Hyomi, Ten y Taeyong estaban molestos mutuamente; los tres estaban llenos de moretes por las balas de pintura y a Taeyong le había golpeado una en el pómulo por lo que fue muy divertido verlo con media cara inflamada y roja.
El tan aclamado señor gruñón estaba fuera de clase conversando con los demás chicos, pues teníamos la clase libre -gracias profesor de literatura -Hyomi y yo estabamos dentro sentandas frente a frente.
-Entonces... ¿tú y Taeil? -Pregunté con una cara avergonzada, si no mal recuerdo Taeil tenía una novia y sinceramente ya no recuerdo que paso con ella. Hyomi se sonrojo y a la vez molestó por mi pregunta.
-Ese estúpido de Taeyong te contó, ¿no es verdad? Bien lo mataré. -Clavó las uñas en el mesabanco enviándole una mirada asesina a Taeyong, quién también estaba mirando para acá con una cara de pocos amigos, como siempre.
-De hecho yo también los vi... -Alcé los hombros regresenta la vista al frente, el ceño de mi compañera se frunció.
-¿C-Cómo? ¿Cuando?
Exhalé, Hyomi movía los dedos con rapidez impaciente por mi respuesta. Aún tenía la duda si es que a Taeyong le gusta Hyomi. No sé cuales son mis probabilidades, pero tengo bastantes y especialmente él no deja de mirar hacía acá.
-Antes de que Taeyong los atacará, yo estaba con él y vi cómo se besaban, ¿son novios? -Hyomi me tomó ferozmente de los hombros y me sacudió.
-¡¿Estabas con Taeyong?! ¡¿Por qué?! -Preguntó, al parecer mi primer respuesta le pareció más importante que lo otro que le pregunte.
-Pues... -Desvié la mirada por obvias razones.
-Así que... ¿Tú y Taeyong? -Se devolvió atrás recargando su peso en el respaldo de la banca, me miraba algo pícara.
-No, no, no. No lo malinterpretes. -El pensamiento de que a Taeyong le puede gustar Hyomi, perferó mi mente por décima vez y me negué a aquello. Además, Taeyong es algo odioso conmigo y hasta puedo decir que me odia por actitud hacia a mí.
A pesar de mi respuesta y mi cáracter hacia su respuesta, su cara de perversión no desaparecía y era incómodo.
-He dicho que no.
***
Me encontraba recogiendo y acomodando algunas cosas en el salón de pintura, estabamos preparando nuestros carteles para el reciclaje y ponerlos en puntos donde la gente los viese y los tomé en cuenta.
-Ese tonto de Yuta no hizo lo que le pedí... -Siseé observando el montón de botellas desparramadas por el suelo, ciertamente, antes de que Yuta se fuese le pedí que las recogiera y pusiera dentro de un contenedor ¡y se fue! Nunca me presta atención.
La puerta del salón se abrió, giré a ver de quién se trataba.
Era Taeyong y en su mano izquierda mantenía una bolsa de hielos pegada a su cara. Me aguante las ganas de reír.
-Hey. -Saludó sin ninguna emoción en sus palabras, entró con parsimonia dentro del aula y cerró la puerta tras de sí.
-Hey -Respondí con un tono mas alegre que el suyo y regresé la mirada a lo que estaba haciendo.
Me preguntaba que hacía aquí, hace media hora que las clases y a mí parecer todos ya se habían marchado a casa. Claro, apenas me doy cuenta que él no.
-Raehyun... Hay algo que me gustaría preguntarte...
-Puedes preguntarme lo que quieras. -Reí con la vista puesta en mi trabajo, estaba esperando que él continuara o ya que se riese.
Giré mi rostro para verlo, él permaneció recargado en la pared con un semblante serio y supongo que aquello que dijo no le causo ni una pizca de gracia, era de esperarse tampoco fue gracioso.
-¿Qué ocurré? ¿Por qué no me preguntas ya? ¿Está bien todo? -Más preguntas se creaban en mi cabeza, pero el no agobiarlo con ellas me detuvo instantaneamente; se mordía los labios y hacía parecer todo más pesado, como el ambiente que se volvió incómodo y silencioso. No tenía ni la más remota idea de lo que pasaba por su mente y también aguante las ganas de preguntarle sobre ello.
Quitó la bolsa de hielo de cara y lo dejo reposar un momento, su pómulo aún estaba hinchado y rojo.
-¿Aún piensas en Hyukjoon? -Soltó, al igual que yo con las cosas que tenía en manos, el impacto me saco de mi trance rápidamente y me dispusé a recogerlo mientras me regañaba a mi misma por ser tan torpe y despistada.
-Que tonta soy... -Reí con nerviosidad.
-¿No me responderás? -Habló de nuevo y sentí una punzada en mi pecho.
-¿Qué quieres que responda? Hasta hace unos momentos estaba bien. -Levante las cosas y las acomodé, fue tonto pues quedaron desparramadas por el escritorio de igual manera. Oculté mi rostro con mi cabello y evité girarme.
-Realmente... quisiera que me respondieras con sinceridad... aún algunas cosas que quiero decirte, pero primero que respondas a eso. -Su voz fue suave. A veces no entendía a Taeyong, un día me trataba mal y al otro era encantador conmigo. -Por favor, Raehyun... -Dió unos pasos y tomó mi hombro girándome, por nada alcé mi cabeza y mucho menos para mirarlo.
Quería a ese Taeyong amable y dulce por siempre.
-Yo... en verdad no lo sé... ¿estoy confundida? Tal vez me acostumbre a su presencia y es lo que me hace extrañarlo, pero lo que me hizo es imperdonable... ya no lo quiero... -Susurré empuñando mis manos y atrayéndolas a mi pecho.
Las manos del chico se abrieron y viajaron a mis mejillas, ¿qué? Fue lo que me pregunté y cómo si su mirada fuese a contestar mi duda lo miré; estaba analizando mi rostro y sonrió de lado, con ese egocentrismo, me preocupe un poco al pensar que ese Taeyong malo había vuelto.
-Quiero hacer que dejes de pensar en él, jamás volverás a verlo mientras... -Carraspeó y si mis ojos no me fallan, él se sonrojó. -Mientras estes a mi lado... -¿Qué?
-Taeyong...
-Así que por ahora quedate a mi lado... haré mi mejor esfuerzo y... -Envolvió sus brazos alrededor de mi cintura y espalda, ¿queeé? ¿qué estaba pasando? Mis manos tocaron su pecho que, aún a través de su camiseta escolar podía sentir su calor. - jamás volverás a pensar en él... -Finalizó acurrucandó su rostro sobre mi hombro.