Capítulo 32: Clive

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Clive de Eastchurch, vizconde consorte de Eastchurch había nacido como Clive March.

Su padre era conde y su otro padre un riquísimo heredero americano.

Menor de cuatro hijos y omega, siempre había sabido que el título no era para él pero nunca espero lo cruel que el destino iba a ser a su lado.

Dave, su esposo, había estado casado en cuatro ocasiones y enviudado de dos esposas y dos esposos, no tenía hijos y tenía mucho dinero.

Su padre y Dave eran amigos.  En una noche de juerga y alcohol su padre se había quedado sin dinero para apostar y en lugar de sacar un pagaré o algo similar había apostado la mano de su hijo menor.

Y perdido.

Clive se había visto arrastrado a un matrimonio con un anciano de setenta y ocho años que además prefería a las mujeres cuando sólo tenía diecisiete. 

Esa noche cumplía veinticinco y creía que su condena nunca iba a acabar. 

-¿Quieres que salgamos esta noche?  Es tu cumpleaños. 

-¿Vas a dormirte en el club? -preguntó Clive. Estaba harto de que cada vez que le acompañaba jugase al pobre anciano.  En privado se mostraba muy vital para sus ochenta y cinco años. 

-No.  No creo.  Quería preguntarte algo... ¿ha habido éxito esta vez?

Clive se vistió mirándose al espejo. 

Recordaba las palabras de su padre omega.

"Eres guapo y tienes mucho encanto.  Cuando hagas los veinte años te irás a América con mi familia.  Todo es mejor allí".

-No.

Cada tres meses, cuando el cuerpo de Clive entraba en celo, su esposo intentaba concebir un hijo.  La intimidad con su marido era triste y humillante.  A su edad había que unirle que no le gustaba Clive, ni ningún hombre.  Pero estaba obsesionado con un heredero y le gustaba lucir a su esposo trofeo. 

La respuesta siempre era no.

Clive sintió que la garganta se le llenaba de bilis al recordar lo ocurrido un par de semanas atrás. 

Entraba en celo y Dave contrató un par de prostitutas, como siempre.  Después de que ellas bailasen y se tocasen un rato entre ellas para que el viejo se excitase,  luego le tocaron hasta que él logró tener una erección, algo difícil con la edad y su afición al alcohol.

Y entonces le había follado a Clive, si eso se podía llamar follar.  Dos empujones y ya. 

-Tú padre me dijo que en tu familia había una alta fertilidad.

-Soy tú quinto esposo.  ¿Te has planteado que el estéril no sea yo?

El golpe fue con el bastón.  En las costillas.  Clive se dobló. 

-Yo soy un macho de verdad.  Tú eres el marica y el que se dedica a regalar el culo a otros por ahí.

-De vez en cuando me gusta echar un polvo.  Uno de verdad. 

El siguiente golpe fue en el labio.  Con la mano abierta.  El anillo de bodas le abrió el labio. 

-Cállate.

-Sí, señor.

-Vístete.  Iremos a cenar al club. 

Zayn miraba pensativo su vaso.

-No se, Liam, pero creo que es normal que esté sensible.  Las hormonas en los omegas hacen cosas imprevisibles y sabes cómo es su madre.

-Aunque hubiésemos estado deseando concebir, no veo el problema que tiene esa mujer.

-El problema es que está metida hasta el fondo en la cabeza de tu marido.  Y es una bruja.

Escucharon murmullos de gente.

Clive y su esposo acababan de entrar en el restaurante.  Clive tenía el labio magullado e hinchado.

-Por Dios santo, otra vez...

-A ese viejo hijo de puta le encanta pegarle pero le encanta mucho más que la gente sepa que lo que le falta como hombre lo compensa con golpes.

-Clive camina mal.

-Suele pegarle en las costillas. 

-Joder. 

Clive se sentó en un sillón con un gesto de dolor.  Liam dejó su vaso y se acercó para hablar con él.

-Otra vez.

-Le dije sus verdades a la cara.  Prácticamente le provoque.

-Ningún omega debería ser golpeado por su esposo.  Y si le hubieras dicho las verdades no podría caminar de la vergüenza.

-Gracias por preguntar.  Creía que ya no querías hablar conmigo.

-Dios, Clive, sabes que no es por ti.  Durante un tiempo nuestra relación fue más que de amigos, todo el mundo lo sabe y mi esposo también.

-Pero éramos amigos.  Uno de los pocos que creía tener de verdad.

-Y lo somos.  Aunque las cosas hayan cambiado.  Y no soporto ver cómo te trata.  Nunca pude. 

-Siempre has sido un caballero.  Incluso para romper conmigo lo fuiste. 

-¿Estás con alguien ahora?  Necesitas a alguien que te de lo que ese hombre no te da y no me refiero al sexo.

Clive negó.

-No, no estoy con nadie.  Sabes que de cara a todos me gusta coquetear y que crean que soy fácil, sobre todo por joder al viejo.  Pero que me cuesta abrirme.  Y tú, ¿Qué haces aquí?  ¿Un recién casado?

-Tuve una pelea con Niall.  El orgullo no me deja pedir perdón primero.

-¿Todo bien? -preguntó Dave.

-Todo perfecto hasta que llegaste -dijo Clive poniendo una mueca – Tranquilo.  Algunos alfas son fieles a sus omegas. 

Liam volvió a la barra.  Zayn estaba hablando con un socio suyo.  Pidió otro whisky y decidió jugar a cartas.

Cuestión de Amor ||Niam||Zarry||Omegaverse||Mpreg|| Cuestión de Honor T.2||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora