Capítulo 37

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Estoy en el infierno.
Me duelen las muñecas, porque desde que Noah me trajo a este lugar, no me las ha liberado; me duelen las mejillas, me duele todo sinceramente.
Noah no ha hecho otra cosa que burlarse de mí y sobre todo, trayendo a este lugar a la zorra de Miranda, sabía que esa mujer era mala pero unirse con Noah para hacerme daño a mí y a Chad es lo último que hubiera esperado, sobre todo de mi ex esposo.
-No sabes cómo me encanta verte así, Allie Wilson -pronuncia Miranda sin dejar de reírse-. Jamás debiste quitarme el amor de Chad. Ese hombre estaba a mis pies y tu llegaste para quitármelo.
Se acerca a mí y me abofetea y la silla a la cual estoy amarrada se cae.
-Eres una... una... -digo entre sollozos pero Miranda me interrumpe.
-¿Una qué? ¡Vamos dilo! -levanta la silla y me mira fijamente, aprovechando que mis manos siguen amarradas-. No me interesa lo que digas o pienses de mí. Verte así es más que suficiente.
-Maldita zorra -murmuro y cierro los ojos para dejar de sollozar y mostrarme fuerte frente a ella.
-¡Ay Allie querida! Si tan solo no te hubieras aparecido en la vida de Chad -se cruza de brazos, como si estuviera pensando-, ese hombre todavía seguiría siendo mío. Aunque, ahora que lo pienso y viéndote así, creo que lo tendré nuevamente arrastrándose de amor por mí-afirma muy segura.
-Chad jamás volverá a estar enamorado de ti, él nunca más caerá en tus garras -ahora soy yo la que afirmo segura.
-Eso es lo que crees. A pesar de todo ese idiota sigue estando enamorado de mí. Jamás superará a la mujer que lo dejó plantado en la iglesia y si lo hace, aquí estás tú para vengarme de ambos -contesta de forma burlona.
Antes que pueda contestarle, aparece Noah.
-Tu noviecito motociclista ya te está buscando como loco -me pone delante mío su teléfono móvil, enseñándome la portada web de un periódico local.
Miranda y Noah se ríen y se dan un beso en la boca.
Siento asco al verlos besar pero a la vez un alivio dentro de mí al saber que Chad si despertó después que Noah lo golpeara con el arma.
-Lastima que jamás podrá encontrarte. - Noah se acerca a mí y me susurra en el oído-: porque sino eres mía, no eres de nadie, cariño -me besa la mejilla.
<<¡Cálmate Allie! ¡Cálmate! Tienes que ser fuerte por él. Tienes que ser fuerte por él>> me repito para mis adentros.

                              ***

Han pasado ya varios días y siento que no puedo cumplir mis propios pensamientos. Quiero ser fuerte, necesito estar fuerte pero no puedo.
Las humillaciones por parte de Miranda y los tocamientos y algunos golpes por parte de Noah me debilitan cada día más. Trato de defenderme, mostrarme con fuerza frente a estos dos pero seguir amarrada a esta silla y no poder hacer nada, me lo hacen imposible.
<<Chad, amor. Ven por mí, por favor>>
Tengo frente a mí a Noah, está todo desaliñado y con un aspecto intimidante, jamás pensé verlo así, jamás pensé que podría hacerme todo esto.
Todos estos días no se a dónde iba, pero estoy completamente segura que Miller no, porque ese es el primer lugar al que iría Chad con la policía. Noah solo aparece por aquí en las tardes y noches mientas que la perra de Miranda solo por las mañanas.
-¡Noah, por favor! Déjame ir. Te juro que no le diré nada a la policía pero por favor, déjame ir -le ruego.
No se aún de donde saco lágrimas, a veces siento que ya estoy muerta por dentro y que lo único que estoy haciendo ahora es sobrevivir.
-¿Quieres que te deje ir? ¿Para qué? Para irte con ese cabrón y restregarme su estúpido amor. -Noah se acerca con su silla, se sienta frente a mí y con una de sus manos acaricia mi rostro-. Yo te quería Allie, te quise demasiado pero tú hiciste que todo ese amor se convierta en odio. Te burlaste de mí, me humillaste, mataste a nuestro hijo para lárgate con ese miserable. -Se detiene por unos segundos para luego continuar-. Aunque pensándolo bien, tal vez ese hijo nunca fue mío.
Se me rompe el corazón en mil pedazos pero a la vez me fortalezco.
-¡Era tu hijo, Noah! Claro que lo era -empiezo a gritar-. Era nuestro. Y yo no lo maté. Todo pasó porque te metiste con esa zorra. Ahora me doy cuenta de todo, tú también me engañaste con ella, siempre estuviste involucrado con Miranda. ¿Por qué, Noah? ¿Por qué con ella? -digo mirándolo fijamente a los ojos.
-Me metí con ella porque mi mujer no me complacía. Cada vez que quería estar contigo me rechazabas, me ponías alguna excusa estúpida para no estar conmigo. ¿Qué querías? ¿Qué te estuviera rogando toda la vida? Miranda si me trataba como si fuera su verdadero hombre. Ahora entiendo porque Chad estaba arrastrándose por ella -contesta Noah de manera burlona.
Mi relación con Noah siempre fue buena, desde que nos conocimos, jamás pensamos en alguien más que no fuéramos nosotros juntos en un futuro pero, desde que Chad apareció en mi vida, algo dentro de mí cambió.
Como siempre me lo digo, jamás pensé que sucedería eso, jamás pensé enamorarme de verdad estando casada. Si hubiera sabido que Noah se comportaría de esta forma conmigo después de todo, lo primero que hubiera hecho es decir  "No" frente al altar.
-Sé que no debí mentirte, tal vez esto haya sido también culpa mía pero Noah, no puedes tenerme aquí encerrada. ¡Por favor, libérame! Si realmente me quisiste, déjame ir.
Noah se me queda mirando por unos minutos, me mira como jamás me había visto, con cariño pero a la vez con odio.
-¿Crees que me convencerás con tus estúpidas palabras? -empieza a reírse-. Tú jamás saldrás de aquí. Ese imbécil me pedirá de rodillas saber dónde estás y yo haré que sienta lo mismo que sentí cuando me quitó tu cariño y tu lealtad.
-Noah, piensa en mi familia. Mi familia te quiere y le haces daño también con todo esto- tra to de convencerlo incluyendo a mi familia aunque no quiera hacerlo.
-Todos se burlaron de mí. Todos pensaron que era un imbécil y que jamás me daría cuenta de todo lo que pasaba. -Se levanta de su silla para tirarla con rabia-. Esa traición jamás te la perdonaré y sé muy bien como cobrármela. A ambos.
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Tan solo quedan pocos capítulos y yo también estoy nerviosa por lo que va a pasar. Espero que estén disfrutando esta última parte de la novela.

Infinito Placer (Segunda parte de Un Placer Haberte Conocido) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora