Cuestión de Amor ||Niam||Zarry||Omegaverse||Mpreg|| Cuestión de Honor T.2||

Capítulo 25: Lobos libres

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Si aquello era un sueño, Niall no quería despertar.

Liam le había guiado hacia el carruaje con paso muy firme, había pedido que pusieran rumbo a casa y había empezado a besarle.

Todo en él exudaba esencia de alfa.  Las testosterona hacia el ambiente del coche cerrado dulce e intensa.  Sus besos eran duros, implacables pero gentiles y tenía a Niall sentado encima.

-Hemos llegado, Su Excelencia -gritó el cochero – llevamos parados cinco minutos.  ¿Todo bien?

Liam gruñó.

Luego se levantó, bajo a Niall del carruaje, le tomó en brazos y siguió besándole camino del cuarto.

-Liam...

-No, no digas nada.

-Pero Liam... -Niall gimió.  Liam abrió de una patada el cuarto y le acostó en la cama.  Se puso sobre él, le lamió el cuello y le abrió las piernas.  Con ropa.

-Ssssh...

-Liam, es que...

-¿Qué? -Liam se levantó sobre el.  Estaba usando sus manos para apoyarse en la cama y su rostro estaba a centímetros. 

-Hay algo que tengo que decirte.

-Estoy seguro de que puede esperar.

-No.  De verdad tengo que decírtelo ya o no podré soportarme a mí mismo si sigo guardando silencio.

-Si vas a decirme algo sobre que te arrepientes del placer...

-Soy un esposo horrible.  Pero te amo.  Y quiero hacerlo bien.  Antes de casarme contigo, de conocerte había un alfa... el vino algunas noches a cuidarme.  Un gran lobo gris.  Le hablaba... me hacía sentir protegido.  En forma humana me acarició los labios una vez y otra me besó...

Liam no movía un músculo.  Niall hubiese esperado otra reacción.  Una con celos, por ejemplo.

-Continúa.

-El viernes me pareció verlo y ayer cuando me abrazaste me pareció que eras él... y me siento muy mal porque tú eres increíble. Has sido paciente, te amo y soy tan feliz contigo pero ese alfa...

-Ese alfa y su misterio te atraen.

-Dios...

-¿Y si te dijese que yo soy ambos? Soy tu marido y soy ese alfa.

-No te comprendo.

-Te lo dije... te amé mucho antes de lo que crees...

Liam se levantó de la cama, se alejó unos pasos y se transformó.

En el lobo gris.

Niall se arrodilló en la cama.  Le faltaba la respiración.  No era incorrecto.  No era malo.  Era su alfa y desde hacía tanto...

Liam volvió a su forma.  Había ropa rota y estaba desnudo.

-Quiero verte en forma de lobo.  Vamos. 

-No... hace mucho que no lo hago.

-¿Antes de la boda?

-Antes de Londres.  Siempre iba de noche y solo a ejercitarme porque... bueno, hay que desnudarse y hay un riesgo de que te vean y...

-Tránsformate para mí.  Ahora. Por favor.

Niall se quitó la ropa con manos temblorosas.  Se quedó desnudo.  Del todo. 

-Te amo.  Como eres.  Amo tu puritanismo y todo en ti... pero quiero que olvides esa represión ahora... transfórmate y sígueme.  Vamos a correr. 

Niall cerró los ojos.  Se concentró y en su lugar apareció un hermoso lobo blanco. 

Liam se convirtió en el gris.  Se acercó y empujó con el hocico al otro lobo. 

Y le llevo al exterior.

Niall casi había olvidado lo grandioso que era sentirse así.  De hecho jamás se había sentido tan libre.  Siempre que se transformaba desde la adolescencia lo hacía cuando su cuerpo no soportaba más sin hacerlo. 

Nunca por placer. 

Nunca sintiendo en sus oídos de lobo el susurro del viento al correr,  en sus patas los golpes de impulsarse.  Liam corría frente a él.  Se giraba, le golpeaba jugando.  Rodaron por el suelo.  Niall aulló cuando Liam le arrastró al lago. 

Allí se empujaron, se salpicaron.

Después Liam le señaló con la cabeza la orilla y salieron del lago para volver a correr.

En dirección a la casa. 

A punto de llegar a la misma, Liam se transformó en humano, aún a media carrera.  Sus músculos, su cuerpo, cambiaron en movimiento para revelar de nuevo el potente físico del hombre, del macho alfa que Niall adoraba.

Y sin pensarlo, le imitó.

Sin esconderse, sin miedos, volvió a su forma original.  Liam le espero para agarrarle la mano.  Subieron corriendo las escaleras, llenando de gotas de agua las caras alfombras del salón, desnudos, mojados y sucios. 

Sin reparar en nada más que uno en el otro. 

Cayeron sobre la cama.  Liam estaba encima. No les preocupaba nada, no sentían nada más que uno al otro.

-Eres lo más hermoso que he visto, como humano y como lobo.

-Tú lo eres... lo eres.

-Mi omega... mi todo...

-Mi alfa. 

Liam le levantó la cadera y probó a meter un dedo y luego otro.  Sonrió contra los labios de Niall.

-Sigue...

-Ahora ya sabes lo que viene después.

Niall asintió.  Las caricias de Liam en su interior estimularon su lubricación.  Movió la cabeza sobre la almohada, gimiendo. 

Liam le movió y le colocó en cuatro sobre la cama. 

-¿Puedes quedarte así para mi?

Niall gimió.

-Creo que he nacido para estar así por ti.

Liam jadeó.  Le abrió las nalgas con suavidad y reveló el agujero, húmedo y listo para él. Pasó la lengua lamiendo sus fluidos y metió la lengua mientras con la mano derecha buscó el pene de Niall. 

Lo acarició. 

-Dime lo que quieres....

-Tu verga.  Quiero tu verga.  Quiero que me la metas como ayer...

-Pues te la daré.

Niall chilló cuando la polla de Liam abrió su pasaje de nuevo.  Se metió hasta el fondo. 

-Más...

-Si, bebé... te daré todo lo que me pidas. 

Movió las caderas, empujando, chocándose contra Niall en cada empujón, cada embestida.  Sus cojones duros y calientes golpeaban la parte baja del culo de Niall y su verga estimulando en su interior.

Liam adivinó que Niall iba a correrse y cerró los ojos para dejarse ir con él.

Satisfecho como nunca antes.