El castaño observó al pelinegro con los ojos muy abiertos y los brazos cruzados en una muestra de inconformidad. No podía creer lo que el tipo le acababa de pedir.
-¿Perdón, qué dijiste?-preguntó a pesar de haber escuchado bien
-Genial, ahora todos son sordos- bufó y se paró del sillón. Peinó su cabellera hacía atrás con fastidio y suspiró - el contrato- dijo pero el castaño no pareció entender a qué se refería-Sí, la copia, te debieron dar una copia del contrato- dijo y entonces el otro entendió- ¿dónde la tienes?- Jimin señaló la mesa de la cocina donde descansaba un folder. Tomó el documento y lo plantó frente al rostro del otro
-¿Qué con esto?
-Apartado cuatro de la primer hoja del contrato- señaló con su dedo- "la persona antes mencionada se compromete a cumplir con las exigencias de los padres del bebé con el fin de garantizar el bienestar del mismo"- parafraseo - y lo que te estoy pidiendo es justo eso
-Pero...
-¿Qué no lesíste bien?
-¡Claro que lo leí!- sólo no había pensado que con "exigencias" se refiriera a esto- pero no puedo hacer lo que me está pidiendo. No puedo dejar mi empleo, menos mudarme a otro lugar sólo porque no hay un estupido elevador
-Claro que puedes- volvió a poner el contrato frente a él- segunda hoja del contrato, septima clausula- "el padre o padres se comprometen a proveer a la madre de renta con una cantidad mensual indepentiente al pago del bien antes establecido, con el fin de que su único deber sea cuidar su embarazo. De igual manera es su responsabilidad cargar con los gastos hospitalarios incluidos los chequeos médicos, hospitalización y demás servicios"- dobló el documento- en pocas palabras, no necesitas trabajar- el castaño tragó saliva con dificultad, aún no estaba listo para darle la razón
-Bien, puedo dejar de trabajar pero bajo ningún motivo puedo abandonar mi domicilio- claro que no podía, era su hogar desde bebé y el lugar donde su hermano quería volver cuando se recuperara- no puedo simplemente vender aquí e irme a otro lugar. Lo siento pero no lo haré- dijo firme
-Vaya que eres terco- bufó bajito y desdobló el documento una vez más, lo puso en las manos del otro- página tres, ultima clausula. Léela, en voz alta- Jimin le miró feo pero hizo lo que le pidio
-"Si por alguna causa la vida del bebé fuera puesta en riesgo debido a una negligencia por parte de la madre de renta; ésta no sólo no recibirá el pago antes establecido, sino que deberá pagar una multa que cubra la perdida del beneficiario"- terminó de leer y miró a Yoongi
-En pocas palabras, si la vida de mi hijo se pone en riesgo por algún descuido tuyo aun a sabiendas de que puede ser peligroso, como subir y bajar siete pisos aun cuando te pedí que no lo hicieras; entonces no recibirás el dinero y tendrás que pagarme a mí, por haberle hecho daño a mi hijo- una sonrisa ladina se dibujó en su rostro al terminar. Por un momento Jimin tuvo miedo de ese hombre y no porque se viera tenebroso sino porque lo tenía acorralado. No podía ir contra lo que estaba escrito, él había firmado en conformidad con todo, él había aceptado y debía cumplir.
-Entonces...-quiso hablar pero no supo que más decir
-Entonces no te queda de otra.
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Vientre en renta- YM
FanfictionYoongi , un reconocido escritor, siempre con demasiado trabajo y muy poco interés en una relación, decide que ha llegado un momento en su vida en que quiere tomar el rol de padre, pero a diferencia de las personas normales, decide lograrlo por otro...