Lonely Love ➻ L. Taeyong

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En cuanto llegué a casa lancé mi bufanda al suelo, después yo caí sobre el sofá totalmente exhausta. Mama de nuevo llegaría tarde a casa, ya ni siquiera me preocupaba por  esperarla o fijarme sí ella ya estaba en casa; era obvio que no.

Aún me dolía la muñeca, se estaba poniendo roja e hinchada.

—Es un salvaje... —Siseé.

Me levanté del sofá cuando el teléfono de casa comenzó a sonar incesantemente; avancé con rápidez y contesté:

—¿Hola?

—¿Es la casa Yoon? Escúchame bien. Quiero que le digas a tu madre que ya tiene cuatro meses de retraso en el pago de... —Colgué y deje salir un suspiro. De nuevo mamá estaba metida en deudas, ella nunca cambiará.

Durante los minutos siguientes el teléfono sonó unas cuentas veces más, decidí ignorarlo y subí a mi cuarto. Tampoco cenaría, además de que no había nada, simplemente no tenía ganas de algo.

De mi bolsillo saqué algunos wones que me sobraron del día y lo metí a mi botella de ahorros, después la metí en mi cajón de ropa interior.

Papá dijo que me llamaría, más sin embargo no lo ha hecho; aquello lo dijo aproximadamente dos semanas atrás. Encendí mi celular y revisé su número, preguntándome si debía llamar o no.

"Lo sentimos el número que usted acaba de marcar no esta disponible ahora mismo, intente más tarde o deje un mensaje de voz después del tono"

Bien, esto pasaba siempre que trataba de localizarlo, si no mal recuerdo su jornada de trabajo no terminaba tan tarde. Pronto serían las nueve y mamá volvía alrededor de las once.

Esta situación era algo difícil para mí, cargando con emociones que nunca pudieron flocerer. Papá viviendo literalmente al otro lado de la ciudad y nunca me llamaba. Mamá como una alcohólica que nunca me presta atención. ¿No soy importante? Ellos hacen su vida y me dejan de lado, tal vez soy sólo un estorbo.

¿Soy importante para alguien? Realmente no lo creo.

Entonces me pregunté si los padres de Taeyong estaba juntos o dirvorciados como los míos; sí tenía hermanos mayores o menors; o si por lo menos tenía a alguien que se preocupara por su bienestar.

¿Por qué demonios estoy pensando en ese grosero, patán, maldito y feo?

Oculté mi rostro entre la almohada continuando con mi tarea de maldecir a Taeyong con cualquier palabra que se me ocurriera hasta terminar cansada y dormir.

***

Taeyong recargó ambos brazos sobre el frío barandal, sus padres ya estaban dormidos al igual que su hermana y cuñado. Eran más de las 3 a.m. y aún seguía despierto. Nada podía calmar mejor su ansiedad que unos cuantoa cigarrillos, iba por el tercero y ya sentía como la nicotina hacia un efecto calmante en él.

Le dió unas cuantas caladas tratando de controlarse, estaba haciendo demasiado frío allí afuera, pero por lo menos nadie se daría cuenta del olor a cigarrillo.

Se sintió totalmente estúpido, es más, se odio internamente por cómo trató a Raehyun, era una maldita bestia. Simplemente le entraron celos al ver como los chicos de otra clase decían que ella era muy linda y quizá su próxima conquista.

Apretó los puños e intentó tranquilizarse, no debería celarse; ni siquiera sabía si ella tenia sentimientos por él. Y aunque eso doliera era la verdad.

Siguió fumando e insultándose, buscando una manera de hacer que Raehyun lo perdonase o algo; no quería que ella tuviera una imagen de Taeyong como una bestia.

¿Debería regalarle algo en forma de arrepentimiento? Sonaba tonto y demasiado cursi para él, jamás haría algo así por alguien. Mucho menos por una chica, se preguntó si a Raehyun le gustan los colguijes de peluche en forma de animalitos, por lo regular esas cosas noñas les fascinan a las chicas. Se puso rojo de tan solo pensarlo.

Tan inerte estaba en sus pensamientos que el golpe de la puerta trasera siendo abierta lo espantó como nunca, soltó el cigarrillo y giró con miedo.

Era su hermana.

—Dame los cigarros. Los encendedores también. —Estiró la mano, Taeyong sabía que ella estaba molesta aunque su rostro estuviese neutral y sus cejas fruncidas. —Ahora.

Aún estaba aturtido que no supo que hacer, cuando por fin reaccionó le dió una mirada furiosa a su hermana.

Hayong manoseó los bolsillos y sacó la cajetilla con cigarros, por suerte el encendedor también estaba allí dentro y se puso más molesta al ver el rostro de su hermano menor.

—Pensé que no hacías estas cosas Taeyong, me decepcionas totalmente. —Su rostro se volvió algo triste y entró a la casa seguida por un furioso Taeyong. —¿Aprendiste este mal hábito de papá no es así? Siempre le dije que no fumará frente a ti y nunca me escuchó ahora tu-...

—Eres la persona menos indicada para decir eso, ¿no crees Hayong? —Se burló con cinismo, la cara de la mujer observaba a Taeyong confundida. A pasos grandes Taeyong avanzó a un mueble cerca de las escaleras donde Hayong tenía su bolso y con descaro tiró todas las cosas dentro de él.

Dos cajetillas y muchos encendedores cayeron de él dejando a su hermana ofendida y boquiabierta.

—¿Lo ves? No culpes a papá de mis problemas. Dime, ¿son tuyos no? ¿O me dirás que son Sihyuk? ¿Piensas que no te he visto fumar alguna vez? Tu también eres una adicta a ello, Hayong. —Le reclamó. Su hermana en un actó rápido le arrebató el bolso y le propino una sonora bofetada.

—Nunca más me vuelvas a hablar de esa manera. —Advirtió, momentos después cayó en cuenta de lo que había hecho. Taeyong aún tenía el rostro girado y los ojos bien abiertos.

Tanto él como ella se quedaron atónitos, Taeyong impresionado por aquel golpe que su hermana se habia atrevido a darle y ella porque fue un acto espotáneo pues estaba molesta. Cubrió su boca con ambas manos, comenzó a musitar disculpas y se arrimó a Taeyong, pero este la empujó y corrió escaleras arriba hacia su habitación.