Capítulo 46: Una noche caliente

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Harry dejó caer el peso de su cuerpo sobre la cama.  La del cuarto matrimonial.  Ni siquiera lo pensó demasiado.  Estaba exhausto, sucio, lleno de polvo y tras los cortinajes se adivinaba el amanecer de un día soleado.

Habían corrido juntos hasta que Harry se sintió listo para volver a casa. 

Zayn se sentó junto a su marido.  Ya estaba dormido, la mejilla contra el colchón y los labios fruncidos en una especie de puchero. 

Desnudo y hermoso como un dios griego.

Le cubrió con una sábana y bajó a la cocina.

-Mary, ¿podemos tener una conversación un poco seria?

La cocinera dejó de hornear el pastel de zanahoria y limón para prestar toda su atención al alfa que había conocido desde que era un niño.

-Dime, cielo.

-Es sobre Harry y creo que es algo relativo a su naturaleza de omega.

-Te escucho.

-Se siente melancólico y un poco angustiado.  Creo que todo fue demasiado precipitado para él y yo estaba tan metido en la espiral que no vi lo que le ocurría. 

-El momento de dar a luz nos vuelve a los omegas muy vulnerables.  Nuestra genética está programada para ello pero los alfas no podéis saber cómo se siente de verdad porque nunca pasaréis por ello, lo mismo que el sangrado o el celo.  A eso hay que sumar que su marido hace menos de un año era un omega soltero y vivía en un pueblo pequeño y desde que llegó a Londres solo han ido a fiestas de sociedad.

-¿Crees que el doctor puede ayudarnos?

-No.  Para los médicos las afecciones del alma no son reales.  No pueden verlo así que no existe.  Te dirá que está sensible, que es melancolía o que es de carácter débil.

-Tendré entonces que animarle yo.

-Estoy segura de que sabrá hacerlo. 





La noche había sido increíblemente larga y caliente para Niall Payne.

Nada más llegar a casa, Liam le había llevado al cuarto.  Le había recostado sobre la cama y desprendido de toda la ropa. 

-Voy a follarte tanto que mañana no vas a poder caminar y me voy a asegurar de que tú madre sepa los motivos. 

Luego había empezado a besarle labios y mentón. 

-¿Sabes que me apetece?  Una copa de vino.

Niall jadeó sin saber qué responder.  Liam se levantó completamente desnudo y bajó al comedor.  Volvió con una botella de vino burdeos.

-Burdeos... o Burdeaux.  Deberíamos hacer varios viajes, y ese lugar es perfecto. Es muy hermoso y hacen unos vinos excelentes.  Mi padre me llevó una vez, me emborraché allí por primera vez, me dieron a probar muchas clases de vino y se rieron de mí porque me quede dormido en un banco.

Niall se rió.

-Si, debemos viajar. 

-Lo más lejos que yo he ido ha sido Escocia e Irlanda. 

Liam abrió la botella.

-Me he olvidado la copa.  Que idiota...

-Pero Liam... ¡Oh, Dios!

Niall gimió cuando el intenso líquido rojo cayó sobre su pecho, su abdomen y su pene.  Liam se inclinó arrojando la botella al suelo para chupar con codicia aquellos pezones duros y teñidos del color del vino.  Lamió la senda que conducía de su pecho a su ombligo, sacando la lengua para pasarla y absorber no sólo el vino si no el dulce sabor de su piel.

En la zona del ombligo, chupó y mordisqueó y su atención se dirigió entonces al hinchado y delicioso glande, mojado por el caldo rojo e inflamado por el deseo.  Gotas de vino se deslizaban por el tronco de la verga de Niall para acabar muriendo en sus testículos. 

Todo ello Liam lo degustó, con las lamidas ansiosas y los besos acelerados en la punta de la polla y hacía abajo.  Chupó las bolas de Niall con una intensidad que mantenía a su omega tan excitado que él pene, duro como granito, vibraba y se sacudía mientras el orgasmo se acercaba y quedaba suspendido ante sus ojos, solo a espera de un poco más, solo un poco... Liam pellizcó sus cojones de un modo firme y delicado y Niall se corrió.

Apenas estaba recuperándose cuando Liam pasó la lengua siguiendo los chorros de semen de su omega, le levantó las caderas y reveló su culo.

Metió la lengua hasta el fondo.

Niall gritó.  Acababa de correrse y su excitación estaba arriba de nuevo.

Liam lleno con su saliva todas sus paredes internas, que segregaron lubricación.  Ese sabor hizo a Liam estar a punto de correrse, era feromona pura en sus papilas gustativas.

Sacó la lengua y la sustituyó por su pene.

Empezó a bombear con fuerza, entrando y saliendo, su verga abriéndose paso por ese agujero que aceptaba hambriento cada embiste hasta que ambos se corrieron juntos en un grito compartido.

Niall efectivamente perdió la cuenta de las veces en que Liam le folló esa noche.

-Me muero de sueño... -gimió tras una corta siesta al despertar con la verga de Liam frotándose contra su espalda.

-Ahora voy a follarte por última vez.

-Y luego a dormir...

-No, mi amor.  En treinta minutos debemos estar desayunando con tu madre.

Cuestión de Amor ||Niam||Zarry||Omegaverse||Mpreg|| Cuestión de Honor T.2||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora