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Después de la llamada de Taeyong me costó mucho trabajo conciliar el sueño, desperté a las 6 am y mi estómago rugió.
Toda la habitación se sentía fría y la nieve se estaba acumulando en la ventana, tal vez era la razón por la cual todo se encontraba tan helado, incluso mis pies se quemaron al tocar el frío suelo.
Por alguna razón la sensación del frío pegando contra mi cuerpo me hacía sentir viva, ¿cuándo fue la última vez que me sentí así?
Cuando Taeyong me besó.
Aunque me sonrojé no debatí aquello en mi mente porque sabía que estaba en lo cierto, me pregunté a mi misma si estaba ebria mientras le decia "también te quiero" a Taeyong en la madrugada, pero el recordarlo sólo aumentaba mis ganas de verlo.
Las dulces y enternecedoras prometesas que con su hermosa voz recitó, ¿sera posibles que las cumpla? Debía mantener la esperanza aunque en persona era frío y cerrado, sí se hacia el olvidado realmente iba a golpearlo hasta dejarlo inconsciente.
Tomé una sábana ligera pero lo suficientemente caliente para enrrollarme en ella y salir hasta la cocina, no sabía diferenciar entre un vacío en el estómago o en el corazón, aun me sentía algo resentida con papá, pero tarde o temprano tenia que enfrentar todo.
Tomé un trozo de pastel y caminé hasta la sala, el árbol aún estaba lleno de lucecitas que tintineaban villancicos, la sensación que provocaba en mí era relajante y me hacía recordar los días cuando era una niña pequeña que se despertaba lo más temprano posible a abrir sus regalos navideños.
Me senté frente a él mientras comía el trozo de pastel, lo que ahora necesitaba era encontrar algo de paz interior y descansar con la tranquilizadora música.
—¿Raehyun?
Abrí los ojos asustada y salté de mi lugar, era Yukhei que se encontraba al pie de las escaleras vestido en pijama y mirándome con extrañeza.
—¿Sí? —Respondí con voz baja, él despeinó un poco su cabello a la par que negaba y se encaminó hasta donde yo estaba. Sonrió ladino y se sentó a mi lado.
—¿Sabes qué lo que hiciste ayer estuvo mal? —Metió ambas manos en los balsillos de su pantalón de puntos negros, su rostro lucía un poco arrogante y de inmediato odie esa mirada.
Bajé mi mirada hasta perderme en la vista del árbol con sus millones de esferas, Yukhei susurró alargando mi nombre como si estuviese esperando una respuesta razonable de mi parte, cosa que no iba a conseguir.
—¿Qué es lo que quieres? —Pronuncié algo fastidiada de su actitud.
—No tienes porqué molestarte Rae —Rió. —Eres mucho más bonita cuando sonríes. —Recitó meloso, ¿por qué quería hacer avergonzar con esas palabras? una sombra carmín cubrió el área de mis mejillas y tuve que agachar mi rostro para evitar que lo viese a toda costa. —¿Por qué escondes la cara? —Se burló inocentemente.
No dije nada y con la frazada que tenía cubrí mi cuerpo entero. Eso al parecer le pareció más gracioso a Yukhei.
—Tal vez ya es hora... —Musitó, pero tenís intención de continuar hablando más sin embargo ni me inmuté, seguí con la frazada cubriendo toda mi persona. —Siempre has sido muy bonita Raehyun, desde que eras una niña tierna de primaria, recuerdo que los niños decían querer ser tus novios pero cada vez que intentaban declararte tu amor tu sólo los rechazabas sin siquiera escuchar sus palabras. —Comenzó a reír en voz baja, pero estaba en lo cierto, nunca tuve mucho contacto con los niños así que decidía evitarlos y muchos me perseguían. —Yo nunca tuve el valor de hacer lo mismo que ellos en aquel entonces, pero ahora ambos hemos crecido, ¿no?
¿Qué es lo que estaba escuchando? Mi mente sabía a donde iba todo esto, pero otra parte de mí se negaba a aceptar que sería eso.
—Raehyun, mírame.
Mis manos acutaron por sí solas y lentamente bajaron las mantas hasta dejar ver un rostro masculino muy cerca de mi.
—Siempre, siempre me has gustado, y ahora que tengo la oportunidad que compartir hogar contigo estoy bastante feliz. —Sus ojos estaban llenos de honestidad, brillaban en ello, pero ¿por qué sentía una confusión e incomodid enorme en ni pecho? mi único pensamiento en esos momentos era correr y encerrarme de nuevo en mi pieza.
Pensé demasiado y de un momento a otro Yukhei había estampado sus labios contra los míos, era seco y obviamente yo no sentí nada emocionante en mi ser.
Porque él no era Yukhei.
—Yo... no, lo siento —Murmuré cuando separé a Yukhei de mí, su rostro estaba deformado en incertidumbre y parecia roto y desilucionado con mi respuesta.
Apenas terminé de hablar corrí a mi habitación a encerrarme por el resto del día, ahora tampoco podía ver a Yukhei a la cara y por alguna razón mis labios ahora estaban contaminados.
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holaaa!💕 bueno solo queria decirles que estoy escribiendo una novela con taeil y si alguien es honey10 o ikonic pasen a leer mis historias con wooshin y dongdong💕💕💕💕 los tkm
