28- Percepción

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Miró la puerta abrirse en dos tal como aquella primera vez que había estado ahí. Jamás habría imaginado que partiría tan rápido, incluso cuando nunca quiso estar ahí desde un principio.

Sacó la llave de su bolsillo sólo para darse cuenta de que la puerta estaba entre abierta. Con temor la empujó y entró sigilosamente

-¿Yoongi?-llamó no muy seguro pero no recibió respuesta alguna. Caminó hasta su habitación y observó la maleta que estaba en el suelo esperando ser llenada con sus cosas y dentro suyo el ahora absurdo trajecito de patos.

Jimin se arrodilló y tomó la pequeña prenda entre sus manos con delicadeza. Nuevamente las lágrimas rodaron por sus mejillas una tras otras mientras se lamentaba por lo que había hecho.

-Lo siento tanto- lanzó la prenda lejos y se incorporó. Abrió los cajones y comenzó a vaciarlos con rapidez al recordar que Yoongi no lo quería ver ahí cuando regresara.

Metió todo hecho bolas y cerró la maleta como pudo. Al final sólo observó la habitación vacía con la cuna que ahora lucía más inmensa que antes. Miró la cama y el par de objetos que había dejado en ella para después salir sin intención de regresar.

*

-Ya te dije, no me importa el costo. Sí, sí, quiero al abogado más despiadado que conozcas- le decía a su amigo

-¿Estás seguro de esto Yoongi? Ese chico no parecía mala persona

-Hoseok, ¿acaso yo parezco una persona mala?- hubo un momento de silencio

-Buen punto, tu ganas. No te preocupes, me aseguraré de encontrar uno bueno y...quizá este no sea el momento adecuado para hacer la pregunta pero...¿aún piensas seguir con todo este asunto del bebe?

-Créeme Hoseok, de lo último que me quedaron ganas es de tener un bebé. Te lo dije antes y te lo digo ahora, odio la burocracia

-Yo te lo advertí

-¡No! Tú me lo sugeriste

-Y por eso soy yo el que busque al abogado para hundir a ese desgraciado- Yoongi rodó los ojos al escuchar el tono cómico en que lo decía su amigo

-Bien, hablamos luego- colgó y entró a su apartamento. Para alivio suyo no había nadie. Verificó en la habitación que ahora no hacía más que provocarle un mal sabor de boca y tal como pensó la maleta y la ropa ya no estaban, sin embargo dos objetos habían sido dejados atrás.

Se sentó en la cama y tomó ambas cosas, una con cada mano. De un lado el traje de patos y del otro, el libro autografiado que había dado de regalo.

-Estúpido, yo para que quiero un libro que escribí- rió con enojo y dejó el traje a un lado para poder inspeccionar el libro con ambas manos. Abrió la tapa y miró su autógrafo. Giró la primera hoja y observó algo que no debería estar ahí. Con letra torcida y una horrible tinta azul, un mensaje estaba escrito.

"Yoongi, lo siento mucho. Sé que para este momento ya me odias, pero debes creerme cuando te digo que lo último que quise era herirte. Por el contrario debo darte las gracias porque siempre estaré en deuda contigo por lo que hiciste por mi hermano. Perdón Yoongi"

Cerró el libro de golpe y dejo el libro donde estaba. Tomó su teléfono y marcó el primer número que apareció en el buscador.

-¿Sí? Disculpe, quisiera saber, qué tan pronto podrían llevarse una cuna

Escuchó al hombre al otro lado de la línea hablar aunque poco prestaba atención porque sus ojos seguían fijos sobre aquel libro de pasta gruesa.











Vientre en renta- YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora