No es lo que parece.

Capitulo 21.

Los días pasaron rápido entre los entrenamientos y la escuela trayendo el mes de junio con ansias de empezar las vacaciones de invierno. Por suerte estaba descansando bien, las pesadillas solo aparecían de vez en cuando lo que me hacía descansar a la perfección. Descubrí que puedo leer mentes, manejar los cuatro elementos, manejar los objetos inanimados, también tengo velocidad y fuerza, todo lo que yo creía normal quedó fuera de combate con todo lo que me estuvo pasando últimamente. A veces creía que era solamente parte de mi imaginación, que en algún momento me iba a despertar e iba a ser todo un sueño, pero lamentablemente era la realidad.

 La relación con Thomas seguía igual que siempre, no hablamos sobre el tema del beso así que hicimos como si nunca hubiera pasado aunque me frustrara un poco porque mis sentimientos por él cada vez eran más fuertes. Alex se está convirtiendo en mi mejor amigo, con mi hermano y mi cuñada pasamos demasiado tiempo juntos disfrutando de nuestra compañía. Ellos me explicaron que mi transformación sería después de mi cumpleaños, así que faltaban cinco meses para que eso suceda. Mamá está un poco alejada de nosotros pero es porque tiene mucho trabajo que le impide disfrutar de su familia. Elise y Milo se fueron de la ciudad por un tiempo para no levantar sospechas con los Volturi aunque mantenemos comunicación constante, en julio nos iríamos todos a Bariloche para pasar las vacaciones juntos y no podía estar deseando más poder descansar esas dos semanas.

Era la tarde del viernes, mis ganas de entrenar este finde eran muy pocas así que organicé una salida con mi hermano, mi cuñada y Thomas para pasar unos días en el campo. Mi abuela tenía una casita ahí para pasar las vacaciones así que aproveche ese beneficio para que nos alejemos un poco de las obligaciones. Estaba guardando la ropa que iba a ser necesaria para pasar estos días mientras esperaba a los otros tres que me pasaran a buscar en unas horas, sonó mi celular con un whatsapp de Thomas que apenas me llegó lo leí.

'¿Hace falta que yo vaya?'

Puse los ojos en blanco, desde que tuve la idea de irnos él no quería saber nada porque no había ni internet ni señal en aquel lugar. Tuvimos una discusión al respecto en donde hubieron más comentarios sarcásticos que otra cosa, obviamente gané yo cuando le dije que si no aceptaba él iba a ir Alex en su lugar. Guardé unos pantalones en mi bolso deportivo para tardar en contestarle, hasta que finalmente no tuve otra opción.

'Todavía puedo avisarle a Alex para que ocupe tu lugar, como quieras.'

Terminé de cerrar el bolso y me acosté en la cama para leer un poco, volvió a sonar el celular, cerré los ojos fuertemente en busca de paciencia para no mandar a la mierda a mi amigo.

'Ja-ja que chistosa, estoy afuera. Tenés cinco minutos para bajar si no queres que me vaya solo con la parejita feliz.'

Abrí los ojos como platos asustada hasta que recordé que en segundos ya podía estar abajo, beneficios de ser anormal, levanté mis cosas y me fui directo hacía la entrada. Abrí la puerta y casi me desmayo al verlo con una campera universitaria color bordó haciendo lucir su color de piel y resaltando sus ojos color esmeralda. Él sonrió egocéntricamente, pasé por su lado chocándole el hombro con fuerza provocando una sonora carcajada de su parte. Subimos al auto de mamá, mi hermano manejaba mientras que Alise iba a su lado, así que solo quedábamos Thomas y yo en la parte de atrás. Él estaba insoportable, se la pasó todo el viaje preguntando cuánto faltaba para llegar o quejándose de que tenía hambre, se estaba comportando como un nene. Faltaba una hora, Alise estaba dormida, yo estaba intentando leer, Thomas seguía quejándose, mi hermanó frenó el auto con violencia bajándose y abriendo la puerta de mi compañero, lo bajó del brazo para llevarlo un poco lejos de donde estábamos. Yo me reía como idiota porque sabía que el estúpido de Thom había logrado que mi hermano pierda la paciencia, después de unos minutos volvieron a entrar para seguir con el camino.