—¿Y qué ha pasado con la chica? —Preguntó Kris, dándole una profunda calada al cigarro que tenía entre sus dedos. Taeyong se quedó observando la vista nocturna mientras el frío pegaba duramente contra su cara, tomó unos segundos en contestar a la pregunta.
—¿Qué chica? —Dijo con una voz gruesa y desinteresada, Kris rodó los ojos.
—Tú sabes cual chica, la de la fiesta, la pelea con Hyukjoon. Esa chica. —Intentó recordarle con tono de obviedad, Taeyong claramente sabía desde el comienzo que se trataba de Raehyun, pero intentaba parecer frío ante la situación cuando a decir verdad su corazón dió un vuelco cuando la mencionó.
Él y Kris se habían conocido en una de las muchas fiestas que organizaba el chino porque bueno, ¿qué se podía hacer cuando tus padres estaban divorciados y tu madre esta en Canadá mientras tu padre en China? Era la mejor manera de divertirse y hacerse conocido por la zona, casualmente un día hace dos años los seniors de la secundaria había invitado a Taeyong cuando aún era un novato en el futbol y este acepto gustoso.
Esa noche se la pasaron hablando en el patio trasero sentados en unas tumbonas compartiendo cigarrillos y bebiendo cervezas mientras Kris le contaba sus decepciones amorosas.
—Ah, ella... —Le quitó el cigarro de las manos y le dio una fuerte calada, Kris ni se inmutó. —Nada, ¿qué podría pasar? Ella es como una chiquilla. ¿Acaso crees que debo estar con ella todo el día para evitar que cometa estupideces? —Le miró mal y Kris se burló, sacudió un poco su cigarrillo removiéndole las cenizas y fumó de este, el más joven espero su respuesta.
—Bueno, pues tu prometiste que "cualquiera que se meta con ella o la haga llorar, recibirá una paliza de parte de Lee Taeyong, ¿entendido?" —Dramatizó alterando su voz y haciendo movimientos extraños con sus manos. A Taeyong esto no le pareció gracioso y le propinó un puñetazo en el hombro. —¡Yah! Pero si tu dijiste eso.
—Sí, pero no me volveré a involucrar en algo así, por ahora... —Recargó su brazos sobre el frío barandal.
Hubo un silencio, ninguno dijo nada y Taeyong lo aprovechó para mirar el panorama que la noche le otorgaba; era oscura y fría justo como él. Por unos momentos quiso aclarar sus sentimientos los cuales se volvían más fuertes con el paso del tiempo, no sé dió cuenta, pero extrañaba a Raehyun.
Que tonto. Pensó.
—¿Estás interesado en ella? —Preguntó por fin el mayor. Taeyong se encogió se hombros y sintió sus mejillas calentarse, Kris no pudo contener la risa. —¡Eso es un sí!
—¡No! —Negó rápidamente, su ceño se frunció.
—Oh vamos, Taeyong pensé que eramos amigos.
—No trates de persuadirme, no te diré. —Achicó sus ojos y lo apuntó amenazadoramente.
—Es totalmente un sí. —Recargó su espalda en el barandarl y siguió fumando. Miró de reojo a su amigo antes de hablar. —Mi pequeño Taeyong parece que tengo que darte algunos consejos sobre las chicas porque como sabes, soy alguien experimentaba y el mejor entre nosotros sobre las mujeres. —Se mofó y eso pareció molestarle más al joven.
—Pero si tu sales con una mujer cada semana.
—Oh, tienes razón. —Rascó su nuca. El chico pálido suspiró y le pidió un cigarrillo al mayor, quién no se nego. —Pero hay algunas cosas que debes saber. —Taeyong se sorprendió del tono que usó, ahora de verdad lucía serio. —Por nada del mundo le preguntes a una chica que es lo que le gustaba de su infancia, podrías estar tocando terreno peligroso y uno que quizá esta escondiendo para los demás. Nunca sabrás lo que esta escondiendo así que... —Le dió la última calada a su cigarro y lo tiró al suelo. —No preguntes, no pienses, no supongas ni digas nada que pueda lastimarla, no le grites y nunca le digas adiós.
Taeyong agachó la cabeza con el cigarro aún en sus labios y se quedó observando sus zapatos, ya era algo tarde y su madre quizá se preocuparía. ¿Por qué de repente sentía millones de emociones explotando dentro de él y que por alguna razón no podía reconocerlos?
—Taeyong. —Llamó la atención del joven. —Nunca la debes dejar ir, porque una chica jamás se sentirá bien estando sola, Nunca la dejes caminar sola porque ella siempre será tuya. —El rostro de Kris lucía nostálgico y observaba el cielo estrellado.
Taeyong podía escuchar los latidos de su corazón retumbar en sus oídos.
—Yo... no sé que hacer... —Abrió su corazón, se sentía totalmente patético hablándole de sus sentimientos a su amigo que usualmente acompañaba en sus borracheras.
—El amor es así, pero debes saber que existen cosas que se deben decir; como lo que sientes, porque si no después se convertirá en una enfermedad. Aunque los intentes esconder o enterrar, ellos siempre estarán allí. Debes decirlo, después te arrepentirás de no haberlo hecho, Taeyong no nos queda mucho tiempo para ser sincero.
Taeyong escuchaba atentamente las palabras de su mayor mientras su pie se movía en círculos descontroladamente por la nerviosidad.
—Debes sacar todo lo que sientes antes de que sea demasiado tarde. ¿Ves este hermoso anochecer? —Apuntó el cielo oscurecido. Taeyong por primera vez levantó la cabeza y lo observó, tenía razón era muy hermoso. —Este anochecer no lo hará por ti. ¿A qué le temes? —Preguntó con rudeza.
—A que me rechacé... —Silencio. —A veces pienso que no puede olvidar a Hyukjoon y yo sólo soy un objeto para que ella pueda superarlo. —Sus manos se volvieron puños. —No puedo arriesgarme por algo de lo cual no estoy seguro si obtendré. —Finalizó. Con un ademan se despidió de su amigo y emprendió camino a casa por la vereda.
Taeyong sintió que esta noche comenzaba a ser extraordinariamente larga; tenía mucho que pensar, pensar en ella mayormente.
Con las manos en sus bolsillos y medio cigarro en sus labios trataba de alejar sus pensamientos que lo tenían frustrado; uno de ellos era sí Raehyun sentía lo mismo que él. Era un imbécil por pensar eso. Era difícil intentar encontrarle una respuesta clara a todo.