Vientre en renta- YM

10- Trabajo en casa

Después de la cena de la noche anterior Jimin había ido directo a dormir. No había despertado desde entonces hasta que un sonoro y molesto ruido lo despertó. Se sintió desorientado al abrir los ojos y encontrarse en un lugar desconocido hasta que recordó dónde estaba. Se levantó de la cama, y salió de su habitación. Una suave melodía de jazz se escuchaba en todo el apartamento. Con cautela comenzó a caminar por el pasillo hasta que llegó a la sala.

-Buenas días- escuchó y se giró para verlo

-Buenos días Yoongi

-¿Quieres jugo?- preguntó acercándole un vaso con jugo de manzana. Comprendió entonces que el sonido que lo despertó debió ser el extractor.

-Gracias, pero sólo quiero agua- Yoongi asintió y se llevó el jugo fresco a la boca-  ¿Quieres un omellete? ¿O prefieres algo más?

-Gracias, puedo hacerlo yo

-Ya lo preparé- se apuró a decir y en un par de movimientos sirvió el platillo

-Gracias- no recibió una respuesta y comenzaron a comer. Después de unos minutos volvió a hablar- no pude evitar notar que tiene muchos espejos en el apartamento

-Ah, sí, me gusta. Hacen que el lugar se vea más amplio

-Ya veo- terminó de comer y dudó si volver a preguntar lo de antes- entonces...¿cuánto ganas?- Yoongi rió y negó con la cabeza

-¿Por qué la insistencia con ello? ¿Quieres más dinero o qué?- Jimin se sorprendió

-No, no

-Vamos, con confianza. Dime cuánto quieres. Si con eso puedo hacer que estés tranquilo te lo daré

-¡Oiga! Yo no soy una persona así. No sé qué piensa de mí pero soy una persona honrada, tengo una carrera y educación. No soy un interesado- se levantó de la cama y caminó hasta su habitación. Cerró la puerta y se sentó en la cama esperando a que Yoongi se fuera.

Pasaron los minutos y finalmente una hora, pero no escuchó que nadie saliera. Decidió ir a ver si él seguía ahí y en efecto, estaba en la sala con un periódico en mano.

-¿No vas a trabajar?- preguntó cómo si fuera lo más obvio. Yoongi lo escuchó pero no apartó la mirada del periódico

-Trabajo aquí- susurró- ¡Bingo!-gritó y tomó la pluma que estaba entre sus manos, escribiendo así la palabra faltante en el crucigrama. En ese momento Jimin se dio cuenta de que estaba más acorralado de lo que creía.