─¡Estaremos en mi habitación! ─Avisó Taeyong mientras subíamos las escaleras.
─¡Dejen la puerta abierta! ─Vociferó el señor Taewoo. Obviamente me sonrojé hasta las orejas por su comentario.
Cuando llegamos, me di cuenta que para ser él tenía la habitación bien ordenada y sin nada fuera de lugar, mis fosas nasales fueron recibidas por el agradable olor de febreeze.
─Vaya que limpio esta todo.
─Por supuesto, no podría vivir si algo esta fuera de su lugar, creo que me volvería loco. ─Dió un sobresalto y se encaminó hacia uno de sus cajones. ─Por cierto, esto es para ti. ─Era la cajita de colguije de Krunk, mis ojos brillaron, no sólo por ser un colguije de Krunk, si no por ser la edición ilimitada de Ikon, casi chilló al verla.
─¡Taeyong! ─Chillé mirando con asombro el pequeño, pero tan especial regalo. ─¡Esto es precioso! No debiste...─Hice un puchero tratando de contener las lágrimas de emoción
Él sonrió y me miró por unos segundos, su mirada estaba llena de sentimientos y por un momento sentí que estaba mirándome como si fuese un delicioso pastel, su mirada se volvió pesada y le sonrei con algo cohibida.
—Eres tan preciosa. —Soltó de golpe, me removí hacia atrás pero é atrapó mis mejillas con sus larguiruchas manos.
—¿Por qué dices esas cosas tan derepente? —Musité acercándome de nuevo a Taeyong, acercando nuestros labios de poco en poco.
Una mano de Taeyong fue a dar a mi espalda acariciándola levemente de arriba abajo, hasta que llegó a mi brazo y justamente donde tenía los moretones y aún me dolía el contacto por más ligero que fuese.
Obviamente me quejé y enseguida mordí mi labio inferior, Taeyong subió su mirada hasta mis ojos y frunció el ceño.
—¿Pasa algo? —Preguntó con una voz baja, analizando mi mueca de dolor, a duras penas negué y me solté de su agarre levemente para no lastimarme aún más.
—No es sólo que me duele un poco —Desvié la mirada y ahora el ambiente se sentía más pesado, podía escuchar fuertemente el tic-tac de su reloj de mesita en forma de spiderman.
—¿Te lastimaste o algo parecido? Déjame ver —Sin siquiera haberle dado el permiso, Taeyong ya estaba subiendo la manga de mi chaqueta y con un movimiento algo grosero evite que esto pasar, él levantó el rostro mostrando confusión y enojo a la vez. —¿Qué te pasa? —Me reprocho caminando unos pasos hacia atrás como para marcar su distancia, en ese momento me sentí una completa idiota, sé que no debí haber actuado así pero fue por mero impulso.
—Lo siento, yo sólo... —hice una pausa y volví a morder mi labio, Taeyong me miraba expectante —me he lastimado sólo eso...
Le miré y él dejo salir un suspiro cansado, aflojó sus hombros y se dejo caer de espaldas sobre la cama.
—Esta bien... Perdón si te he lastimado. —Asentí levemente y le acompañe sentándome a un lado de él, tenía tantas cosas que decir pero las palabras no me salían, era como si todas ellas se hubiesen quedado atoradas en mi garganta y se negaran a salir, quería contarle que me había enterado que tendré un hermano, que tengo un nuevo tío político (sólo omitiendo la parte en la que este me beso), también quería hacerle saber las razones por las cuales mis padres no viven juntos y también quería contarle que me había encontrado con Hyukjoon, pero no quería preocuparlo.
—Dime, ¿algún día podre conocer a tus padres? —Taeyong se levantó sobre sus codos sin quitarme la vista de encima.
—¿También quieres cenar con ellos?
—No... Solamente conocerlos, ¿ellos saben que estamos saliendo? —Su rostro ahora se encontraba a escasos centímetros del mío y eran incontrolables las ganas de besarle, no puse mucha atención a sus palabras por sólo enfocarme en su labios.
—¿Eh? Pero si apenas estamos saliendo oficialmente —Me reí de él, apenas chistó me anime a robarle un beso.
Una sombra rosada decoró sus mejillas y la punta de su nariz, su rostro estaba lleno de confusión y alegría a la vez.
—¿Qué fue eso? —Musitó sonrojado.
Sonreí levemente, pero un pensamiento atravesó mi mente, mis labios se fruncieron al igual que su ceño.
—¿Ocurre algo? —Se incorporó en la cama recargándose sobre sus codos, me removí hacia atrás y mis manos se volvieron sudorosas.
—Bueno... Cuando estuve en casa de papá me enteré de algo... —Bajé el tono de mi voz, esta situación me incomodaba aún más estando al tanto que Taeyong no sabía nada sobre el divorcio de mis padres.
—¿Por qué tus padres se separaron? —Aquella pregunta fue directa, su mano acarició la mía y un sentimiento cálido abrazó mi alma, mi garganta se sentía caliente como si quisiera llorar, pero eso no era lo que tenía pensado.
—Fue cuando recién entre a la secundaria, fueron bastantes problemas económicos, problemas en su relación y al principio pensaba que era yo el problema. —Suspiré y no podía ver a los ojos de Taeyong, solamente prestaba atención a las caricias que otorgaba al dorso de mi mano. —Cuando se divorciaron mamá y yo nos mudamos a Seúl, papá sólo venía para hacerse cargo de mis estudios aunque después dejo de frecuentarme, eso fue cuando comenzó a salir con Minah.
—¿Minah? ¿quién es? —Preguntó él con una mueca en el rostro, me trague el nudo que se estaba formando en mi garganta.
—Es la novia de papá y bueno ellos... —Era ridículo que quisiese romper en llanto por algo como eso, pensé que ya había meditado además esta era la primera vez que le contaba a alguien de esto más a fondo que no fuese Yuta. —Estan esperando un hijo...
El agarré de Taeyong se volvió más duro y sentí como su mano temblaba fue allí cuando me animé a levantar la mirada, estaba boquiabierto y como si buscara algo bueno para decir.
—Wow... Quiero decir, no sé como reaccionar tal vez debería abrazarte... —Y eso fue lo que hizo, un abrazo totalmente envolvente y cariñoso, me aferre a su espalda con fuerza e inhale el olor a shampoo que emanaba de su cabello.
El tiempo no paso mientras estábamos así, deje que los pensamientos que últimamente me atormentaban se fueran lentamente, solo por un momento porque quería disfrutar la compañía de mi novio.
Aunque un punzón de dolor ataco a mi corazón al recordar a Hyukjoon, temía por el bienestar de Taeyong, por supuesto que si pero tampoco quería preocuparlo.