Todo está negro, muy negro. Tengo los ojos abiertos pero vería lo mismo si estuvieran cerrados. Mi primera reacción es levantarme y, al hacerlo, caigo de bruces contra el suelo. Tengo algo enganchado al tobillo que me limita el movimiento. Me siento, con cuidado de no hacerme más daño, y me abrazo las piernas. Un búnker, un sótano o un granero. Esos son los lugares en los que mi mente imagina que puedo estar. Sea cual sea el lugar acertado, hace mucho frío.
Siento fuertes pinchazos en la cabeza y mi mente está mareada de hacerse preguntas retóricas. ¿Cuánto tiempo he estado inconsciente? ¿Donde estoy? ¿Sigo teniendo todos mis órganos? ¿Por qué me conocen como Valerie? y, la más importante, ¿Por qué secuestrarme a mi? Yo no soy nadie. Mi padre no podría pagar un rescate multimillonario. No he presenciado ningún crimen, ni me he juntado con gente peligrosa. ¡Yo ni siquiera me junto con gente! Mi único amigo, que por mi culpa ya no es mi amigo, es Gabriel y no creo que sea un narcotraficante de armas. Siento ganas de tomarme una aspirina pero, desgraciadamente, no hay ninguna medicina para el miedo.
—¡Os habéis confundido de persona!—grito. No puedo ver a nadie pero se que no estoy sola—Mi padre es coronel, toda la armada me estará buscando.
Porque me estarán buscando, ¿verdad?
—Ya se quien es tu padre princesa, pero a tu madre la conozco mejor— contesta una voz grave.
Aunque mi situación es surrealista, suelto una carcajada. Una de dos: o el tipo se refiere a otra Jenna Clark o habla bajo los efectos de las drogas. Incluso yo, que a penas la conozco, se que eso es imposible. Jenna es una abogada de éxito y la socia principal del Bufete Clark, uno de los mejores de California. Ha ganado todos sus juicios. Incluso da estúpidos discursos por la tele ¿Una defensora de la ley juntándose con criminales? ¿Seguro que nos estamos refiriendo a la misma persona?
—No sabes quien es mi madre- su risa espeluznante me obliga a tragar saliva antes de seguir hablando— En serio, deberías secuestrar a otra chica.
—Jenna Clark— puedo escuchar sus pasos acercándose a mi—La mujer que te abandonó— acaba de llegar a mi lado. Él está a pocos metros de mi y yo no puedo moverme— No sabes como te entiendo Valerie— cuando su mano contacta con mi hombro, todos mis músculos se tensan— A mi también me ha abandonado.
—Dime que esto no es una venganza por un amor no correspondido— este hombre está demente si me ha encerrado aquí solo por eso aunque, sinceramente, entiendo que mi madre lo rechazase— Secuestrandome a mi no vas a hacerla daño. Yo no le importo.
—Que inocente eres, cielo—una gran carcajada resuena en el cubículo—No todo lo que pasa en la vida es consecuencia del amor. El amor es una mierda.
—Tú eres un mierda—no se de donde he sacado el valor para decir eso pero, en cuanto las palabras salen de mi boca, me arrepiento. Él no tarda en descargar su rabia apretando mi cuello. Yo, en vano, me esfuerzo en defenderme. Este tipo está demente de verdad. ¿Va a ahogarme solo por dedicarle una palabra mal sonante?
—Cuidado con lo que dices, princesa— me suelta con brusquedad. Yo necesito toser unas cuantas veces para recuperar mi respiración norma—Portate bien si quieres seguir viva.
Me estremezco al escuchar sus palabras. Es un chico grande, en mi casi homicidio ha demostrado su fuerza y, a nuestro alrededor, solo hay oscuridad. Podría matarme en cualquier momento y yo le he insultado. Quizás la demente soy yo.
—¿De qué... De qué conoces a mi madre?
—Cielo, lo que pasa en las Vegas se queda en las Vegas.
¿Las Vegas? ¿Ahora estabamos en Nevada o en capítulo de CSI? ¿Qué clase de cloroformo me han hecho esnifar?¿Tanto tiempo he estado inconsciente?
—¿Estamos en...?
—No cariño—me interrumpe. ¿No es irónico que un hombre que casi me mata solo se dirige a mi con apodos cariñosos?—Pero a tu madre la conocí allí.
—¿Vas a explicarme quien eres?
—Mason Campbell—¿en serio acaba de decirme su nombre? Al menos se que mi secuestrador no es un profesional—Pero me conocen como «el estafador de las Vegas»— genial, toda está peli es muy interesante pero ¿cuando vuelve a aparecer el personaje de Jenna Clark?
—Puedo ser tu fan, si quieres, pero no entiendo que pinta mi madre en está historia.
—Jenna es muy inteligente y sabe mentir de maravilla. Ha nacido para hacerme ganar millones, pero ella no me lo pone nada fácil.
Sus palabras me confunden. ¿Mi madre trabaja para este tío? ¿Jenna Clark es una estafadora de las Vegas? Pues si que se ha divertido estos once años. ¿Que clase de doble vida lleva la abogada Clark? ¿En que clase de cámara oculta estoy metida?
—Espero que esto la haga recapacitar— vuelve a golpearme en el hombro— Deberíamos llamarla, ¿no crees?
La luz del móvil ilumina su cara. Me fijo en sus facciones para poder describirselas a la policía. Lo único que me da tiempo a ver es una enorme cicatriz que le atraviesa la cara y el tatuaje de su cuello.
Al tercer tono puedo escuchar la temblorosa de voz de Jenna.
—¿Ma...Mamá?—me apresuro a decir— Tienes que ayudarme. Llama a la policía. Se quien es, se llama Ma...
Pero entonces recibo un golpe que, a demás de dejarme aturdida, me impide terminar la frase.
**
Holaaaa a todooss!!Tenía muchas ganas de dejaros este capítulo. Espero que lo disfruteis❤
Estoy ansiosa por ver tu voto y leer tu comentario.
Es increíble como está creciendo la novela gracias a vosotros. Gracias por todo el tiempo que me dedicáis.
Nos leemos pronto.
L.
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Sentimientos en guerra
Teen FictionMe he esforzado. He entrenado durante años para convertirme en una chica fuerte. Me ha costado mucho construir la coraza que impide que accedan a mis sentimientos. Lo siento, Gabriel White, pero no vas a conseguirlo. No es tan fácil llegar hasta la...