Lizzy terminaba de ordenar accesorios que usaría en un trabajo en la galería de antigüedades de Nothing Hill al día siguiente.
Se encontraba particularmente comprometida con una tarea que le habían propuesto esa tarde, una librería abriría próximamente cerca de la galería y su dueña, una persona muy agradable por cierto, le había pedido un presupuesto para realizar la decoración, Lizzy se tomó unos minutos y se inmiscuyó a mirar los libros, quedó extasiada, su obras favoritas estaban ahí, se hubiera quedado a vivir rodeada de ese mundo maravilloso.
Le gustaban particularmente los libros que se exhibían en las estanterías centrales del lugar, ¡clásicos si los hay!, era como un sueño, Mujercitas, y todos los libros de Louisa May Alcott , la colección de Charlotte Bronte, Dickens y para terminar de enloquecerse, Jane Austen, junto a todos sus éxitos, ella adoraba especialmente Orgullo y Prejuicio , había leído el libro mil veces, y había visto todas las adaptaciones de la obra en el cine. Suspiraba recordando con predilección al héroe romántico proponiéndole matrimonio a su amada, luego de mil idas y vueltas.
Estaba entusiasmada con eso y se había ofrecido desinteresadamente, por el amor que les tenía a las primeras novelas de amor que había leído en su vida.
La dueña una novel escritora, tenía un puesto desde hacía muy poco tiempo en una renombrada editorial "Soul Lyrics", Lizzy también, había leído las historias del afamado David Olider Stone que escribía para esa editorial, estaba emocionada por esa coincidencia, la dueña había aceptado el presupuesto y quería comenzar con el trabajo urgente.
Mientras buscaba las cosas, espiaba a Will trabajando en el living con su computadora, desde el ángulo en donde ella se encontraba podía verlo perfectamente, sin que él la viera, le encantaba hacer eso, ya que la avergonzaba un poco que él pudiera darse cuenta el grado de atracción que tenía con él.
Lo veía concentrado, eso era raro, pensaba, en general no hacía eso cuando estaba con ella. Lizzy sintió intriga, quería ver qué lo tenía abstraído, notó que se movía de la compu y corrió a fisgonear de que se trataba.
Un email, ese Darcy, pensaba, ¡era tan aburrido a veces!, todo el día con sus planos y su trabajo, se dijo a si misma, miró mejor en el asunto del email , vio que decía anillo, Lizzy casi se desmayó, aunque no quería ilusionarse.
Un anillo, pensaba, ¿para qué necesitaría un anillo William Darcy?, se desmoralizó pensando que por ahí era un elemento de obra, para un edificio.
Volvió a su tarea cuando escuchó que él volvía a su posición, observándola.
_¿Elizabeth, puedes venir unos momentos? _le dijo algo ansioso Will.
_Claro, en dos minutos termino con esto y voy_ contestó Elizabeth, quería morir, ¿se abría dado cuenta que ella había estado mirando?, dejó pasar unos minutos, prefería dejar pasar sus nervios, se recuperó y camino hacía él.
_ ¿Qué sucede?_ le dijo con cara de culpable.
_¡No es nada malo cambia la cara!_ dijo él compenetrado en lo que estaba a punto de hacer, no había percibido nada para su alivio, ni que ella le había tocado la computadora, ni que había salido corriendo al garaje.
Elizabeth se relajó, lo abrazó y lo besó rápidamente.
_ ¡Quiero pedirte algo!_ dijo seriamente él.
_Me asustas ¿qué sucede?
_No es nada malo, volvió a decir, solo debes dejar que hable_ se aclaró la voz.
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El sueño de William Darcy
RomanceWilliam Darcy, un reconocido arquitecto inglés, viaja a Londres por negocios. Bastante confuso despierta una calurosa mañana de julio de 2017 en su departamento de Oxford Street. Sentía ruidos atípicos, todo parecía andar muy rápido, tenía...