-Verdaderas Intenciones (8)-

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Libia trata de calmarla como puede, pero el llanto de Eleanor es incesante, ya que un profunda tristeza invade por completo a la joven mujer; pero al cabo de un tiempo, Wolf consigue controlarse lo suficiente como para ponerse de pie, aunque las lágrimas no puede dejar de salir de sus ojos. Libia, en un intento por consolarla, pero también con llanto en su mirada, dice - Ya, mi niña, todo ya pasó. Ven, es momento de descansar -. Eleanor la sigue, caminando muy despacio; Libia sigue tratando de tranquilizarla, pero cuando llegan a la habitación de Wolf, dentro se encontraba Charles esperando a que llegaran.

- ¿Qué está haciendo aquí, lord Bensen, el amo Van Hor sabe que se encuentra en este lugar? -. Le pregunta Libia en tono molesto, pero él no le contesta nada; camina hacia ellas, le arrebata a Eleanor de la manos a Libia, lanza a Wolf a la cama, mientras que a la sirvienta la arroja fuera de la habitación, ella golpea contra una mesa quedando inconciente, y cierra el cuarto con seguro. Voltea a ver a Eleanor, que se encuentra aún impactada y más por lo que ahora ve, Charles comienza a desvestirse y a explicarle a Eleanor - Te advertí que esto pasaría, porque conozco a Tiberius desde hace mucho y sé lo ingenuo que puede llegar a ser. La noche del baile, cuando regresaste a tu habitación, me acerqué a Tiberius para decirle que he notado "la manera en lo miras", y que "seguramente te ama", por supuesto él no me creyó al inicio, así que le hice notar lo cercanos que han sido últimamente, así que empezó a hacerse la idea de que también siente algo por ti-.

- Así que para asegurale que lo que le decía era cierto, le sugerí que te invitara al torneo de hoy; y como piensa que lo amas, si tu aceptabas ir con él, ya no le cabría la menor duda. Por un momento pensé que ese idiota de Lu-Amon lo arruinaría todo, pero tu misma lo hiciste a un lado jeje -. Eleanor está paralizada de horror, no reacciona ante lo que escucha; Charles sube a la cama y quita las cobijas que cubren a Wolf, ella solo lo mira con ojos de súplica, rogándole con la mirada que no le haga más daño, pero Charles no retrocede - Ahora sabes a qué me refería cuando te dije que las consecuencias de tus actos serían mucho peores -.

Al no haber guardias, ni más sirvientes cerca de la habitación, gracias a las órdenes de Tiberius, a excepción de Libia que yace inconciente fuera de la recámara; Charles puede hacer con Eleanor lo que quiera. Así que sin dudar un momento más, lord Bensen decide terminar aquello que dejó inconcluso varios días atrás, violando a Eleanor una y otra vez durante toda la noche hasta saciar ese obsesivo y enfermo deseo por ella; cuando decide dejarla, sabiendo que está completamente fatigado, pero que cumplió su objetivo, se viste de nuevo y con una gran sonrisa en su rostro abandona la habitación. Eleanor solo se encuentra inmóvil en la cama, su cuerpo maltratado y su mente en blanco total.

La Recompensa del DolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora