Capitulo 4.

23 4 0
                                        



Mis lágrimas caían mientras afuera parecía que se venía el mundo abajo. Truenos, relámpagos y el viento golpeando mis ventanas con violencia me hacían estremecer. Si había algo a lo que realmente le temía era a las tormentas y no solo por el hecho de que son desastrosas sino porque me atormentan cada noche en mis pesadillas. Trataba de concentrarme en la película que estaban pasando en Disney Channel pero era imposible, la tormenta cada vez se intensificaba más. Me llegó un whatsapp del mismo número desconocido de ayer y no quise leer pero la intriga me mataba por dentro.

'No tengas miedo. Yo estoy con vos'.

Si la intención de esa persona era calmarme lo que hizo fue hacerme poner más histérica de lo que ya estaba. Lloraba como una nena de cinco años y tenía mucho miedo. Entonces otra vez decidí llamar a ese número, al segundo pitido atendieron.

-¿Hola?- Esa voz... juro que conozco esa voz de algún lado.- ¿Estás bien?- Había una notable preocupación en esa voz que no podía reconocer de quien era.

-¿Quién sos?- Salió como un murmuro lento y miedoso, más que nada por mi llanto.

-Soy Thomas, ¿quién te dio mi número?- No. Puedo. Creerlo. Él, mi compañero nuevo.

-Vos me mandaste whatsapp a mí. Yo debería hacerte esa pregunta.- Deje de llorar porque empezaba a enojarme con él.

-Yo no te mandé nada, ¿qué decís?- Le corté para fijarme de nuevo y no tenía ningún chat con ese número. Esto es demasiado raro. Sonó mi celular y atendí cuando me di cuenta que era Thomas de nuevo.- Hola, Emma, ¿qué pasa?-. Parecía confundido.

-No sé Thomas, ayer me habían mandando mensajes de tu número y recién también por eso te llamé. Pero ahora me fijé y no tengo ningún chat. Esto es demasiado raro.-Hablé temerosa, realmente no entiendo nada.

-Obviamente que es raro, porque yo no sabía que eras vos... Pero quédate tranquila ya vamos a averiguar que pasa.- Ahora sí que estaba confundida.- ¿Estás bien? Te noto con miedo.

-No me gustan las tormentas, nada más.- Cuando terminé de decir eso un trueno hizo que mi ventana vibrara y un pequeño grito se escapó de mis labios.

-Tranquila, podemos quedarnos hablando hasta que te duermas. Si te parece bien.- Algo había en él que no podía ayudarme a confiar.

-No, está bien. Me voy a dormir. Descansa.- No quería que sepa mucho de mí así que me pareció mejor cortar.

-Buenas noches.- Intenté dormir, di vueltas y vueltas pero hasta que la lluvia no cesó no pude pegar un ojo. Dormí como si no existiera un mañana, por primera vez en meses pude dormir como se debe. Me levanté de muy buen humor así que sospechaba que iba a ser un buen día.


El tan esperado viernes llegó rápido, cuando salimos del colegio con Elise nos fuimos directo a mi casa para comer algo y organizar alguna salida. Tenía ganas de ir al cine o algún restaurante. Ella quería ir de fiesta, lo que significa que no íbamos a ponernos de acuerdo.

-Por favor Em, es la primera fiesta que va a hacer Adele en su casa. No podemos perdernos eso. Va a ser un descontrol.- Parece que no me conoce mi mejor amiga para tratar de convencerme de esa manera.

-Por eso mismo no quiero ir. No me gustan los descontroles Lise, ya deberías saberlo.- Mi mal humor empezaba a florecer mientras mi amiga me miraba con carita de perro mojado.

-Va a ir Thomas.- La miré.- Sé que te interesa él, por favor dale.- No puedo creer lo que acaba de decir.

-No Elise. No vamos a ir ahí. Aparte lo vas a ver al estúpido de Brandon y vas a dejarme sola.- Puso mala cara por lo último.-Como siempre.- Agregué para que se dé cuenta mi odio hacia su ex.

