Capítulo XI ¿Vivir en Londres?

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William terminaba de desayunar mientras miraba los planos de un nuevo proyecto que supervisaría durante la mañana cerca de su palacio en Manchester.

Había dormido plácidamente como era habitual cada vez que volvía de Londres, por unos momentos se había olvidado del dolor de pecho que sentía por la desesperación que le generaba Lizzy y su falta de respuestas. Era impotencia lo que sentía, era tan inteligente que sabía que no podría cambiarla, ella era así.

Aparecieron su ama de llaves y el mayordomo al mismo tiempo demandando su aprobación de gastos generales de la finca y Georgiana estaba al teléfono. Mientras firmaba oía las primeras palabras de la niña:

_ Will, ¿ Cómo has estado? He visto un perfil en instagram estás fotografiado junto a una morocha, Charles, Caroline y una rubia preciosa que es periodista en Hola y en Tv times la conozco por Braian_ Georgiana hablaba con alegría como era habitual intentando sonar desentendida, pero moría por saber quien era la chica de la que hablaba medio mundo en las redes.

_ ¿En donde me viste? _Will no entendía de redes sociales,  ni estaba interesado en aclarar nada sobre su relación con Lizzy.

_ ¡Instagram William!,  una aplicación que sirve como red social, se suben fotos ¿ En dónde vives? ¡Todos la usamos!_ Georgiana no soportaba la desactualización tecnológica de su hermano.

_ Vivo en Manchester por ahora_ sonrió Will con ironía_  y no uso eso, no sé,  ¿qué querés? _  sonaba de mal humor, poco habitual en su trato con su hermana,  no tenía palabras para explicar quién era Elizabeth Bennet en su vida en menos de tres días,  y menos qué hacía él besándola en un partido de criquet, ni él se entendía.

_ Quiero saludarte, iré contigo a Londres el miércoles ya que hay algunas cosas que resolver para una muestra que se hará en 20 días, quiero saber cómo estás hermanito. _ Georgiana respetó el silencio, tarde o temprano se enteraría de todo.

_ ¡Bien disculpa!_ él sonó apenado_ Estoy algo cansado, hoy debo trabajar.

_ Te veré por la tarde pasaré a buscarte por la oficina y tomaremos el té cerca de del centro ¿Te parece?_ Georgiana insistía.

_ Llámame, no tengo idea a qué hora terminaré hoy, es posible que me quede en Londres hasta el domingo, viajaré el martes en el vuelo de las 20 nos veremos ahí , hoy es imposible._ Will sonaba recobrado, su hermana no tenía la culpa de sus problemas de humor, ni de su enojo por la conducta de Elizabeth.

_ Bueno prepararé todo para mañana y estaré lista para partir, espero que estés bien, me ilusioné creyendo que se agrandaría la familia. ¡Te ves guapo en la foto , te voy a hacer una captura y te la envió al what estás lindo junto a ella! ¡Y se los ve abrazados!

_ ¡Nos vemos mañana! _ Will sonreía por todas las cosas que escuchaba de su hermana, el no entendía ni la mitad de las nuevas tecnologías y no le interesaba incursionar mucho, se sentía observado con el uso del whatsapp que informaba el horario de conexión, el estar en línea, no le gustaba que nadie supiera sobre su vida y menos que publicaran fotos de él con alguien que casi no conocía.

Terminó de revisar el plano, tomó su celular, retiro el maletín de trabajo de su oficina, se puso unos lentes oscuros y se dirigió al garaje del palacio a buscar su auto. Automáticamente recordó que el Rolls Royce estaba en lo de Elizabeth, ese recuerdo no le pareció simpático, no terminaba de decidir si volvería a hablarle. 

La idea de no volver a hablarle apareció en su cabeza y lo hizo estremecer, sentía dolor, la sensación de tener un ladrillo en la cabeza que no le dejaba mover el cuello, perdió un instante la conciencia de sus sentidos,  su cuerpo se aflojó y sintió pánico. Realizó las técnicas de respiración que Katherine le había enseñado y se recuperó.  El solo hecho de pensar en no volver a ver Elizabeth lo desesperaba.

El sueño de William DarcyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora