La casa iluminada y en todo su esplendor, faltaban veinte minutos para las dos de la tarde el sol brillaba por su ausencia, habían unas nubes cargadas que no demorarían en soltar la lluvia típica y constante del invierno en Londres.
Lizzy y Will habían saludado al ingresar a la mansión y por unos minutos se habían retirado a la habitación. Lizzy no tenía conocimiento sobre la fiesta y necesitaba reponerse, a William le urgía cambiarse los zapatos.
Lizzy tomó su celular, recorrió los cientos de mensajes que le habían dejado sus conocidos desde el día anterior, hasta Bret le había escrito:
<< Te casas, era cierto, nunca dudé de tu belleza, ni de tu inteligencia, pero me imaginé que tendría más tiempo para conquistarte. Te deseo lo mejor pequeña audaz de las vidrieras londinenses, mi mente lo ha superado, pero tengo que reconocer que mi corazón no se recupera todavía, te recordaré siempre, saluda a Will, no podías elegir a uno mejor, te lo digo en serio. B>>
La sorprendía muchísimo tremenda declaración, ella realmente creía que Bret no tenía corazón.
Tenía un mensaje de Georgiana:
<<Lizzy, me alegra que tu madre haya impulsado la boda como estaba planeada, no te enojes con ella, te mereces festejar tu día y mi hermano también. Me da tanta alegría que estés en mi familia y que formes parte del directorio de la empresa, haremos de esa empresa de hierros y cemento una magnífica obra de arte ya lo verás. Te amamos y contamos contigo, Georgi y Will, pero mi Will no el tuyo>>
Miró atentamente varios mensajes de Will de antes de la boda:
Lizzy sonreía y pensaba: ¡qué poca paciencia tienes William Darcy! había un mensaje de hacía unos pocos minutos, antes de bajar del auto:
13:03 pm
<< Así que en nuestra boda me enteró que el día que me conociste saliste desesperada a cazarme por todo Londres, eres una caza fortunas de lujo Elizabeth Bennet, ¿quién lo hubiera pensado?, yo me creí el cuento de "no he preguntado nada sobre ti".
Me alegra un poco todo esto, me sorprendía muchísimo tu extremo desinterés, tengo que reconocer que haces muy bien el papel de "nada me importa", Dios me he casado con una excelente actriz y no puedo arrepentirme. Te amo>>
Estaba ruborizada, mataría a Jane, pero eso sería resuelto después de enfrentarse a la cara de William y a su orgullo de guapo millonario insoportable, las cosas no eran como ella las había contado, ni como él las veía, las cosas eran como eran, ella no había cazado nada y le contestaría el mensaje en ese instante:
<< ¡Hay William Darcy! si entendieras cómo somos las mujeres que valemos la pena, tendrías resuelto la mayoría de los problemas del mundo, pero no te será sencillo. Para tu información salir a cazar por Londres en una noche de verano exquisita, a un millonario que no cree en el amor, menuda tarea me hubiera propuesto, pero para tu tranquilidad no me he propuesto nada y me ha salido así ¿O te consideras una presa muy fácil? Mmmm no lo creo, tu eres muy difícil, y yo te amo desesperadamente, Lizzy>>
Will terminó de cambiarse los zapatos y sintió el sonido de su celular, se acercó a mirar quien lo contactaba, mientras observaba con desinterés a Elizabeth que sonreía mientras leía algo en su teléfono.
Terminó de leer y sonrió mirándola:
_Eres muy audaz, me quieres convencer de algo que ha sucedido ¿cómo te atreves?
_No sé de que hablas William ¿qué quieres que te diga?_ dijo ella sonrojada.
_Todo, absolutamente todo_ sentenció y continuó hablando_ qué te sucedió cuando me conociste, dímelo como yo te lo he dicho todo este tiempo, aún no sé cómo pude vivir sin ti hasta hace algunos meses, no puedo comprender la vida si no estás cerca y tu no dices nada.
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El sueño de William Darcy
RomanceWilliam Darcy, un reconocido arquitecto inglés, viaja a Londres por negocios. Bastante confuso despierta una calurosa mañana de julio de 2017 en su departamento de Oxford Street. Sentía ruidos atípicos, todo parecía andar muy rápido, tenía...