No es lo que parece.

Capitulo 1.

Capitulo 1.

-Hola chicos mi nombre es Paul Conan y voy a ser su profesor de matemática- Había comenzado a hablar hace cinco minutos y ya no lo soportaba. A demás de ser viejo y canoso, tenía mal aliento a lo que se le sumaba lo exigente que era a la hora de enseñar su maldita materia.- Algunos ya me conocen de años anteriores y por lo que veo este año tenemos caras nuevas. Así que vamos a empezar con una presentación.- Uh no, ya empezábamos mal si creía que iba a pararme adelante de todos estos simios mientras decía mi nombre.- Empecemos con la fila de la pared. Digan su nombre, edad y lo que quieren hacer luego de terminar este año.

Lo único bueno de todo esto es que empezó por la fila contraria. Genial, me transpiran las manos. Mientras Adele se presentaba y hablaba de lo superficial que iba a ser su vida después de terminar el colegio, yo me preguntaba por qué mi mejor amiga estaba llegando tarde el primer día de clases. Y no es que Elise fuera la persona más puntual del mundo pero por lo menos se hubiera esforzado en no dejarme sola, aunque conociéndola seguro se quedó dormida. El sonido de la puerta abriéndose de golpe hizo que levantara la vista rápido para ver si se trataba de mi mejor amiga pero me encontré con unos ojos verdes que miraban hacia el profesor con terror.

-La hora de entrada es a las siete y cuarenta señor- Le dijo el profesor muy cerca de su cara por lo que él hizo una mueca de asco y yo retuve mi risa.

-Disculpe es que soy nuevo y perdí el colectivo profesor- El chico casi susurró mirando hacía abajo.

-Se la dejo pasar por esta vez pero la próxima le pongo una sanción- Ya lo detestaba al viejo olor a ajo.- Busque un lugar y siéntese que sus compañeros están presentándose.

El chico miro por los asientos vacios hasta que puso los ojos en mí y creo que hasta ahora no había sentido tantas ganas de gritar que estaba ocupado. Le di una advertencia con mis ojos pero a él pareció importarle poco porque se acercó despacio hasta mi lado y dejó la mochila justo en la silla de al lado mío. ¡Qué suerte la mía!

-Está ocupado.- Mi voz salió neutra en un susurro porque un compañero estaba presentándose.

-Yo no veo que haya nadie.- Susurró también sonriendo de lado. Por favor, esa sonrisa logró que mire más detenidamente sus labios.

-Pero mi amiga está por llegar.- Susurré aprentando los labios con fuerza. Mi celular vibró arriba de la mesa, lo agarré y tenía un whatsapp de Elise.

'Empecé con el pie izquierdo, ya se, culpa del UPD. Entro tarde'.

Cerré los ojos intentando mantener la calma y estaba por contestarle cuando mi compañero de banco se paró y empezó a hablar.

-Hola...- Sonrío de lado otra vez.- Mi nombre es Thomas Miller, tengo diecinueve años y cuando termine este año pienso tomarme un descanso y trabajar de cualquier cosa.- Lo último lo dijo tan rápido que tuve que parpadear varias veces para darme cuenta que me tocaba a mi. No tuve más remedio que pararme y seguir con la estúpida presentación.

-Me llamo Emma Evans, tengo dieciocho años y pienso estudiar diseño gráfico.- Hablé lo más alto que pude, no podía soportar las miradas sobre mi. Y tampoco sabía que podían hacer preguntas mis compañeros hasta que Adele levantó la mano y preguntó.

-¿Tenés novio?- Tenía ganas de escupirle la cara porque ella sabía que no me gusta hablar en público. Pero me contuve y contesté cortante.

-No.- Quise sentarme pero cuando estaba a punto de hacerlo, Steve, otro compañero preguntó.

-¿Y con quién vivís?- Los odiaba porque me estaban haciendo eso, ellos conocían mi historia por el estúpido de mi hermano que el año pasado había terminado el secundario. No quise contestar esa pregunta y el profesor sintió mi incomodidad por lo que siguieron mis compañeros de adelante.

 El primer periodo de la mañana se pasó rápido por suerte. Elise entró tarde, me contó que la noche anterior fue un descontrol y ahora sí podía entender porque muchos compañeros estaban durmiendo en el aula a la hora del recreo. Las horas que siguieron fueron más llevaderas porque los profesores eran más jóvenes y divertidos. A la una de la tarde ya había superado mi primer día de clases con éxito, mientras esperaba el colectivo me puse los auriculares y la voz de Ed Sheeran empezó a sonar.