No era difícil para Lizzy distenderse en el parque. Durante toda su infancia lo había recorrido con su padre por horas todos los fines de semana. Amaba ese lugar, había bancos que según su opinión "le pertenecían". Ella era feliz en ese espacio hasta en los días de lluvia. Luego de caminar por casi una hora e intercambiar algunas palabras con William, que la acompañaba en su paseo disfrutando y observándolo todo como si fuera un niño de cinco años, decidieron sentarse en un banco alejado de los senderos para evitar a la gente que pasaba.
_ ¿Vas a contarme qué fue lo que pasó en las galerías? _ dijo Will una vez acomodado en un asiento, demostrando disposición a escuchar.
Lizzy dudó sobre qué responder por unos segundos y luego dijo:
_ Paul, es uno de los maestros de mi madre, conozco mucho ese lugar, hace tiempo no iba por ahí por otros motivos.
Ella no sabía bien qué decir, no quería contarle a William Darcy la patética historia de amor con Tomas._ Esos motivos son los que me interesa conocer porque te entristecen_ dijo él frunciendo el ceño.
_ No me entristecen, solo fue el momento_ Lizzy dudaba al hablar_ No creo que sea conveniente que yo trabaje en ese lugar, eso me entristeció, saber que no puedo trabajar con vos, ¡formar parte de esto me hubiera encantado!
_ ¿Y me lo decís así?, yo pensé en mi trabajo en esas galerías porque podía contar con vos_ dijo Will y volvió a sonar autoritario.
_ No es que no quiera hacerlo, deberías entender, no sabía hasta hace dos horas de qué galerías hablabas, Londres tiene cientos de galerías de arte, pero hay gente a la que prefiero evitar en esta en particular _ comentó entonces y su tono de voz sonó contrariado.
_ Si me contás es posible que podamos pensar en una solución a lo que te sucede, podemos resolver la situación _ Will necesitaba saber, estaba empeñado.
_ Es necesario que sepas que no quiero hablar de esto contigo, no me preocupa en este momento, solo es algo que pasó hace tiempo y no lo quiero volver a ver_ dijo Lizzy nerviosa.
_ ¿A quién?_ dijo Darcy impaciente y enojado.
_ A Tomas, lo conozco desde niña, fue mi novio antes de ir a vivir a París, y cuando regresé a Londres, nunca funcionó. Él no es un buen hombre, hace bien su trabajo, por eso no deberías preocuparte, pero no es buen hombre, ni un buen amigo, ya no lo quiero en mi vida.
_ ¿Fue tu novio? _Will no soportaba la sola idea, ¿cómo podría seguir adelante con ese proyecto sabiendo esto?, no entraba en su cabeza.
_ Lo conozco desde siempre, desde que están las galerías coincidíamos más, me engañó muchas veces. No me enamoré de él, primero fue un capricho de la adolescencia, fuimos novios por algún tiempo. Cuando me fui a vivir a París lo dejé, él no lo soportó, volví a Londres, y siguió comportándose como un idiota. Hace más de dos años que no lo veo.
_ ¿Te parece que podrías trabajar con él en este proyecto?_ Will no soportaba la idea de que Lizzy volviera a estar cerca de ese individuo, pero tampoco quería dejarla afuera del proyecto.
_ Yo podría trabajar en cualquier cosa que me proponga, pero no me interesa relacionarme con él para nada. Eso es lo que me entristeció hoy, quiero hacer este trabajo, pero no he vuelto a las galerías, ni por el afecto que le tengo a Paul, no me interesa verlo a Tomas. No lo había pensado antes, la situación de hoy me lo dejó claro, no quiero estar con él en mi vida.
_ ¿Y qué haremos? _ Will entendía, pero no se resignaba.
_ ¡Podrías buscar a otra persona que te ayude!_ Lizzy dudaba, pero no tenía otra ocurrencia.
ESTÁS LEYENDO
El sueño de William Darcy
RomanceWilliam Darcy, un reconocido arquitecto inglés, viaja a Londres por negocios. Bastante confuso despierta una calurosa mañana de julio de 2017 en su departamento de Oxford Street. Sentía ruidos atípicos, todo parecía andar muy rápido, tenía...