24- Patitos

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Caminaba de un lado a otro de la sala. Llevaba tanto tiempo haciendo aquello que de no ser por la buena calidad de la madera, ya habría hundido el suelo.

-Maldición ¿qué voy a hacer?- se preguntaba un preocupado Jimin que de a momentos se jalaba la cabellera en una evidente muestra de frustración- debo decirle a Yoongi pero....- sus dedos no alcanzaban para contar las inumerables cosas que pasarían cuando Yoongi se enterara, pero no, no era aquello lo que más le preocupaba sino algo aún más importante ¿Cómo se supone que voy a pagarle? Porque sí, ahora debía pagarle el dinero que le había dado para su hermano, sin mencionar los demás gastos.

-¡Estoy frito!- concluyó y se dejó caer de espaldas en el sillón. Miró el reloj que marcaba las seis de la tarde. A penas unas cuantas horas habían pasado desde que tuvo la noticia y con ellas todas esas emociones. Alegría, por saber que no tendría que afrontar todos los temores que constantemente le quitaban el sueño, miedo, por saber lo que Yoongi le diría e incertidumbre, por lo que debería hacer ahora. Cansado cerró los ojos, aún tenía aquella sensación de cosquilleo recorriendole todo el cuerpo, no era incómoda pero sí extraña. Sentía su piel arder, como cuando es expuesta mucho tiempo al sol.

-No lo entiendo, ¿cómo es que pude consumir marihuana?- se preguntó aún muy confundido. Eso era algo que no le cabía en la cabeza. No había comido fuera, en realidad, el día anterior no había comido nada más que...

Buscó el refractario que había visto la noche anterior con aquellos deliciosos brownies, pero éste ya no estaba. Por un momento pensó que pudo ser imaginación suya pero luego vio el vaso que había ocupado la noche anterior para beber leche, confirmándole de esa manera que no había sido un sueño.

En eso se encontraba, analizando la escena cuando de pronto escuchó el click de la puerta activarse. Alguien había llegado. Corrió a la puerta y miró con asombro el menudo cuerpo.

-Hola

-Creí que...llegabas mañana- dijo el castaño con una sonrisa forzada. Esperaba tener tiempo para idear un plan pero ahora que Yoongi estaba ahí se había quedado sin la oportunidad

-Sí, se suponía que llegara mañana, pero la junta sólo duró hasta las tres así que tomé el primer tren de regreso. Preferí volver pronto.

-Oh- no dijo más y se giró para ir a la cocina. No podía ver a Yoongi a la cara sin sentir nervios

-¿Ya cenaste?- preguntó el pálido apareciendo a sus espaldas

-¿Eh? Yo...-miró el reloj ¡cómo rayos había pasado el tiempo tan rapido! se sorprendió al ver que eran casi las siete- No, todavía no ceno

-Entonces vamos a cenar. Ya es tarde. Dime de qué tienes antojo

-En realidad Yoongi...-jugó con sus manos nerviosamente. ¡Debía decirle!

-¿Pasa algo malo?

-Es sólo que...¿podemos comer pizza?- ¡Cobarde, debiste decirle! se gritó internamente

-Claro, comeremos lo que quieras. Vamos

Ambos salieron del departamento y fueron en busca de una buena pizzeria, aunque para ese momento el apetito de Jimin era cero.

*


Terminaron en un restarante italiano, pidieron una pizza de pepperoni y gaseosas de limón. La cena fue tranquila. Para la gran sorpresa de Jimin, Yoongi estaba actuando extrañamente amigable. Todo el rato se la pasó con una sonrisa de oreja a oreja, haciendo comentarios helocuentes que le sacaron un par de risitas a Jimin e incluso le dio un cumplido diciendo que su "eye-smile" era linda. Fue tal el buen comportamiento de Yoongi que Jimin había olvidado por completo todo el asunto del bebé, que Yoongi lo había contratado y que estaba en un gran problema. Todo eso se había ido para solo dejarlo a él y Yoongi comiendo en aquel restaurante como si de amigos se tratase.

-Gracias por la cena

-No fue nada- sonrió y le entregó la tarjeta a la mesera- hay un lugar a donde quiero ir, espero no te moleste

-No, para nada- le regresó la sonrisa y salieron del restaurante.

Mientras Jimin se preguntaba qué pasaba con el inusual comportamiento de Yoongi, éste contenía las ganas de echarse a correr hacia la colorida tienda que sus ojos ya habían visualizado.

-Ahí es- señaló con su dedo y tomó el brazo de Jimin para que apurase el paso 

Cuando pusieron un pie dentro, las expresiones de ambos eran completamente diferentes. La de Yoongi la viva imagen de la felicidad y la de Jimin la de hastío, y claro, como no serlo cuando se encontraban en una tienda de bebes.

-¿Este lugar?

-Había querido venir aquí desde hace mucho, es una tienda muy linda ¿no crees?- se adentró a la tienda y fue directo a las cunas- Jimin le siguió con el cuerpo rígido y el rostro descompuesto- mira, esta es tan bonita- dijo emocionado mostrando la cuna color caoba- no importa si es niño o niña, este color es bueno, además la madera es muy resitente

-Hola, buenas noches- se acercó una vendedora- ¿primerizos?

-Sí- dijo Yoongi- ¿podría ayudarme? quiero saber si esta cuna tiene buenos seguros contra accidentes

-Pero claro, está es la mejor, 100% asegurado, tiene una garantía. Y debo mencionar que la colchoneta es antibacterial, repele todo. Muchas celebridades se llevan este modelo

-Lo quiero-dijo Yoongi sin pensarlo más- ¿cuándo es lo mas pronto que pueden entregarla?

-Para mañana la tendría en su domicilio- el otro asintió y pronto sus ojos se posaron en la sección de ropa.

-Hay muchos modelos lindos, chéquelo con libertad mientras hago su nota- Yoongi no necesitó más, tomó la mano de Jimin y lo jaló hasta la sección de ropa

Jimin que observaba todo en silencio se sentía conmovido y asustado. Sabía que Yoongi estaba emocionado por su bebé, pero nunca lo había visto así. La ternura con la que miraba las pequeñas prendas de ropa era indecible. Ese no era el Yoongi que conocía, no, ese era otro hombre.

-¿Qué te parece?- preguntó mostrándole un atuendo de patitos

-Yo...no sé. Es lindo

-No importa si es niña o niño, igual se verá precioso con él. Me lo llevaré también- se lo entregó a la vendedora y pagó por la cuna y la pequeña prenda.

Ambos salieron de la tienda. Jimin sintiéndose mal y Yoongi feliz con la ropita.

-Jimin

-¿Sí?- detuvo el paso y se giró a verlo. Vio a Yoongi a los ojos y acto seguido sintió algo sobre su estomago. Miró abajo y vio la mano de Yoongi sobre su vientre

-Espero no te moleste, es sólo que, quiero que el bebé me sienta- se arrodilló un poco- Hola- dijo y soltó una risita- estuve esperando a que sus oídos se desarrollaran para que así pudiera escucharme- admitió, había leído mucho al respecto y había estado aguardando pacientemente

Al ver semejante acción el corazón de Jimin se contrajo dolorosamente. No hay nadie quiso decirle a Yoongi, sin embargo no quería arruinar la felicidad que en ese momento estaba sintiendo el pálido así que sólo asintió.

Lo dejaré ser feliz, solo un poco más

Vientre en renta- YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora