Trece

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—Hola, ¿Harley verdad?

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—Hola, ¿Harley verdad?

La mejor forma de que Gabriel se olvide de mi es que empiece a pensar en otra chica. Y yo había elegido a la mejor sucesora: Harley Hastings o, como todos la llaman, Doble Hache.

Harley es una chica pelirroja con la tez blanca como la nieve. Sus pómulos están bien definidos, su respingona nariz está rodeada de pecas y se le forman hoyuelos al sonreír. Pero lo que hace única a Doble Hache es el color de sus ojos: uno azul y otro verdoso.
A demás de una cara bonita, Harley es uno de los mejores promedios. Una chica responsable, amante del deporte y amable con todos. Una chica digna para alguien como White.

—Hola Ryan, ¿necesitas algo?

—Quería contarte una cosa.

Aunque no sale de su línea de amabilidad, no puede evitar mirarme perpleja. Incluso yo misma estoy sorprendida.

—Claro, dime.

—Gabriel es mi amigo y no debería pero...— hago una pausa que me ayuda a captar su atención y a buscar las palabras adecuadas— Le gustas muchísimo.

—¿Qué?

—El otro día te vio en tu taquilla y, desde entonces, no deja de hablar de ti

Las pupilas de Harley buscan a Gabriel por el pasillo. Al verle, aunque de distintos colores, ambos ojos se iluminan y una pequeña sonrisa se hace paso en su rostro.

—¿Enserio? — la chica se muerde el labio inferior con las cejas levantadas. Parece realmente emocionada con la idea.

—Deberías hablar con él.

—Tienes razón—asiente con una seguridad envidiable—Muchas gracias.

Harley me da un inesperado abrazo. Yo solo puedo sentir punzadas en el pecho y resistir las ganas de llorar.

—Gabriel es un gran tío—le digo cuando se separa de mi— Vas a tener que estar a la altura.

Mientras observo a Doble Hache alejarse pienso en lo que acabo de hacer. Por un lado creo que he hecho lo correcto pero, a la vez, siento que he cavado mi propia tumba.

Mi plan no se limita a que Gabriel se enamore de otra chica. Yo también voy a enamorarme de otro. O, al menos, eso va a creer Gabriel. Y Travis Jones podría a ayudarme a completar la fase B.

Recorro las aulas y los pasillos en su búsqueda. Tan solo necesito salir al aparcamiento para encontrar a Travis, pero no está solo. A demás de Claudia, Saray está con él. Más bien, está formando parte de él en un profundo beso. Saray es capaz de destrozarme los planes sin proponérselo. Aunque no la culpo. Travis tiene un buen porte y, después de la pelea, sería un idiota si no empezara a fijarse en otra chica.

Travis ha aprendido la lección, ¿cuánto tardaría White en aprenderla?

Al entrar de nuevo al insti, me quemo con mi propio fuego. Al parecer a Harley le ha costado poco seducir a Gabriel y este parece fascinado. El amor es cuestión de química y de lejos se puede ver la atracción entre ellos dos. Supongo que Garley tiene que existir para que Gabryan no lo haga.

Hago una lista mental de los chicos del instituto— ardientes, por supuesto— que podrían ayudarme con la fase B. Yo nunca dejo las cosas a medias y esta vez no sería la excepción. El primer chico de mi ranking es Caleb, Caleb Williams. Es alto, de melena azabache ladeada hacia la derecha. Su tez morena contrasta con unos brillantes ojos verdes. Es el capitán del equipo de fútbol y también es el exnovio de Saray.

Que sea el ex novio de Saray sólo suma puntos a favor de Caleb. Si alguna vez Caleb llega a interesarse por mi, Saray tendría ganas de ser tragada por la tierra y yo habría matado dos pájaros de un tiro. Sin embargo, también es surrealista pensar que Calen llegue a mi enterarse de mi existencia. Supongo que debería meterme en el equipo de animadoras o chocarme con él, como si estuviera en una película americana. O puedo hacer ambas cosas.

—¡Lo siento! No te había visto— pongo mi mejor cara de sorpresa después de tirar todos los libros de Caleb al «chocarme» contra él.

—Eso está claro—contesta él malhumorado.

—Te ayudo—me agacho y, al coger su libro de literatura, mi mano roza la suya. De pronto, Caleb se pone tenso.

—¿Quieres ayudarme? No vuelvas a hablarme y empieza a fijarte por donde andas.

Y tras su frío discurso se marcha dejando una brisa helada tras él. Las cosas no han salido como esperaba. Yo creía que solo con chocar ya quedaría prendado de mi amor, pero esto no es una película para adolescentes. Es la vida real donde las cosas son mucho más complicadas.

—¿Qué hacías con él?—en cuanto el moreno se aleja, Saray aparece ante mi. Debería preocuparse más por su nuevo novio que por el antiguo.

—Yo también quería hablar contigo— Saray suelta una carcajada, sorprendida— Te regalo mi puesto como capitana, me voy del equipo.

—¿Por qué?

Me estremezco ante la pregunta. Bueno más bien ante la voz grave de quien me cuestiona...

***
¡Holaaa!

¿Qué piensan de este capitulo?

Ustedes que dicen, ¿Garley o Gabryan?

Ojalá lo hayas disfrutado! Cuéntamelo todo con tu voto y tu comentario

Gracias y más que gracias.
L.

Sentimientos en guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora