizo que  abriera los ojos de golpe y me encontrara con unos ojos verdes brillantes mirándome de frente. No me esperaba eso y por el impacto cerré los ojos de nuevo. Cuando volví a abrirlos ya no estaban más aquellos ojos. Todo había sido una pesadilla. Mire mi celular, las tres y media de la mañana. Tenía un whatsapp de un número desconocido.

'Espero que no huyas cuando sepas quien sos.'

Quedé desconcertada al ver que no tenía ninguna foto de perfil y ni siquiera conocía el número. Fruncí el ceño y llamé. Sonó una vez. Dos veces. Tres. Cortaron. Me desespera no entender qué es lo que está pasando. Luego de un rato pude dormirme y esta vez sin pesadillas.