-Mira Emma estoy tratando de ayudarte a que salgas más y sociabilices porque no puedo ser tu única amiga. No queres ir, bueno no vayas. Pero deberías darte cuenta que estando en tu cajita de cristal no vas a tener nada emocionante para recordar.- Tenía un buen punto aunque sus palabras me hirieran.- Lo hago porque te quiero, quiero que tengamos anécdotas divertidas juntas y no que te quedes solamente con tus historias fantásticas que vivís leyendo.- No hacía falta que trate de insultar a mis libros. Así que me acosté y la ignoré jugando a Sliter.io en mi celular.- Me voy.- Dijo después de un rato que estuvimos en silencio.

Eran las diez de la noche, yo estaba acostada mirando el techo aburrida y pensando en qué hacer, si ir o no a la fiesta de Adele. Elise me había dejado pensando respecto a no tener historias emocionantes que vivir. Vibró mi celular y lo ignore unos minutos hasta que volvió a vibrar. Lo agarré, tenía dos whatsapp de Thomas.

'Hey, espero verte en la fiesta. Me voy a aburrir si no vas.'

'Supongo que no queres venir pero te hago una propuesta, si venís te regalo lo que quieras.'

Sonreí como una idiota leyendo lo último.

'No soy de fiestas.'

Fue lo único que se me ocurrió decirle. Mientras esperaba su respuesta fui a mi armario a ver si tenía algo más o menos acorde para ir. Encontré un jean negro rasgado en las rodillas y una camisa blanca medio transparente, dudé pero al final me lo puse con mis vans negras. Este iba a ser un día diferente.

'Apuesto a que vas a venir. Te espero Em.'

Su seguridad hizo que sonriera otra vez. Me solté el pelo, lo tenía marrón oscuro y lacio hasta la cintura. Me delineé los ojos y me pinté los labios de rojo. Me miré por última vez en el espejo y me sorprendí porque no parecía yo. Agarré mi campera negra de cuero, el celular y salí de casa.

Cuando llegué ya eran las once y media, la casa estaba llena de gente, en el patio había un grupo de chicos fumando y algunas parejitas besándose como si fuera el fin del mundo. Entré buscando a Elise pero no pude encontrarla. La cara de sorprendida que puso Adele cuando me vio fue épica.

-Qué raro vos sola nena.- Me miró de arriba abajo haciendo una mueca de asco que ignoré.

-¿La viste a Elise?- Mi tono fue demasiado brusco y provocó una sonrisa en sus labios.

-Ya me parecía que no podías estar sin tu novia.- Éramos tan unidas con Lise que habían rumores de que éramos lesbianas porque nunca me vieron con un chico, si ya sé, unos estúpidos sin vida mis compañeros.

-¿La viste o no?- Ya era suficiente que quiera hacerme pasar el ridículo la idiota esta así que como no contestaba me di la vuelta para irme pero choqué con una pared. O más bien con el pecho de alguien. Cuando levante la mirada me encontré con sus ojos verdes y la sonrisa arrogante que lo acompañaba.

-Si buscas a la insoportable de tu amiga te aviso que está en una de las habitaciones con un chico.- Susurró Thomas en mi oído por la música provocando que me agarre un escalofrío.

-No me digas... Qué raro.- Dije con sarcasmo apartándome de él y yendo hacía el patio de atrás.

-¿Te vas a ir?- Venía caminando atrás mío y como no le prestaba atención me agarró del brazo.- No me dejes solo, no conozco a nadie y tampoco me apetece hablarme con estos tarados.- Dijo señalando al grupo de Steve. Me reí y yo lo agarré de la mano para guiarlo hacia donde iba.- ¿A dónde me llevas Em?- Lo miré con impaciencia.

-No seas ansioso Thomas, es una sorpresa.- Sonreí al ver que se confundía peor. Salimos al patio donde no había mucha gente porque hacía un poco de frío, lo guíe hasta el costado dónde había un árbol enorme me puse de puntas de pies y pude sacar la escalera que estaba colgada en una rama.- Subí.- Dije, aunque soné un poco agresiva pero suavice mi tono dándole una sonrisa.

Subió y después de un minuto también lo hice yo, estaba parado en la puerta de la casita del árbol que tenía Adele en su patio, estaba iluminada por una lámpara pequeña en el techo lo que provocaba que sus rasgos se vean sombreados. Abrí la puerta, prendí la luz y pasamos adentro. Estaba impecable como la recordaba, aunque un poco abandonada. Me senté en un almohadón, agarré otro, le di unos golpecitos con mi mano para que él hiciera lo mismo que yo. Se sentó y me miro expectante a lo que dijera. 

No es lo que parece.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora