La Recompensa del Dolor

-Duque y Duquesa (6)-

Al día siguente, ya todo está listo en el palacio para recibir a Liana Gahn y los demás lores. Eleanor desde muy temprano tuvo que prepararse para conocer a los invitados y a la prometida de Emer, así que junto a él y a Tiberius, y ella con una falsa sonrisa en el rostro, aguardaban en las puertas del palacio. Al poco tiempo, la espera termina, un gran y hermoso carruaje jalado por seis caballos llega al palacio, varios nobles bajan, saludan y entran al lugar, y por último, sale de la carroza esta joven dama, de cabello largo y oscuro en forma de trenza, piel pálida, silueta perfecta, rostro hermoso con unos ojos tan brillantes que podrían hipnotizar a cualquier hombre.

Su belleza es comparable a la de Eleanor, sin embargo, todo lo que ha ocurrido recientemente en la vida de la joven Wolf, ha hecho de ella solo una sombra se lo que alguna vez fue. Entoces Liana se acerca a los Van Hor, saluda a Tiberius y su prometido, mira a Eleanor y puede ver en ella la tristeza que la envuelve, así que la saluda con un beso en la mejilla y aprovecha el momento para susurrale al oído - Quiero hablar contigo a solas -. Eleanor solo la ve asombrada, Liana solo le sonríe y toma la mano de Emer para entrar al palacio, entonces Tiberius se acerca a la joven Wolf para decirle - No te preocupes por ellos, nosotros tendremos nuestra propia boda después -. Eleanor ni siquiera voltea a ver a Van Hor, solo decide entrar al palacio.

Una vez todos dentro, se reúnen en el comedor, habrá un delicioso festín, pero antes de tomar asiento a la mesa, Liana dice que quiere un recorrido por el palacio; Emer no sabe qué responder y la joven Gahn se muestra muy insistente, pide que sea Eleanor quien le muestre el lugar, Van Hor entonces dice - De acuerdo, no veo por qué no... yo, eh... aquí las esperaremos, pero dense prisa, por favor -. Liana muy entusiasmada toma de la mano a Eleanor, la lleva lejos del comedor y le dice - Vamos a tu habitación, allí hablaremos tranquilamente -. Wolf no está muy segura de lo que sucede, pero accede a la petición de Gahn. Una vez que llegan a la habitación, Liana cierra la puerta e inmediatamente le pregunta a Eleanor - Oye, ¿Te encuentras bien? -. Eleanor, tratando de mostrarse calmada le dice - Sí, estoy bien... muy bien... -. Liana le menciona - Escucha, sé que Emer debía casarse contigo, pero... no puedo evitar notar que hay algo malo en ti. No me malentiendas, siento como si las cosas no han salido bien para ti y que las cosas no andan bien por aquí -.

Eleanor no sabe qué decir, recuerda lo que Emer le dijo el día anterior y no quiere causar problemas, así que con nerviosismo en su voz le comenta - N-no, todo está bien... y-ya deberíamos regresar a la mesa -. Eleanor intenta salir apresuradamente de la habitación, pero Liana le sostiene el brazo con ambas manos y le dice algo preocupada - Espera, aún no te vayas, me casaré con Emer hoy... honestamente no sé nada sobre él y después de verte en la entrada del palacio, no sé que pasará conmigo -. Eleanor la mira a los ojos, e intentando no llorar le dice - Yo... lo siento -. Hace que Liana suelte su brazo y sale del cuarto. Mientras caminaba rápidamente por los salones hacia el comedor, Eleanor escucha una voz familiar que la llama - Hola... Ely -.