Me siento atraido, con deseo de tu ser, tus caderas, de tu piel. Me siento bien y de mi solo crecen las ganas de poseer. Poseer tu cuerpo sin censura de mi ser, poseer tus labios con un mordisco tan fino que apenas se deje sentir y si de dolor hablando este produce, que se sepa que no ha sido del todo sin querer. Por las ganas de tenerte entre mis brazos, por las ganas que tengo de tenerte a mi lado que un mordisco se deje llevar y demostrar lo que tu quizás hayas dudado.