51- La espera

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El par de pequeños ojos se abrieron y una sonrisa en su rostro los hizo desaparecer. Con cuidado se removió en la cómoda cama y visualizó el rostro al lado suyo. Sacó una de sus manos de las sábanas y juguetonamente pasó su dedo índice sobre la nariz del otro. Rio al ver el rostro dormido hacer una mueca por el tacto y con delicadeza paseó su pulgar sobre las cejas para después peinar los despeinados mechones. El adormilado rostro entonces abrió los ojos y vio al causante de las caricias.

-Buenos días bello durmiente- saludó el castaño y el pálido río suavemente- tengo una sorpresa para ti

-¿En serio? - asintió

-Sobre tu mesita de noche- el pálido frunció el ceño confundido e inmediatamente se giró. Sobre la mesita había un voluminoso bonche de hojas unidas con un broche. Lo tomó entre sus manos y observó la portada- finalmente terminé- dijo feliz el menor. Jimin había trabajado arduamente en aquella novela y se había prometido terminar antes de que naciera el bebé- no puedo asegurar que sea perfecta pero...

-shhh- lo calló Yoongi poniendo un dedo sobre sus labios- felicidades- le dejó un corto beso en los labios- estoy orgulloso de ti, no importa si no es perfecto, el simple hecho de que lo hayas terminado merece mérito.

-Gracias Yoongi- sonrió satisfecho- de no ser porque me alentaste, quizá nunca me habría atrevido a terminarla

-No, claro que lo habrías hecho. Lo hiciste todo tú. Y con gusto la leeré- volvió a poner el gordo documento sobre la mesita de noche y se recostó- pero por ahora quiero seguir un poco más así-  cubrió a ambos con las sábanas y siguieron acurrucándose.

*

La pareja descansaba tranquilamente en el sillón de la sala, el menor veía una película mientras el mayor estaba concentrado en resolver el crucigrama del periódico. Ambos estaban tan absortos en su mundo que poco parecía importarles la fuerte lluvia que había afuera.

-Hace un poco de frío- se quejó el menor y el otro se levantó para prender la calefacción

-¿Quieres algo? Puedo preparar un té

-Un té estaría bien- respondió el otro y se levantó con esfuerzo del sillón para ir al baño. Iba con tanta frecuencia que a veces le daba pereza. El mayor aprovechó entonces para correr a su estudio y sacar el regalo que tenía envuelto. Lo dejó sobre la mesita de centro y volvió a la cocina cuando escuchó la puerta del baño nuevamente.

-Aquí está- puso la pequeña taza junto al regalo y se sentó al lado de Jimin

-Gracias- el menor extendió la mano para tomarlo y notó el detalle al lado- ¿Qué es esto?

-Un obsequio- respondió con una sonrisa- ábrelo- el menor no tuvo que escuchar más. Tomó el objeto envuelto y supo al tomarlo que era un libro

-¿Es a caso tu libro?

-Algo así- el castaño no perdió tiempo y arrancó la envoltura para ver el tierno libro frente a él

-¿Qué es esto?- preguntó confundido al ver la portada azul pastel y la imagen de ositos a los costados

-Algo en lo que he trabajado. ¿Recuerdas que te dije que esperarás para saber el nombre que escogí?- asintió- bien, era por esto. Mira el título

-"Las travesías de un pequeño pequeño terroncito de azúcar" - leyó y su rostro se llenó de emoción- Yoongi, esto es...

-Un cuento. Para nuestro bebé. El es el protagonista así que su nombre está escrito dentro- Jimin asintió emocionado y rodeó el cuello del pálido en un fuerte abrazo sin dejar de reír- definitivamente, este será mi libro favorito de ahora en adelante.

-Anda, ¿No quieres saber el nombre de nuestro hijo?- el menor se apartó y sostuvo el libro entre sus manos. Acarició la pasta gruesa y la giró. Entonces el dibujo de nubes esponjosas apareció y en el medio de la página, una frase

-Esta es la historia de un pequeño, pequeño terroncito de azúcar llamado....-se giró a ver a su esposo confundido

-Tendrás que terminar de leer el cuento para saberlo- ambos rieron

-Bueno, supongo que alguien tendrá que leerme un cuento hoy

*


El cuento había surtido su efecto y antes de darse cuenta Jimin se había quedado dormido sobre el regazo de Yoongi. Lamentablemente para el mayor, no podían quedarse a dormir en el sillón. Así que como pudo salió de debajo de Jimin y lo cargó para llevarlo a la cama. Decir que aquello fue tarea fácil sería mentir, porque diez kilos de más no eran poca cosa.
Con cuidado colocó el cuerpo de su esposo en la cama, le quitó los zapatos y lo cobijó bien. Sonrió al ver lo tierno que se veía y besó su frente.

Salió de la habitación en silencio y entró a la puerta al otro lado del pasillo. La habitación estaba impecable y en un orden casi sagrado. Aún así repasó de arriba a abajo asegurándose de que no faltaba nada, para después sentarse en el cómodo sillón al lado de la cuna. Un sentimiento de calma le llenó y pronto se vio tan relajado que sin darse cuenta ya estaba dormido.

Una, dos, tres horas habían pasado cuando Yoongi finalmente despertó para darse cuenta de que se había quedado dormido. Se levantó con el cuerpo entumido y salió de la habitación. Frotó sus ojos y entró a su cuarto. Entonces notó que Jimin no dormía en la cama y que la luz del baño se colaba.

-¿Amor?- preguntó desde el marcó de la puerta pero no recibió respuesta- ¿Jimin?- un sentimiento de angustia le inundó de pronto y rápidamente caminó hasta el baño pero no había nadie dentro

-Yoongi...- se giró al escuchar su voz y vio a Jimin parado en la puerta de la habitación

-¿Qué haces descalzo? Te hará daño- caminó hasta él

-Yoongi yo...- estaba por hablar pero entonces se vio interrumpido por un extraño sonido. Ambos miraron al suelo e intercambiaron miradas

-¿Acabas de...?

-Eso parece

Y lo siguiente que vio Yoongi fue... nada... porque se desmayó.

Finalmente había llegado la hora.

Sería padre.










Finalmente llegamos a este punto de la historia ♥️

Vientre en renta- YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora