Capitulo 27.

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Thomas Smith en multimedia. 


La semana se pasó rápido, cuando me quise dar cuenta tan solo faltaban cuatro días para que con Thomas nos vayamos a España junto a Milo y Elise. No hubo ningún suceso sospechoso después de lo que pasó en la ruta, Alexander seguía investigando junto a Dylan quién podría haber sido el causante de nuestro accidente. Por otro lado Alise se comportaba muy cariñosa conmigo, eso era sospechoso porque siempre me trataba normalmente.

Estaba acostada en la cama boca arriba contemplando el techo de madera perdida en mis pensamientos, como todas las madrugadas no podía dormir. Me sobresalté cuando sentí un cuerpo cayendo a mi lado, el único que entraba a la habitación sin golpear era Thomas. Cerré los ojos disfrutando de su compañía en silencio, estuvimos así unos cuantos minutos hasta que él habló.

-La primer luna llena después de tu cumpleaños va a ser tu primer transformación.- Asentí con la cabeza, no me gustaba hablar de ese tema.- Tu cumpleaños es el veinte de noviembre y la próxima luna llena es el dos de diciembre. Esas dos semanas que hay de diferencia van a ser muy difíciles para vos.- Asentí nuevamente.

Lo sabía, sabía que era imposible negarme a mi naturaleza por ende no podía evitar la transformación. Por lo que me contaron sabía que iba a ser doloroso e insoportable, incluso las semanas después de mi cumpleaños hasta la luna llena iban a ser un dolor de cabeza en lo más literal de la palabra. Algunos híbridos no pueden contener sus poderes y pueden ser realmente una amenaza para la sociedad. Me aterraba la idea de lastimar a las personas que más amo, Lucas me contó que en su transformación se fue unos días al campo para no ser tan peligroso. El problema es que el día de mi cumpleaños yo iba a estar en un país desconocido donde podía suceder cualquier cosa.

Seguíamos acostados en silencio, lo miraba de reojo y no podía creer en lo importante que se estaba convirtiendo él en mi vida. En tan pocos meses todo tomó un rumbo que jamás esperé que sucediera. Ser un híbrido jamás había estado en mis planes y todavía no podía caer en cuenta del poder que podía llegar a tener. Suspiré cansada, él se giró quedando de lado mirándome fijamente.

-No puedo creer que hayas llegado a mi vida tan... de repente.- Susurré mirándolo de reojo.

-Tampoco estaba en mis planes conocerte, linda.- Sonreí al escuchar el apodo que me había dicho.

-Thomas, es hora de que aclaremos varias cosas.- Me giré para quedar igual que él.

-Pensé que ya había quedado claro todo.- Susurró cerrando los ojos. Sus rasgos eran hermosos, no había conocido jamás un chico tan perfecto como lo es él.

-Lo que siento por vos es... complicado.- Contesté, él volvió a mirarme y sonrió engreídamente.

-¿Qué sentís exactamente Em?- Preguntó curioso. Era algo difícil de explicar, a veces quería abrazarlo y besarlo hasta dejarlo sin aire... pero después quería matarlo lentamente haciéndolo sufrir.

-No sé. Cuando te veo siento algo adentro, como si vos fueras esa persona que siempre esperé pero nunca pensé que iba a aparecer.- Me mordí el labio inferior y él dirigió su vista hacía ahí.

-Todavía sigo enojado por lo de Alex...- Hice un movimiento brusco haciéndolo girar y en un segundo estuve arriba de él.-Wow.- Susurró.

-Que te quede bien claro que yo no siento nada por nadie que no seas vos.- Dije muy cerca de su cara. Él sonrió y empecé a escuchar su voz como susurros pero sin embargo él no hablaba.

'Caiste en mi juego preciosa'.

Fruncí el ceño porque no entendía que pasaba, hasta que me acordé que podía leer mentes. Me acerqué lentamente hasta sus labios, cuando estuve cerca él cerró los ojos esperando el roce de éstos. Pero yo puse mi brazo derecho encima de su cuello.

-Y que también te quede muy claro que conmigo no juega nadie. Menos vos.- Dije enojada. En un movimiento me levanté y estuve al lado de la puerta.

La abrí indicándole con mi dedo índice que saliera de la habitación. Él obedeció sin borrar esa maldita sonrisa de su rostro. Fue una muy mala idea querer aclararle mis sentimientos al estúpido sin corazón. Después de haberlo pensado tanto llegué a la conclusión de que Thomas no quería amar a nadie por miedo a que le pase lo mismo que con Gemma. Apunté en mi cabeza una nota que me recordara investigar más sobre el tema.

Eran las cinco de la mañana y yo estaba desvelada, me levanté de la cama dispuesta a preparar el desayuno para todos. Bajé a la cocina y me encontré con una escena medio incómoda. Alisson estaba sentada en la mesada, mi hermano estaba entre sus piernas besándola como si no hubiera un mañana. Puse cara de asco, tosí y ellos se separaron inmediatamente incómodos, como buena persona que soy empecé a reírme como una foca aplaudiendo y todo. Creo que desperté a la mitad de la casa por mi risa.

-Emma cállate, vas a despertar a los vecinos y eso que están a más de dos kilómetros de distancia.- Me retó Lucas provocando que ría más fuerte.

-Cuando te encuentres en la misma situación te quiero ver.- Dijo Alise divertida. Yo seguía riéndome mientras preparaba el café para el desayuno.

-¡Buenos días familia!- Thomas ingresó a la cocina en nada más y nada menos que bóxers. Lo quede mirando con la boca un poco abierta. Alise se acercó a mí y me cerró la boca suavemente riéndose.

-Te levantaste de buen humor cuñadito. ¿Qué pasó?- Pregunto mi hermano, yo seguía haciendo el café.

-Tuve una muy buena noticia, ya se van a enterar.- Contestó él. Nos miramos confundidos y seguimos con lo nuestro.


Eran las doce del medio día y estábamos todos sentados en la mesa a punto de comer, Elise se levantaba cada cinco minutos para ir al baño por las nauseas. Thomas estaba con su celular, Lucas hablaba animadamente con Dylan, mamá servía la comida, Alexander nos miraba a todos con seriedad, Milo y yo nos reíamos de la cara de asco que ponía Lise, Alise sonreía mirando a mi hermano. Todos los días eran así en la casa, mucho ruido y risas. Cuando terminamos de comer Alexander por fin habló.

-Hay cambio de planes. Emma, Milo y Elise van a ir a España los tres juntos. Thomas se tiene que encargar de otros asuntos.- Quedé mirando a mi amigo con el ceño fruncido y él sonreía con arrogancia como siempre.

-¿Por qué?- Pregunté.

-Ya dije Emma, tiene que ocuparse de otras cosas.- Contestó Alexander. Asentí con la cabeza agachando la mirada.

-¿Cómo vamos a hacer con la transformación de Emma?- Preguntó Milo. Elise me miró confundida.

-¿Qué?- Dijo ella mirando a todos los integrantes de la mesa.

-Emma pensé que le habías dicho.- Thomas se metió en la conversación mirándome serio.

-Yo...- Susurré. Pensé que ella se había dado cuenta.- Es que...- No sabía que carajo decir.

-Soy tu mejor amiga Emma Evans.- Dijo Lise en un tono dolido. Cerré los ojos con fuerza, odiaba que me pasara eso. No me gustaba pelearme con mi mejor amiga, más que nada por el embarazo. Quise hablar pero ella me cortó.- No Emma, dejá. Pensé que confiabas en mi.- Se levantó de la mesa bruscamente y se fue a su habitación.

Cuando entré al cuarto no sabía que decir, ella estaba sentada en la cama con su laptop ignorándome. Me acerqué lentamente y me senté a su lado.

-Lise, no quiero que peleemos. Discúlpame yo pensé que te habías dado cuenta.- Ella seguía ignorándome, seguía siendo la misma de siempre, esa nena caprichosa que conocí con cinco años, la misma que no dejaba que nadie se me acercara porque quería ser mi única amiga. Sonreí ante el recuerdo. La abracé y ella comenzó a llorar, sabía que toda esta situación la tenía saturada más que nada el hecho de estar rodeada de híbridos y licántropos siendo humana. 

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Hola bellezas ♥ Les agradecería que voten y comenten la novela para ver que debo mejorar. Muchas gracias por el apoyo. :'')

DC♥ 

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⏰ Última actualización: Oct 03, 2017 ⏰

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