Capítulo 10

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Los días siguientes, Chad continuaba visitándome vestido de doctor, era la única manera que él pudiera entrar al hospital para poder vernos.
No podía negar lo condenadamente sexy que se veía vestido así, esa bata de doctor se ceñía a sus hombros anchos y fuertes y se estrechaba junto a su cintura y cadera. No cabe duda que Chad Stone era el mismo dios griego Adonis en persona.
No he dejado de agradecerle a Bella por todo lo que está haciendo por nosotros y cada vez que Chad viene a verme siempre evita que alguien nos descubra.
-Quisiera ya no verte en esta cama -confiesa Chad acostado al lado mío.
-El doctor Davis me confirmó que dentro de pocos días ya podré ir a casa -le cuento y Chad se levanta sorprendido.
-¿De verdad? -pregunta emocionado-. Que gran noticia, me encanta verte recuperada -me abraza y hunde su rostro en mi cuello.
-Al fin dejaré este lugar que solo me ha dado tristezas, eso me alegra un poco -pienso en voz alta.
-Ahora si podré luchar por ti cómo te lo mereces, nadie impedirá que estemos juntos, mi preciosa Allie.
-¿Por qué me dices así? -pregunto.
-Porque tu belleza no tiene límites y aunque sigas casada con Noah ya siento que eres mía-. Se separa de mí y me besa la frente-. Te quiero.
-Te quiero, mi precioso Chad -digo con una sonrisa y él me vuelve a abrazar más que feliz.
Antes de poder separarnos, la puerta de la habitación se abre bruscamente y veo a Noah parado en el umbral echando humo por las orejas.
-Aléjate de mi mujer maldito hijo de puta -dice Noah acercándose a nosotros y separando a Chad de mí bruscamente.
-¿Así que burlaste a los de seguridad vestido así? Eres un miserable -Noah intenta golpear a Chad pero él lo evita agarrando su brazo antes de que lo llegue a golpear.
-Noah por favor cálmate -le pido.
-¿Quién le permitió entrar? ¿Quién? -pregunta furioso intentando liberarse del agarre de Chad.
Al no tener respuesta por parte de nadie, Noah se libera del agarre y fija su mirada en Bella.
-Maldita estúpida, tú lo ayudaste -se acerca a ella para golpearla pero Chad lo impide.
Me levanto de la cama y me pongo delante de Noah.
-Tranquilízate por favor, vamos a conversar -lo tomo de los brazos, lo miro a los ojos e intento calmarlo.
-No hasta que ambos se larguen de aquí -contesta Noah.
-Chad, Bella, déjenos a solas -digo sin quitar la mirada a Noah.
-Allie, no puedes... -dice Chad.
-Por favor Chad, vete -lo interrumpo.
Chad suelta a Noah a regañadientes y sale rápidamente  de la habitación, muy furioso.
-Noah, yo...
-¿Cómo pudiste burlarte de mí? Estuviste con él a mis espaldas, sigues viéndome la cara de idiota... -empieza a balbucear y se suelta de mi agarre para llevarse las manos a la cabeza, muy ofuscado-, maldita sea Allie ¿por qué? ¿Por qué me haces esto?
-Yo no te estoy haciendo nada Noah -contesto firme-. Te confesé que estoy enamorada de Chad, te conté que ya no puedo vivir sin él, que se me hace difícil la vida sino lo tengo a mi lado pero tú solo haces que él y yo nos mantengamos alejados. ¿Qué quieres lograr con eso? ¿Qué manteniéndonos separados me harás olvidarme de él? -me acerco a Noah y hago que me mire a los ojos.
-Tú no estás enamorada de él, solo estás confundida por todo lo que pasó, es solo eso -murmura con la mirada perdida.
-Yo no estoy confundida Noah. Estoy completamente segura que quiero a Chad y que lo mejor para los dos es ya no seguir casados-. Camino hacia la cama y me recuesto sobre esta-. Si realmente me quieres como dices, solo desearías mi felicidad después de lo que pasó. ¡Noah, ambos nos traicionamos! Un matrimonio no se basa en eso y quiero que lo entiendas.
-Eres muy egoísta Allie. Tú solo te quieres separar de mí para irte a los brazos de ese imbécil, ¿y yo cómo quedo? Como el idiota más grande que dejó que el amante de su esposa le ganara, yo no merezco eso Allie, no lo merezco.
-¿Te importa más lo que digan los demás en vez de tu propia felicidad? -pregunto decepcionada.
-Sí, y siempre fue importante para mí -contesta sin ninguna expresión en el rostro.
No puedo más con esto. Realmente no sé cómo hacerle entender a Noah que lamentablemente no fuimos hechos el uno para el otro. Antes de que todo sucediera, Noah era un hombre seguro de sí mismo, que le importaba muy poco lo que la gente opinara de él pero al parecer solo fingía y siempre tuvo presente todo lo que comentaban de él.
-Noah, ya no sé cómo pedírtelo, sabes que esto no será lo mismo, ambos nos hemos hecho demasiado daño, no merecemos continuar torturándonos de esta manera.
-No correré más riesgos, en este mismo momento pediré que te den de alta, no permitiré que ese idiota siga burlándose de mí -dice Noah ignorándome.
Sale de la habitación sin decir nada más; las lágrimas en mis ojos no demoran en salir y el  tormento que estoy viviendo se hace más grande.
Las esperanzas de volver a ser feliz cada vez se van desvaneciendo y mis ganas de luchar por Chad, también. Al parecer Noah triunfará en todo esto y Chad y yo solo seremos los más perjudicados.

Infinito Placer (Segunda parte de Un Placer Haberte Conocido) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora