Capitulo 5.

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-¿Qué se supone que hacemos acá?- Dijo él después de haber inspeccionado la casita con detenimiento.

-No sé, no me gustan las fiestas así que es lo único que puedo hacer para no dejarte solo.- Sonreí mirando el piso.- Todavía no logro entender lo que pasó con tú número.- Él me miró alarmado y sonrió tensamente.

-Yo tampoco entiendo, pero capaz que era alguien con la misma línea y se interfirieron los mensajes.- Se pasó la mano por el jopo echándolo hacia atrás, desordenándolo.

-No puede ser, debe haber una explicación más especifica.- Estaba convencida de que era imposible, miré hacia el techo.

-No le busques explicación a todo Emma.- Levanté la mirada clavando mis ojos marrones en los suyos verdes. Sonrió y después de unos minutos de silenció volvió a hablar.- Contame más sobre vos.

-No sé.- Levanté los hombros.- ¿Qué queres saber?

-¿Siempre viviste acá?- Se acomodó mejor en su lugar esperando mi respuesta.

-No, nací en Estados Unidos y cuando cumplí los cinco años vine a vivir a Argentina. ¿Vos?- Abrió un poco los ojos sorprendido.

-Nací en Bariloche y cuando cumplí los dieciocho vine a Buenos Aires.- Se cruzó de brazos.- ¿Tenés hermanos o hermanas?-

-Sí, tengo un hermano mayor, se llama Lucas.- Asintió y después de unos segundos agregué.- ¿Vos?- Me miro un poco inseguro pero contestó.

-Sí tengo tres hermanos y una hermana.

- Eso sí que es una familia grande.- Sonrió y negó con la cabeza.

-Lo era...- Susurró. Hizo que me estremeciera y me sintiera mal al instante.- ¿Vivís con tus papás?- Cambió su actitud triste por otra más divertida.

-Con mi mamá.- Sonrió un poco y golpearon la puerta. Adele asomó la cabeza y yo supe que a partir de ahí los rumores iban a ser cada vez peores.

-Thom.- Dijo ella con su voz de delfín agonizando.- La fiesta es abajo no está permitido esta acá.- El se levantó y me dio su mano para ayudarme.- Ella puede solita.- No pude evitar reírme por esa escena de celos que le hacía al chico.

-Deja Thomas, me tengo que ir. Nos vemos el lunes.- Mire hacia ella.- Muy buena fiesta Adele, chau.- Bajé despacio y me fui a mi casa.

Cuando llegue me di cuenta que tenía el celular apagado porque no tenía batería. Lo puse a cargar y apenas lo prendí me llegaron mensajes y llamadas perdidas de Lise. La llamé y atendió enseguida.

-No sabes lo que me pasó.- Estaba llorando, hablaba desesperada y no se le entendía bien.

-Elise, Brandon tiene que ver otra vez con que estés así y te juro que dejas de ser mi amiga.- La amenacé aunque sabía bien que el estúpido era el culpable de todo.

-Emma, me dejó otra vez. ¡Lo vi teniendo sexo con Carol!- Gritó histérica lo que hizo que cierre los ojos buscando paciencia.- ¡ES UNA ZORRA! ¡OTRA VEZ SE ACOSTÓ CON ÉL!- Eso era caer muy bajo para mi mejor amiga, así que la tranquilicé.

-En media hora estoy en tu casa con helado, no te preocupes.- Me agradeció y cortó. Me puse ropa más cómoda, agarre el helado, las llaves de la moto de mi hermano y fui directo a su casa. No tenía problemas en irme a esta hora de la noche porque estaba sola en casa y así eran casi todos mis fines de semana.

Cuando llegué me abrió su mamá súper preocupada por la hora en la que llegué pero le expliqué que Lise tuvo un problema amoroso lo que ella entendió y me dijo que cualquier cosa le avisara. Entré a la habitación, mi mejor amiga estaba tirada boca abajo en su cama llorando como un bebé. Me acerqué mientras dejaba los potes de helado en el escritorio, le toqué el hombro y ella se sentó. Me miró durante unos minutos y me abalancé sobre ella abrazándola. Después de estar un rato abrazadas nos separamos, pusimos crepúsculo en la tele y empezamos a comer el helado.

-Yo no entiendo por qué está tan bueno Jacob.- Dijo ella cuando él se sacaba la remera. Sonreí pícaramente y le pegué en el hombro divertida.

-Porque es un hombre lobo y ellos son calientes.- Afirmé subiendo y bajando las cejas con gracia.

-Cuando encuentres uno me lo presentas. ¿Por qué solo existen en las películas? Qué tristeza.- Se limpió una lágrima falsa y empezamos a reír como focas a punto de morir. Cuando terminó la película decidí contarle lo que pasó en la fiesta.

-Fui a la fiesta de Adele.- Le confesé agachando la mirada y jugando con la funda de mi celular.

-¿Qué?- No podía creer que yo le estuviera diciendo eso y la entiendo.

-Sí. Thomas me mandó un whatsapp para decirme que vaya o se iba a aburrir.- Sonreí recordando los mensajes.

-¿CÓMO QUE THOMAS TIENE TU NÚMERO Y ME ENTERO RECIÉN AHORA?- Bueno, eso no me lo esperaba.

-No sé, fue una casualidad.- Eleve mis hombros, y me rasque el cuello nerviosa.

-¿Y qué pasó?- Movió la mano incitándome a que continúe contándole.

-Nada, como había mucha gente y me sentía incomoda lo llevé a la casita del árbol.- Levantó sus cejas asombrada y antes de que su mente imagine cosas raras continúe.-Nos pusimos a hablar y me contó que nació en Bariloche y tiene cuatro hermanos. O tenía no entendí bien. Es algo... misterioso.

-Tengo que prepararme para darle la charla de mejor amiga a ese bastardo.- Puse cara de terror y ella empezó a reírse.- Que sea misterioso hace de él tu mejor pretendiente. Te conozco.- Dijo segura.

-No Lise, no quiero sentir nada por nadie. No después de Mat.- Bajé la cabeza y ella me la levantó agarrándome del mentón.

-No todos son como ese hijo de puta Em. Hay mejores personas y vos te lo mereces. Date una oportunidad.- Sonreí por las palabras sinceras de mi amiga. Nos acostamos y a los minutos nos dormimos. 

No es lo que parece.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora