Esta es la otra parte perdida. La que simplemente desapareció y como no, tampoco recuerdo que pasó ese día así que voy a continuar contándote mi vida.
Cada paisaje que veía de camino a Vilanova me hacía pensar en ti, en si te gustaría ver el mar des de esa colina en una carretera solitaria entre poblados. o si preferirías ver esas montañas preciosas con alguna que otra construcción asomándose entre lo verde de esa pequeña selva. Deseaba llevarte conmigo en la bici, a todos los lados, sobretodo por donde solo podríamos escucharnos a nosotros y el mecanismo aceitoso de la cadena que a veces haría algún ruido a causa de mis piernas pedaleando. Naturalmente pensé luego en que preferirías una moto o un coche y que ir en bicicleta te parecería una tontería de lo mas absurda pero aun así, mi mente durante este día solo deseaba tenerte en su presencia y besarte de mil maneras en tus delicados labios y tus mejillas. Y no te cuento lo entusiasmado que volví, apresurándome para estar contigo en llamada y escuchar tu voz. Tampoco te contaré qué pensaba sobre las fotos que te iba enviando cuando veía algo por el camino de vuelta. No te lo contaré porque lo sabes. Sabes que todo implica que mi mente a tu alrededor alberga. Te quiero Irina.