*No lo tienen que leer si no quieres, solo fue una parte que retiré de un capítulo por no verlo esencialmente importante, aun así, aquí se los dejo*
*Cuando realmente vaya sacando partes así, las colocaré como extras*
Victoria Blake
Una lágrima corre por mi mejilla, me he cansado de comprobarlo por todas partes posibles y todas dicen lo mismo "Akira Berglind, integrante de la reconocida familia Berglind ha sido secuestrada". Un nudo se forma en la garganta, ignoro el dolor que se aloja en él, para evitar romper en llanto delante de mi madre quien ya tiene rato preguntándome ¿qué me está pasando?
— ¡Victoria, que mierda te sucede! —Mi madre por fin se acerca a donde estoy parada y me toma de los hombros con fuerza— ¿¡Por qué estás tan desesperada, estás como loca desde hace rato con ese teléfono!? —grita llamando mi atención.
— Akira... — susurro lo más suave posible para evitar que mi voz tiemble—. Mira. —Con suavidad, me quita el teléfono y yo empiezo a caminar de un lado a otro.
— Victoria... —Su voz suena dulce— No creas en todo lo que dicen las redes, eso es ment...
— ¡No, no es mentira mamá! —grito deteniendo sus palabras—. ¡Mitsuki me envió un mensaje hace poco diciéndome que no me comunicara al teléfono de Akira porque la habían secuestrado! —Si sigo aquí terminaré llorando frente a madre— Yo me voy a mi habitación. — Salgo corriendo por el pasillo y entro a mi cuarto cerrando la puerta de un portazo y pasándole el seguro.
"Dijiste que no te pasaría nada, que nada te haría daño". Eso fue lo que me dijiste, siempre me lo decías... pero qué pasó hoy ¿Qué te hicieron para que no fueras capaz de defenderte?
Enciendo la luz y camino hacia la mesa de la computadora, la enciendo y espero a que esta termine de hacer su función. Vuelvo a leer las noticias en el teléfono y es imposible que no me enoje con la acción que hizo aquella mujer.
— Si no fuese tomado ese taxi, a mi amiga no le habría pasado nada. —susurro enojada. Busco a Gastón entre los contactos de "Skype" y al ver que está conectado le llamo.
— Victoria, ¿Cómo estás? —El rostro de Gastón cubre la mayoría de la pantalla.
— Mal. —A pesar de que sé que a mi amiga no le puede pasar mayor cosa, aun así estoy preocupada.
— Al parecer, ya te enteraste. —Detallo la cara de mi amigo. Debido a que el color de su piel es extremadamente pálido, se puede ver con claridad que está enfermo.
— ¿Ya lo sabes, lo de Akira? — Paso mis manos por mis ojos apenas siento algo frió correr con intensidad por mis mejillas.
— Sí, ya me enteré. —Muerdo mi labio inferior con fuerza— Te dijera que no lloraras pero es imposible decirlo en estos momentos. También me ha afectado la noticia.
— Estas enfermo ¿Verdad? —Pregunto tratando de cambiar el tema de conversación.
— Vaya, sí que me conoces. —Río un poco por su gesto— Ves, te hice reír un poco. —Sonrió con una pizca de tristeza y de nuevo siento ganas de llorar.
— Gastón ¿Qué tienen las personas con hacerle mal a los demás? —Y sin querer, vuelvo al mismo tema.
—No lo sé. —Pasa una de sus manos por la nariz con delicadeza— Desde que me contaron sobre el trabajo especial de la familia de Akira, al instante supe que algo así pasaría. —Aunque trate de ocultarlo, su rostro rojo no es solo por lo que parece ser la gripe que tiene.
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Secreto entre lazos
Fantasy"Berglind", un apellido que ha causado miles de sentimientos desde hace varios años. Son la inocencia y la malicia entrelazadas. Preocupados por el resto, pero al mismo tiempo recelosos de su seguridad. Ellos son capaces de pasar por encima del ser...