Cuestión de Amor ||Niam||Zarry||Omegaverse||Mpreg|| Cuestión de Honor T.2||

Capítulo 22: Recupera la pasión

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Harry se estaba aseando cuando Zayn entró en el cuarto de baño.

-Estás muy callado.

-Lo se.  Ver a Jason irse así me ha afectado... supongo que esperaba que tuviesen un final feliz, como nosotros.

-Quizás aún no han llegado a su final.

-Bueno... Charlotte está dormida...

Zayn le sostuvo la barbilla y le besó. 

-¿Por qué estás nervioso?  Llevamos meses casados y tenemos una hija...

-Es que hace mucho tiempo y... después de esta semana donde ese tema parece haber sido como un gran escollo... entre nosotros, hablando con Niall... siento inseguridad.

-Tú nunca has sido inseguro con eso.

-Confío en ti para no serlo.

-Déjame ver qué se esconde bajo tu camisa de dormir.

-Lo has visto muchas veces -dijo Harry ruborizado.

-Cada vez es como la primera.  Siento como si no hubiese visto ningún cuerpo hasta llegar a ti...

Harry se quitó la camisa y Zayn sonrió. 

-Me encantas desnudo.

-Bueno, he engordado un poco...

-Oh, calla...

Harry se rió y Zayn le levantó en brazos para llevarlo a la cama.

-En el fondo -siguió Zayn – estaba tranquilo con eso de la recuperación.

-¿Por qué no querías hacer el amor conmigo?  -preguntó Harry coqueto.

Zayn negó con la cabeza.

-Porque ahora vas a querer cabalgar.

-Y hacer esgrima.  Siempre he querido aprender a hacer esgrima y hay un club en la ciudad que...

-Dios, esgrima. ¿Algo más?

-No.  De momento.

-De momento.  De momento vamos a hacer el amor...

Harry abrió las piernas y se mordió el labio.  Su pene se elevaba desafiando la gravedad y la sensatez de Zayn.

-Quiero dejar algo claro.  No me gusta la idea de experimentar roles.  Soy activo.  Soy el alfa, y si, me gusta dominar y poseer.  Por cachondos que estemos, no voy a aceptar nunca lo que propusiste el otro día.

-Me ha quedado claro.

-Quiero poseerte.  Quiero que te corras gimiendo mi nombre.

-Yo quiero que me poseas.  Que no tengas piedad.  Que entres en mi y me rompas al medio con tu polla, embistiendo como si tuvieses que marcarme de nuevo.

-Lo haré, ten por seguro eso. 

-Cómo si fuese una puta tabernaria.  Llevo demasiado esperando volver a sentirte dentro.

-Ya cállate... -Zayn le besó y le puso de espaldas. A cuatro patas sobre el colchón.  Le abrió el culo, separando las nalgas para revelar ese agujero delicioso que quería comer y follar a la vez. 

De hecho iba a hacerlo. 

Metió la lengua y la retorció dentro. Sacó y metió a la vez que lamia y su boca se llenó con el sabor de la lubricación natural de su marido.  Chupó, estimulando la producción de líquido de sus glándulas.  Y metió dos dedos junto a la lengua.

Harry gritó, arqueando las piernas.  Zayn movió la lengua en su interior, paleadeando el sabor de su culo, jugando con los dedos, metiendo tres, dilatando y preparando. 

Harry gimió, y Zayn adivinó que su esposo iba a correrse.  Metió un cuarto dedo y sacó la lengua para lamer la piel sensible en torno a su agujero y las gotas de la corrida de Harry salpicaron su cabello. 

Sin darle tiempo a su marido a recuperar la respiración, le tumbó bocarriba y arrastró su cuerpo por su abdomen y pecho.  Tenía la polla dura, brillante en la punta.  El glande rojo se balanceó frente a los labios del omega que abrió la boca pare recibir tan exquisito y apetecible manjar.

Zayn empezó a follar su boca, y Harry chupaba como si desease extraerla hasta la última gota de su esencia, regodeándose en lamer la punta, sabrosa y blanda, caliente y húmeda.  Cuando los chorros de semen resbalaron por su boca movió la garganta tragando con ansias toda la eyaculación de su alfa, como leche caliente entrando en él. 

Su pene volvía a estar duro.  Zayn se salió de su boca y le puso de lado.  Empezó a frotarse contra su espalda, mientras le masturbaba con la otra mano.  Harry gimió, estaba excitado y podía notar el miembro de Zayn aún mojado y pegajoso creciendo y engrosándose contra su espalda. 

Entonces se sintió lleno.  De nuevo volvía a sentir la más placentera de las experiencias, su cuerpo lleno de la polla de su marido, alfa y omega follando, bailando juntos el ancestral y más importante de los bailes que no se celebran en salones si no en la intimidad de los amantes.

Cuando el mundo estalló para ambos en un orgasmo compartido, sus gritos se solaparon. 

Apasionados, peligrosos, tan calientes como explosivos y tan destinados el uno al otro.

Alfa y omega.