Capítulo XXIV Fin de la navidad, no te quiero más

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Durante la cena todos se comportaron amablemente, al comenzar David pidió un brindis especial por su amigo Will y su futura mujer, la gente amablemente brindó por ellos y los felicitaron.

Algunas miradas de desinterés podían observarse en las hermanas Bingley mientras esto sucedía, Lizzy creyó ver un gesto de desconcierto en el Sr. Mac Gregor pero no hizo caso a su percepción hasta entrada la noche.

Charles y Jane estuvieron especialmente amorosos en la velada sin prestar demasiada atención a nada y a nadie a su alrededor, la mesa dispuesta por Georgiana y la Sra. Reynolds para más de 20 personas con un espacio de más de setenta centímetros de espacio por cada comensal, se distribuía de la siguiente manera:

Lizzy y William en un extremo, a un lado Jane y Charles, al otro David y Georgiana, a les seguían Anne y Santiago, junto a Jane, Charlotte Lucas y el Sr. Collins, sus dos hijos, seguían los padre de Charles y sus hijas, la pareja Mac Gregor y sus hijas, no habían tenido casi posibilidad de conversación e intercambio más que con los cercanos en la mesa, lo que generó un ambiente muy distendido para todos.

Lizzy había intentado prestar especial atención a William a su conversación con David y a Georgiana sin casi percibir a su alrededor, aunque alguna mirada furtiva a la Sra. Mac Gregor y un revoleo de ojos a las hermanas Bingley habían sido imposibles de evitar, su gesto siempre el mismo. Desprecio, desagrado, pedantería de la peor clase.

Luego de cenar pasaron al salón a recibir el postre y el café, Caroline intento acercarse a Georgiana y está desentendiéndose se corrió rápidamente a sentarse pegada a Lizzy y a William en un sitio solo para tres, por lo que a Caroline le fue imposible insistir en el acercamiento, Georgiana le comento casi susurrando a Lizzy:

_Hace un tiempo no soporto a algunas personas, entre ellas a Caroline, me creerás mala pero realmente quiero que se vaya de una vez, no tolero su expresión de desprecio constante, es insoportable, no sé que puede amargarla así, a veces me pregunto ¿cómo pude ser su amiga tantos años?

_Da algo de pena y la sensación de ser una mujer muy insatisfecha_ dijo Lizzy tocándose la boca para hablar para evitar ser descubierta en sus palabras.

_No se hace lo que están haciendo señoritas_ dijo Will acercándose a ambas y sonriendo como si estuviera hablando de cualquier cosa.

Todos se callaron y sonrieron como si nada.

Había música en el ambiente y cada uno conversaba con las personas que tenían cerca nadie hacía alarde de nada, Charles estaba completa y perdidamente embobado con Jane, que no hacía caso a nada ni a nadie más a él para amargura de la Sra. Bingley que no entendía como su hijo ya no le pertenecía.

Charlotte se acercó con uno de sus hijos en brazos, el niño tenía sueño, Lizzy la acompañó a un cuarto contiguo para que el niño logre conciliar el sueño,  mientras conversaban de las cosas de los últimos días.

_Es una fiesta en todo su esplendor, te felicito Elizabeth, me ha dado mucho gusto que nos hayan invitado y a Collins más, ¡sabes que ama ser tenido en cuenta para estas cosas!_ dijo Charlotte mientras acunaba el niño.

_Me alegra que hayan podido venir, me agrada tener compañía de gente querida,  no ha sido tan fácil estar lejos de mis padres, y con gente que casi no conozco_ Lizzy pensaba.

_Elizabeth tienes mucha suerte, esta casa es una mansión imponente, y Will la atención que te presta, se le nota en la mirada el amor que te tiene y en cada gesto podría decirse, ¿te has dado cuenta que no puede disimularlo?_ Charlotte estaba realmente feliz por lo que vivía su amiga.

_ Es estremecedor, lo noto , él es muy apuesto y muy amoroso conmigo desde que volvimos, pero me da temor, hemos peleado, parece haber tenido un amorío con cada mujer que ha conocido_ Elizabeth no quería comenzar con los reclamos pero necesitaba el consejo de su amiga.

El sueño de William DarcyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora