¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Lo siento.
Las palabras más difíciles que jamás había pronunciado en toda mi vida, incluso haber expresado mis sentimientos fue más fácil que hacer esto, pedir disculpas era algo difícil para mí.
Estaba haciendo una reverencia de 90 grados frente a mi padre y Minah, con quien aún estaba algo resentida. Tenía los ojos cerrados con fuerza y esperaba con temor su respuesta, los latidos de mi corazón también se habían acelerado de sobremanera.
De repente sentí una mano cálida sobre mi cabello, despeinándolo. Levanté un poco mi vista y me di cuenta de que era mi padre con una sonrisa en sus labios.
—Ya te he perdonado. —Me puse recta y él me haló contra su cuerpo atrapándome en un cálido abrazo, tal vez lo que necesitaba desde hace tiempo, por el rabillo del ojo observaba a Minah quien también sonreía con un sonrojo en sus mejillas, tal vez... no era tan mala como pensaba.
—He arruinado la cena navideña, ¿no es así? siento mucho lo que dije... —Musité cabizbaja cuando papá me soltó, Minah relajó los hombros y palmeó mi espalda y con aquels simple acto sentí un poco de cariño y calor maternal.
Nuestras miradas se encontraron y ella simplemente negó, detrás de ella se acercaba Yukhei mirándome fijamente, no pude evitar recordar lo que paso durante la mañana, ¿por qué tuvo que hacer hecho eso?
—¿Tienes tus maletas listas? Regresaremos a Seúl. —Avisó papá y yo asentí, mis maletas estaban en el umbral de la puerta principal, acomodé mi bufanda y comencé a subirlas al maletero.
Sin razón alguna Yukhei comenzó a seguirme e incluso me quitó las maletas de las manos para hacerlo él, estaba confundida con su comportamiento y lo miré con receló esperando a que justificará aquello.
—Espero que seas feliz con ese chico. —Suspiró sin quitar la vista del auto, para luego desviarla hacia mi, su mirada lucía afliguida y sentí pena por él, ¿de verdad le gustaba tanto? pero luego en mi cabeza me pregunté a que se refería con eso.
—No entiendo lo que dices.
—Te escuché hablando con un chico durante la noche, por eso me atreví a confesarte mis sentimientos, apesar de que tu quieres a alguien más. —Me sonrió con melancolía, ahora mi rostro estaba completamente rojo, ¿por qué tuvo que escuchar mi cursi conversación con Taeyong? Dios mío, que pena. —Pero dejando eso atrás; espero que podamos conocernos mejor en un futuro. —Dijo tomando una de mis manos para luego estrecharme entre sus brazos, correspondí su abrazo.
—Sí.
🌸
Tras varias horas de viaje gracias al tráfico que había en las carreteras, pude llegar sana y salva a Seúl de nuevo, mis amigos me enviaron bastantes mensajes diciéndome cuanto me extrañaban y la verdad es que yo también los había echado de menos.