Capítulo 13

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-¿Aceptó separarse de ti? -pregunta Lauren sorprendida atragantándose con su comida.
-Sí.
Cojo mi copa con vino y bebo con una sonrisa.
-¡No puedo creerlo! Allie al fin eres libre.
Se para de su asiento y cruza hacia mí para abrazarme.
-No pensé que la noticia te iba a alegrar tanto -digo asombrada.
-Sé que estás feliz por eso me alegro por ti. -Vuelve a su asiento.
-¿Qué piensas hacer ahora? -dice Lauren.
<<Siendo sincera no sé que hacer>> pienso para mis adentros.
Después de estos días lo único que he querido hacer es ir donde Chad y decirle que al fin podemos estar juntos pero a veces mi orgullo es más fuerte que yo e impide ir a buscarlo.
-No lo sé aún. He querido la separación con Noah desde que conocí a Chad pero... ahora que lo he logrado no tengo idea de que hacer. No pensé que Noah finalmente aceptaría; todo esto está pasando tan repentinamente.
Lauren toma mi mano desde el otro lado de la mesa en muestra de apoyo.
-Has querido esto Allie y tienes que aprovecharlo. Al parecer Noah al fin se dio cuenta que ya no eras feliz, y aunque te siga negando el divorcio, igual seguirías pensando en él. Ha llegado el momento de ir por tu felicidad.
-¿Qué me sugieres?
Lauren acerca su silla al mío y murmura lo que yo también he pensado hacer.
-Búscalo.

                              ***

Me encuentro nuevamente de pie, frente a esta puerta de madera con nervios y temor a tocar.
No sé lo que me deparará el destino cruzando esta puerta; lo único que deseo es que a partir de hoy mi vida empiece nuevamente.
Sin darme cuenta mi mano ya está pegada sobre la puerta, tocando.
No se escucha nada dentro del apartamento; vuelvo a tocar por segunda vez ahora sí consciente de lo que estoy haciendo.
Después de segundo la puerta se abre y veo a alguien completamente desconocida para mí.
-Hola. ¿Te puedo ayudar en algo? -dice la mujer amablemente.
-Hola... sí por favor, estoy... estoy buscando a... -alargo la palabra.
-A Chad -completa la frase por mí.
Asiento y la mujer, con una cabellera negra y unos ojos grises muy conocidos para mí, me da una cálida sonrisa y me invita a pasar. Camino lentamente mirando y cada rincón de la sala de estar del apartamento. Ha cambiado ligeramente y el ambiente se siente mucho mejor.
Estar en el apartamento de Chad nuevamente me llena de nostalgia. He pasado lindos momentos con él aquí y espero que no solo se queden en recuerdos sino que continúen.
-Toma asiento hija. ¿Deseas que te sirva algo? ¿Té, café, agua?
-No... no se preocupe, estoy bien. Gracias.
La señora de acerca a mí y se sienta al costado mío.
Me mira detalladamente y su mirada me pone mucho más nerviosa de lo que estoy.
-¿Eres Allie verdad? -pregunta la amable mujer.
Abro los ojos de la sorpresa al ver que sabe mi nombre.
<<¿Cómo rayos lo sabe?>>
Asiento sin decir nada y la gran sonrisa en el rostro de ella es inevitable.
-¡Qué emoción, estás aquí! Mi Chad se va alegrar demasiado -dice poniéndose de pie.
<<¿Mi Chad?>>
Al ver a la mujer nuevamente a los ojos finalmente me doy cuenta de quién es.
-¿Es usted... la mamá...? -pregunto nerviosa desde el sofá.
-¿De Chad? -me interrumpe-. Sí. Soy Katthy, es un gusto al fin conocerte Allie. -Me ofrece la mano y yo encantada y nerviosa la acepto.
No puedo creerlo, Katthy está aquí, en Seattle.
Tener frente a mí a la madre de Chad me llena de melancolía al recordar todos los hechos que tuvieron que pasar ellos dos.
La mujer empieza a caminar, yo me pongo de pie y la sigo con la mirada hasta el pasadizo del apartamento.
-Chad, tienes visita -grita Katthy desde el pasadizo.
-No estoy de ánimos para recibir a nadie -escucho decir a Chad a lo lejos y mi corazón empieza a latir desenfrenadamente.
-Sé que esta visita te encantará demasiado -le contesta ella mirándome con una sonrisa-. Ven rápido por favor.
No hay respuesta por parte de Chad y Katthy se acerca nuevamente a mí.
-No puedo creer que estés frente a mí -dice Katthy tomándome de las manos.
<<Lo mismo digo>>
-Mi hijo no me ha dejado de hablar de ti desde hace poco tiempo. Sé por lo que están pasando ahora y de corazón espero que solucionen todo y que vuelvan a estar juntos.
Las palabras sinceras de ella me hacen sentir demasiado feliz y que se me llenen los ojos de lágrimas.
-Yo espero lo mismo señora.
-No me digas señora por favor, dime Katthy.
Asiento con una sonrisa.
Ver a Katthy a los ojos es como si estuviera viendo los de Chad. Ambos tienen los ojos de un color gris maravilloso, y algunas facciones del rostro de Chad son idénticas a la de su madre.
-Debe ser raro para ti verme aquí pero Chad estaba demasiado triste por lo qué pasó la última vez que decidí venir de Georgia solo para estar con él.
-Lo qué pasó la última vez no se volverá a repetir -digo mirándome los pies.
-Estoy segura de eso.
Antes que yo pueda hablar, unos pasos detrás de mí me ponen nerviosa.
Al voltear veo a Chad, tan sorprendido como yo, al vernos a los ojos nuevamente después de varias semanas.

Infinito Placer (Segunda parte de Un Placer Haberte Conocido) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora